El senador y exguerrillero de izquierda Gustavo Petro es favorito para imponerse al candidato de derecha, el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Las fuerzas políticas piden un cambio, marcado por la represión de las masivas protestas

29 de mayo de 2022, 4:00 AM
29 de mayo de 2022, 4:00 AM

Gobernados siempre por conservadores o liberales de derecha y hastiados de un país en crisis, los colombianos podrían este domingo inclinarse por primera vez a la izquierda y subirse al tren de esa tendencia que vuelve a cruzar por América Latina.

El senador y exguerrillero Gustavo Petro, de 62 años y favorito en todas las encuestas, cree que puede conseguirlo hoy 29 de mayo, aunque los sondeos señalan que deberá disputar un balotaje el 19 de junio, en el que también lidera la intención de voto.

Su némesis, el derechista Federico Gutiérrez de 47 años, se perfila como el rival más probable en un país polarizado como pocas veces, pero que clama cambios ante los estragos económicos de la pandemia, el repunte de la violencia que castiga regiones rurales y fronteras, la corrupción, la desigualdad y las heridas que dejó la represión de las masivas protestas.

El sábado 21 fue el último día que las encuestadoras pudieron publicar sus relevamientos. El último informe del Centro Nacional de Consultoría (CNC) del 19 de mayo, muestra primero a Petro con un 35,8%, seguido por Gutiérrez con 20,8% y el ‘outsider’ Rodolfo Hernández, de 77 años, con 19,1%.

El abanico de candidatos lo completan el centrista Sergio Fajardo (5,1%), el evangélico John Milton Rodríguez (0,6%) y el derechista Enrique Gómez (0,3%).

Petro, que por tercera vez busca la presidencia, perdió hace cuatro años con el derechista Iván Duque, que por ley no puede aspirar a la reelección.

Ese segundo lugar en 2018 le valió un escaño en el Congreso, desde donde acumuló apoyo para pelear un desquite por el gobierno del país de 50 millones de habitantes, aliado de Estados Unidos y mayor exportador de cocaína.

Colombia podría así sumarse a la izquierda que gravita en la mayoría de países de Sudamérica y que en octubre se juega el posible regreso de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.

Piden un cambio

Paradójicamente, en Colombia todas las fuerzas piden un cambio, tras el impopular gobierno de Duque (67%) que desató un estallido social inédito.

“Hay mucha frustración, mucha rabia y creo que Petro capitalizó eso”, dice Michael Shifter, profesor de la Universidad de Georgetown.

La derecha en el poder llega debilitada. Su líder natural, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), antiguo protagonista electoral, está de capa caída por enredos judiciales.

“Dos sentimientos resumen al votante: la necesidad de cambio por ese descontento y la desconfianza”, sostiene Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana.

La abstención, que históricamente ha rondado el 50%, podría quebrarse por las expectativas del electorado.

Clima enrarecido y propuestas


Amenazas contra los candidatos y sospechas de fraude atravesaron la campaña.

Bajo el fantasma del magnicidio, que en el pasado frenó con balas la aspiración presidencial de cinco políticos en el siglo XX, los principales aspirantes denunciaron riesgos en su seguridad: Petro; su fórmula vicepresidencial, la ambientalista afro Francia Márquez; y Gutiérrez.

Y en la recta final, la desconfianza en el proceso electoral que tuvo un atropellado desempeño en las legislativas del 13 de marzo alentó las voces de fraude.

En uno de los países más desiguales del mundo y empobrecido (39%) por la pandemia, Petro plantea una economía desmarcada del petróleo y una agenda ambiental y progresista en temas sociales.

De su lado, Gutiérrez batalla para distanciarse de Duque aunque reivindica causas afines: seguridad, inversión privada, Estado austero y valores familiares tradicionales.

Promete mano dura contra rebeldes y ejércitos del narco que persisten en el prolongado conflicto colombiano tras la firma del acuerdo paz con la guerrilla FARC en 2016.

Intenta además asociar a Petro con el Gobierno de la decaída Venezuela, cuya crisis empujó a 1,8 millones de migrantes hacia Colombia. Pero el izquierdista se distancia.

La figura de Francia Márquez (40), que podría ser la primera negra en la vicepresidencia, agita las banderas feministas y el soterrado racismo en el país.