Opinión

Contrapesos electorales

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26 de febrero de 2021, 5:00 AM
26 de febrero de 2021, 5:00 AM

Por Carlos Guzmán Vedia

A pesar de las amenazas y chantajes del presidente Arce y Evo Morales de negarse a trabajar con alcaldes que no sean del partido de gobierno, el MAS no logra despegar en la preferencia electoral para los comicios subnacionales, ni tampoco es considerado opción para gobernar ninguna Alcaldía del eje troncal; en ciudades como Santa Cruz y El Alto están en vísperas de obtener su peor votación histórica.

Las encuestas difundidas generan la tendencia de contrapesos políticos de las ciudades capitales del eje central y El Alto en relación a la hegemonía masista que domina el Gobierno central. De concretarse esta tendencia el próximo 7 de marzo, se repite el escenario político del último lustro en el país, donde el MAS no puede conquistar la Alcaldía de ninguna ciudad principal.

Hay varias aristas de análisis; fuertes liderazgos regionales, exceso rural del MAS, falta de propuesta hacia las ciudades, ausencia de cuadros urbanos, etc.; sin embargo, se entiende que las ciudades emiten un voto que contrapese al abuso sistemático del Gobierno central hacia las alcaldías. Sumado a ello, la ciudadanía del eje troncal tiene dos antecedentes que respaldan esta posición; el exalcalde alteño Edgar Patana, procesado por corrupción y actualmente libre; y el exalcalde cochabambino Edwin Castellanos, ‘El Cholango’, acusado de negligente luego de la caída de un puente a meses de su inauguración, hecho archivado en la impunidad.

Dichas gestiones nefastas han demostrado la incapacidad del MAS para gobernar las ciudades principales del país, y lo alejan de la confianza urbana, pues, la ciudadanía en un razonamiento lógico deduce que otorgar todo el poder del Gobierno central y local a una sola fuerza política, en vez de traer obras y facilitar el trabajo, lo que traen es negligencia, corrupción e impunidad, porque las autoridades locales del MAS gozan de un manto de protección del Gobierno central y del poder judicial. Por el contrario, autoridades que no son de la línea del partido de gobierno están obligadas a trabajar, ser eficientes y transparentes, porque saben que ante la menor irregularidad, aparece el Gobierno central para perseguirlos con chicanerías judiciales, deponerlos o encarcelarlos, por tanto, este equilibrio de poderes políticos garantiza que los liderazgos locales disimulen una línea de transparencia no siempre reconocida por la ciudadanía.

Ante la falta de un equilibrio institucional en un estado corporativo, y sumado a las presiones de la cúpula del MAS sobre los electores urbanos, presiones que atropellan la Constitución, el sistema de leyes que regulan la administración pública y la coordinación obligatoria entre los niveles del Gobierno, -y más de un par de artículos electorales-; ante ello, la misma ciudadanía genera contrapesos electorales, enviando un claro mensaje de exigir legítimos contrapesos políticos ante el penoso desequilibrio institucional en los cuatro poderes del Estado.

 



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