El ministro de Educación confirmó el retorno a las aulas este lunes en todo el país. Santa Cruz establece lineamientos para evitar contagios, como la obligatoriedad del uso de barbijo y desinfectante. Además, fijó cuatro filtros de prevención

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14 de marzo de 2022, 7:12 AM
14 de marzo de 2022, 7:12 AM


Este lunes las escuelas de todo el país abrirán sus puertas para recibir a los estudiantes que retornan a clases presenciales, después de dos años de virtualidad. Para evitar contagios lo harán con filtros, bioseguridad y otras medidas, como horarios diferenciados y la restricción de quioscos. 

El ministro de Educación, Édgar Pary, confirmó el retorno a las aulas en todo el país por decisión de los padres de familia que apoyan el aprendizaje dentro de las aulas. Son 2.929.557 de estudiantes que vuelven a las escuelas, de los cuales más de 800.000 corresponden a Santa Cruz.

Pary indicó que, desde el inicio del año escolar, de forma paulatina los colegios han ido adoptando la modalidad presencial y se espera que este lunes lo haga lo totalidad. Hasta la semana pasada, más del 80% de las 16.000 unidades educativas que hay en Bolivia ya había adoptado la modalidad presencial, según el Ministerio de Educación. 

“Al margen de que nosotros (el Ministerio de Educación) no hemos anunciado de manera oficial el retorno a clases presenciales ha primado la voluntad de los padres de familia, es decir, la exigencia de los padres y de los estudiantes de volver a clases presenciales y lo han venido haciendo de forma paulatina. Ya el primer día de clases las escuelas de El Alto estaban llenas de estudiantes. (En las que restan) los padres se están organizando para volver este lunes”, dijo la autoridad.

En Santa Cruz la modalidad presencial fue autorizada por la Dirección Departamental de Educación (DDE), en coordinación con autoridades municipales, padres de familia y maestros.
En La Paz también se ha confirmado para este lunes la vuelta a la presencialidad. 

Los filtros
En Santa Cruz el retorno a las aulas se dará bajo protocolos de
bioseguridad, filtros de prevención y medidas adoptadas por los colegios para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus, como restricciones en el funcionamiento de los quioscos y horarios de diferenciados para el ingreso y salida de clases. 

Las autoridades educativas establecieron lineamientos generales para evitar que se generen brotes en los establecimientos educativos. El director departamental de Educación, Eliseo Huayllani, informó que la instructiva señala la obligatoriedad del uso del barbijo tanto para estudiantes como docentes, así como de alcohol para la desinfección de manos. 

Además, se han establecido cuatro filtros de prevención para evitar contagios, similares a los que se aplicaron durante la emergencia de la influenza A H1N1.
El primero debe ser aplicado en casa, es decir, cualquier estudiante que sienta algún síntoma de resfrío, como tos, fiebre o dolor de cabeza, no tiene que acudir a la escuela. El segundo, en el ingreso al establecimiento educativo, donde se tendrá que medir la temperatura y hacer la desinfección. El tercer filtro lo debe aplicar el profesor en el ingreso al aula, donde también tiene que vigilar que se haga la desinfección. Mientras que el cuarto filtro es el uso del barbijo y del alcohol para la desinfección constante.

También se han dado los lineamientos en caso de que se presenten infecciones dentro de las unidades educativas. “Si se detecta un caso de Covid-19 en un curso, este suspenderá clases por una o dos semanas para hacer la desinfección. Y si se registren casos en distintos cursos, toda la unidad educativa deberá suspender clases para frenar los contagios”, informó Huayllani. 

Colegios adoptan medidas
Además, los establecimientos han establecido sus propios protocolos y medidas con el aval de los padres de familia para minimizar el riesgo de contagio. Es el caso de la unidad educativa Cástulo Chávez, donde se determinó modificar el horario de ingreso y salida de clases para evitar aglomeraciones. 

El director Ciro Bozo informó que se acordó que las clases finalicen a las 11:300, es decir, media hora antes del horario habitual. Para ello, los periodos de clases se acortarán de 40 a 35 minutos.
También se acordó un horario escalonado para el recreo, de modo que no haya aglomeraciones durante el descanso.
El colegio La Salle decidió no habilitar quioscos para la compra de refrigerios, por lo que se ha pedido a los padres de familia que envíen a sus niños con loncheras. 

Además, la administración del colegio solicitó a los padres firmar un consentimiento informado, en el que se comprometen a no enviar a las aulas a sus hijos si presentan fiebre o algún síntoma de coronavirus. También se ha pedido que los estudiantes lleven dos barbijos adicionales al que tienen puesto. 

Por su lado, la unidad educativa San Martín instaló en el ingreso un dispensador de desinfectante y un termómetro digital para la medición de temperatura. Allí tampoco funcionará el quiosco.
La unidad educativa Hermanos Cavanis es otra donde no habilitarán quioscos, por lo que pidieron a los papás enviar a sus niños con raciones secas. 

En el módulo General Barrientos hay un lugar para la desinfección de los calzados y colocaron un dispositivo para medir la temperatura. Asimismo, en el ingreso instalaron un letrero para informar que está “prohibido el ingreso de padres de familia para evitar aglomeraciones”.
Mientras en otras unidades educativas los padres realizaron mingas para limpiar y desinfectar los ambientes, como es el caso del colegio Bailón Mercado y del módulo Lucas Casaert.

Vacunación
Las autoridades recomiendan la inmunización contra el Covid-19 para proteger a los estudiantes y anuncian un plan para aumentar la cobertura con el reinicio de las clases presenciales. 

De acuerdo con la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud, Santa Cruz tiene una cobertura con esquema completo del 24,3 % en niños de 5 a 11 años y del 38,2% en los de 12 a 17 años, hasta el 5 de marzo (ver infografía).
El titular de esta dirección, Freddy Armijo, destacó que en los últimos días aumentó la demanda de vacunas en los menores de 18 años, debido a que se incentivó la aplicación de dosis pensando en las clases presenciales.