Covid-19: ¿por qué unos se mueren y otros no?

No es una pregunta fácil de contestar. Todavía estamos aprendiendo sobre esta enfermedad de múltiples facetas. Los estudios que se llevan a cabo nos enseñan, poco a poco, a comprender esta patología tan cambiante. La mayor parte de la gente que se contagia de Covid 19 (un poco más del 80%) tiene leves, pocos o ningún síntoma. El problema radica en que nadie sabe a cuál de esos tres grupos pertenece. ¿Quiere arriesgarse? Y hay otros tres grupos entre las personas que se enferman: Los que sanan relativamente bien, los que mueren y los que “sanan”, pero tienen síntomas a largo plazo, lo que ya tiene un nombre. Se llama covid prolongado.

El covid prolongado se manifiesta con síntomas como dolor de cabeza, dificultad para respirar, cansancio fácil y pérdida del olfato y el gusto. Un estudio realizado en 384 personas que estuvieron hospitalizadas por Covid-19 y salieron aparentemente “sanas”, mostró que 53% de ellas tenían fatiga fácil (no tenían aliento, dijeron) durante uno a dos meses después de ser dados de alta, un 34% tenía tos persistente y un 69% cansancio.

Pero, en general, un análisis de los datos muestra que un 13% de los que experimentan síntomas de covid, los mantienen más de 28 días. Un 4% más de 56 días. Aquellas personas que manifestaron tener más de cinco síntomas de Covid-19, probablemente tengan covid prolongado. También parecen ser factores de riesgo la edad avanzada, la obesidad y el sexo femenino. Lo que sorprende es que también hay personas bien alimentadas, de mediana edad, asintomáticas, que manifiestan la enfermedad uno o dos meses después de la infección inicial.

Los resultados preliminares de un estudio que todavía se encuentra en ejecución, sugiere que el Covid-19 puede afectar –a largo plazo- los órganos de las personas. Se realiza en 200 personas recuperadas de Covid-19, y muestra deterioro leve en 33% de los corazones, en 33% de los pulmones y 12% de los riñones. El 25% de estos pacientes tiene daño multiorgánico. La edad media de estos pacientes es de 44 años. Saquen ustedes sus conclusiones.

Hasta ahora ya sabemos que la edad avanzada, las enfermedades de base y la mala alimentación son factores coadyuvantes para el desarrollo de la enfermedad, pero el Covid-19 tampoco respeta a las personas bien alimentadas y físicamente en buen estado. Y, en todo caso, la observación, primer gran paso de la investigación científica, nos muestra que las aglomeraciones deben evitarse, así como el charlar entre personas sin barbijo, aunque sean conocidas porque no sabemos con quién estuvieron antes de nosotros, que hay que caminar con alcohol en la mano, que hay que lavarse las manos tan frecuentemente como sea posible y principalmente no salir de casa si no es estrictamente imprescindible. La observación también nos ha mostrado que la magnitud del daño provocado por el SARS-CoV-2, parece estar en relación directa con la magnitud del agente infeccioso aspirado. A mayor aspiración del virus, mayor gravedad de la enfermedad que puede llegar a la muerte. Por lo tanto, tiene más probabilidades de morir aquel que se expone más al virus sin tomar las precauciones necesarias.

Señores: más vale prevenir que lamentar.