Cocina italiana: Consejos para potenciar el sabor de tus platos

La cocina italiana es una de las más famosas del mundo; y no es casualidad, pues el éxito de sus platos está en los ingredientes con los que se preparan. Te contamos un poco más acerca de ellos.

El primero y uno de los más importantes es el ajo. Este ingrediente no solo añade cuerpo y sabor a las preparaciones, sino que, en cantidades adecuadas, es capaz de crear aromas suculentos.

El aceite de oliva es la mejor opción, no sólo para los que buscan un sabor italiano, sino también para quienes buscan cuidar su salud. Este aceite se extrae de la aceituna (cuya pulpa es aceite en casi su tercera parte). Entre sus beneficios podemos destacar sus grasas monoinsaturadas que ayudan a reducir los niveles de colesterol y en las personas diabéticas ayuda a rebajar los niveles de glucemia, entre otras cosas.

La harina de trigo, en general, es otro indispensable en las recetas italianas. Ya sea en forma de pasta o para espesar salsas como la bechamel o carbonara. Actualmente existen opciones libres de gluten aptas para celíacos.

Y no podíamos quedarnos sin hablar del tomate. Ya sea natural o en cualquiera de sus presentaciones, es otro ingrediente clave en diversas recetas. En el mercado podemos encontrar salsa y extracto o puré de tomate. La diferencia es que las salsas vienen en su mayoría cocinadas y listas para consumir. Mientras que el extracto requiere cocción.

Para saber más

Si bien la variedad de especias es amplia, las más usadas para la preparación de pastas, pizzas y postres típicos de la gastronomía italiana son pimienta, romero, nuez moscada, tomillo y, por supuesto, orégano entero o en polvo. El queso, sobre todo el parmesano, es otro complemento que no puede faltar.

Como no podía ser de otra manera, para complementar el sabor italiano no puede faltar una deliciosa copa de vino tinto. Es considerada una bebida muy saludable, siempre y cuando se consuma con moderación en la comida. El vino tinto ayuda a mantener el colesterol bueno, a regular la glucosa en la sangre y a digerir la comida y absorber nutrientes.