El fenómeno climático será intenso en el noreste y afectará a Nueva York y Boston para luego seguir su curso por el Atlántico. Unos 3.500 vuelos, tanto internos como internacionales, fueron suspendidos

30 de enero de 2022, 4:00 AM
30 de enero de 2022, 4:00 AM

Una poderosa tormenta invernal con fuertes nevadas y vientos azotó la costa este de Estados Unidos ayer, provocando caos en el transporte y cortes de luz en una región donde residen unos 70 millones de personas.

Con múltiples advertencias de ventisca vigentes, ciudades como Nueva York y Boston fueron las más afectadas por la tormenta, que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) confirmó el sábado que se había intensificado hasta convertirse en un “ciclón bomba”, que se caracteriza por el poder explosivo de las rápidas caídas de la presión atmosférica.

Se espera que las áreas costeras reciban más de 30 centímetros de nieve al final del día, y hasta 90 cm en zonas de Massachusetts, donde se reportaron más de 119.000 viviendas sin electricidad.

Se emitieron alertas de heladas incluso en Florida (sureste), donde el NWS advirtió sobre el riesgo de caída de iguanas -especie de lagarto que puede pesar hasta nueve kilos- de los árboles debido a que quedan congeladas temporalmente.

Máquinas esparcidoras de sal y quitanieves trabajan en las calles de Nueva York, donde el sábado por la mañana se acumulaban unos 10 centímetros de nieve.

El alcalde de esta ciudad, Eric Adams, pidió a través de Twitter a los ciudadanos quedarse en casa y publicó videos de sus recorridos por diferentes distritos a lo largo del día.

“Quédense en casa”

Los gobiernos de los estados de Nueva York y Nueva Jersey declararon el estado de emergencia y la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, decretó emergencia por nieve.

“Se va a poner bastante feo”, señaló Wu en una entrevista televisiva. “Va a ser una tormenta histórica”, acotó.

Los residentes de Massachusetts se apresuraron el viernes a comprar comestibles, así como productos para derretir el hielo y la nieve con la intención de ayudar a mantener despejadas las aceras y las entradas de sus casas.

La mañana del sábado, Obras Públicas de Boston informó que 500 quitanieves ya estaban trabajando en las calles de la ciudad.

La tormenta provocará temperaturas extremadamente frías con rachas de viento peligrosas entre el sábado por la noche y el domingo por la mañana, indicó el servicio meteorológico.

“Vuelvan a casa esta noche con cuidado, quédense en casa durante el fin de semana, eviten cualquier viaje innecesario”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, en un comunicado, señalando que habría nevadas especialmente fuertes en Long Island, Nueva York y la zona baja del valle del Hudson.

También instó a las personas que tenían que viajar a llenar los tanques de gasolina de sus autos y llevar suministros como raspadores de hielo, mantas y agua en sus vehículos.

Unos 3.500 vuelos, tanto internos como internacionales, fueron cancelados el sábado en EEUU, según el rastreador de vuelos FlightAware. Unos 1.000 vuelos que tendrían que despegar el domingo también han sido suspendidos.

Las cancelaciones el viernes sumaron más de 1.450. Los pronósticos hablan de nevadas de entre 60 y 120 cm por hora, y los fuertes vientos amenazan con provocar “cortes de energía dispersos”.

La tormenta llega después de otra similar que cubrió de nieve hace dos semanas gran parte del este de Norteamérica, desde Georgia hasta Canadá, dejando muchos hogares sin luz y perturbando miles de conexiones aéreas.