Influencer. Es boliviana. En poco tiempo tiene casi 30.000 seguidores en la red social del momento. Ella hizo de su vida cotidiana, una aventura

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16 de octubre de 2019, 3:00 AM
16 de octubre de 2019, 3:00 AM

Dulce. Ácida. Puede cambiar. Claudia Peña siempre fue una de esas revoltosas que ‘rompía’ todo a su paso. “Ahí viene la piña”, le decían sus amigos en los pasillos del colegio. Ella solo sonreía y movía su figura sin parar. Pero, no se imaginaría que esa -su popularidad en las aulas-, la llevaría a convertirse en una de las ‘instagrammers’ del momento.

El origen del sabor

‘La Clau’ es paceña. Hoy vive en Irpavi. Siempre fue apegada a su papá Jaime Peña. Y es amante de su familia. En 2016, cuando estaba en el último curso de secundaria, se creó una cuenta en Snapchat para ‘colgar’ todas sus ocurrencias. Pronto, ese experimento capturó muchos seguidores. Eso le hizo parar las orejas.

En la ‘U’ se anotó en Instagram y cerró el ‘Snap’. Así nació @laclauoficial, una cuenta que, hasta ayer, tenía 27.432 personas. Ese número se formó en poco tiempo y con menos de 300 publicaciones. Sus fans -a los que llama ‘piños’ y ‘piñas’- se han sumergido en su mundo pegajoso precisamente por esa chispa que se desprende de Claudia. Eso, ella lo sabe.

Ha sabido sacarle el jugo a su personalidad y ahora ya es toda una influencer de algunas marcas en Bolivia. “No quiero resultar vanidosa, pero soy una chica linda”, lanza. Y es solo una muestra de que todo lo que sale de su boca está lleno de originalidad, eso sí a su estilo.

La fruta que todos quieren

Ser ‘única’ en su especie parece ser la clave de su éxito. Y dentro de la ‘vorágine’ digital su nombre le hizo un guiño a la organización de los MTV Millennial Awards y fue incluida como uno de los tres influencers bolivianos invitados al espectáculo. Con sus piñas en la mano agarró un avión en junio y se asentó sobre Ciudad de México. Allí siguió desparramando su dulzura a los focos internacionales.

Tiene 21 años. Mide 1.62 m. Está conforme con su estatura. Puede ser dulce por dentro y fuerte por fuera. Conduce un programa de redes sociales en la TV y se alista para su debut en la pantalla grande. Una piña -como ella- jamás está quieta y para enamorarla solo se necesita ‘ser uno mismo’.

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