22 de enero de 2023, 4:00 AM
22 de enero de 2023, 4:00 AM


Planteada está, como se puede constatar, la pelea entre Luis Arce, que tiene el poder oficial gubernamental y la fuerza de los organismos policiales y parapoliciales (movimientos sociales adeptos) y Evo Morales, cada vez más empequeñecido en el país, circunscripto al territorio del Trópico cochabambino, cuyo peso actual aún está por verse. El ‘niño ministro’ Eduardo del Castillo (con la venia del presidente, a quien aún y, por razones obvias, no es posible llamarlo “Jefe”) ha decidido hacer de Chapare su “río revuelto”, el espacio donde se va a “pescar”, es decir, donde se va a centrar, para mostrar el éxito en la interdicción del narcotráfico.

La información que tienen en el Gobierno es que en Chapare hay tantas fábricas de cocaína que, el día que entren, van a encontrar las que quieran, en actividad. Tres fábricas grandes en dos incursiones, es una muestra; ello ocurrió en menos de una semana (esta que pasa), es un éxito grande y la contratación de su éxito. Evidentemente eso les permite no explicar cómo, desde El Trompillo en Santa Cruz, del lado mismo del Hangar de la Policía, salió un avión que fue detenido en una estancia paraguaya, con 2 bolivianos a cargo del mismo y cientos de kilos de cocaína pura. En circunstancias aún no del todo esclarecidas, en el mismo país se encontró otro cargamento, lo que hace presumir que o lanzaron los paquetes, o el avión fue haciendo “escalas”. Tampoco explican que se intervenga las propiedades de los detenidos, cuyos nombres y actividades se conocieron el mismo día, recién a los 4 o 5 días del hecho, cuando los mismos ya estaban “limpios”, sus grabadoras de video “vacías”, etc. De eso no se habla, centrarse en Chapare da más rédito, el resto son “daños colaterales”.

En marzo de 2022, desde su espacio/trinchera radio Kawsachun Coca, Morales decidió entrar de frente a pelearle a Arce/Castillo para mantener un espacio de poder que le permita seguir siendo el único dueño de su territorio, habida cuenta que la coca y los cocaleros del Trópico son su principal y tal vez única fuerza que le queda, coca que va, más del 95%, a la fabricación de cocaína.

En efecto, Morales denunció que en Valle Sacta, el Gobierno había impedido el ingreso de la Felcn a una fábrica de drogas. Desde el Ministerio de Gobierno, el viceministro Jaime Mamani (que sigue en el cargo), el excomandante de la Felcn José María Velasco y el entonces director Nacional de Umopar, Jaime Arancibia, ordenaron al Cnel. Yerko Terán “exfiltre” (salga) del lugar, por orden del min. de Gobierno. Terán salió. El escándalo fue grande, la Felcn entró al día siguiente, quemaron “la fábrica”, pero Terán denunció que esa no era la fábrica a la que él entró, de lo que se dedujo que, desde el poder, se protegió la fábrica a la que se entró con anticipación y se quemó otra. El hecho es que, después de casi un año, no hay nada claro y todos están libres, y Mamani sigue en el cargo como Zar antidrogas y los coroneles no han sido procesados, aunque sí apartados del cargo.

Según Morales (diciembre 2022), Mamani le dijo que desaparecieron unos 500 kilos de cocaína incautada y que la explicación que le habrían dado era que “se pagaba a los informantes con droga”; https://www.paginasiete.bo/nacional/evo-dice-que-el-zar-antidroga-admitio-que-se-paga-con-cocaina-a-los-informantes-de-la-felcn-CM5790114. Nadie se preocupó por desmentir la información.

El hecho es que del Castillo, acusado por Morales y Carlos Romero de narcotraficante, decidió hacer de Chapare el espacio de la derrota de Evo Morales. ¡Quién lo dijera!, el espacio que lo hizo crecer, que lo vio cambiar su destino, de futbolista frustrado a ser el político más importante del país en 30 años, entre su antes y después, puede ser su tumba política, si el Gobierno juega sus cartas inteligentemente.

Morales se preció siempre de que en Chapare no pasa nada sin que los cocaleros organizados no sepan; que tienen un sistema de información y transmisión de informaciones que avisan presencia de policías, de la Felcn, de Umopar; por qué no van a saber del movimiento de extraños al lugar que compran o encargan droga a los cocaleros que, como dice Gregorio Lanza, se encargan de preparar la pasta base que venden a los narcos, que a su vez entregan a otros para la “cristalización”; ¿por qué no van a saber que llega pasta base desde Perú, con el mismo fin? La famosa Policía Sindical del Trópico es la verdadera policía de Chapare; ellos arreglan diferencias entre sus asociados, aplican “castigos y leyes propias”; Lanza dice que es un Estado Federal, yo digo un espacio de poder, ya no de gobierno con autonomía en determinadas actividades delictivas, al menos las relacionadas al ilícito.

Nada de esto es nuevo; el problema es que politizar la interdicción para sacar del espacio político a Evo puede generar la misma resistencia que se generó y le permitió crecer como líder, en los duros tiempos de los “gobiernos neoliberales” a los que Morales presentó una fuerte oposición casi guerrillera.

Una cosa es que el Gobierno actúe con fines de Estado y otra muy diferente que use ese poder y argumento para quitarle poder político a Morales, ¿por qué no, hasta sacarlo de la zona?; el Trópico, Chapare y vastas zonas de Santa Cruz están muy penetradas por los cárteles de México y sobre todo Brasil, en toda la frontera este del país; dominan y llegan hasta Chapare donde, encargan y discuten precios y calidad de la droga que luego se traslada a la Chiquitania cruceña, donde tienen una red de protección, entre varios grupos que se camuflan de “interculturales” demandantes de tierra, pero que se ha constatado, tienen organización militar y están bien armados. De ahí sale a Brasil, Paraguay o Argentina (menos).

Ya conocemos la violencia del poder, la vienen demostrando en Santa Cruz capital hace mucho tiempo y en La Paz para contrarrestar a cocaleros de la línea no gubernamental, por lo que tenemos que alertar que, si bien es necesario actuar contra el creciente narcotráfico que se ha consolidado en el país, hay que hacerlo en el marco legal.

Actuar con sentido no político y en la mirada de la interdicción tiene que ser el norte de lo que hagan; Evo está cayendo en imagen y mando en lo local, ahora está distrayéndose en lo de Runasur, y azuzando la violencia del Socialismo del Siglo XXI en Perú.

En Bolivia, y hasta en su mismo Chapare, se puede “encontrar o desencontrar” con Andrónico Rodríguez, que siente que su exlíder tiene una deuda con él, cuando le impidió ser vicepresidente o le disputó el Senado, con el argumento de que había que saber renunciar.

Andrónico se opone (aun no de frente) al liderazgo y jefatura vitalicia de Morales; quién sabe este sea la punta de lanza “democrática y no violenta”, que puede tener el Gobierno, aunque habrá que ver para quién y cómo trabaja el joven Rodríguez, una vez tenga el poder y chapareño y si logrará gobernar, sin oposición a las 6 Federaciones.

Eso se verá más adelante, por ahora, hay que apagar las mechas de los dos lados, de un mismo paquete de pólvora.

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