Conflicto. El Ejecutivo accedió a las peticiones del sector, que exige ampliar el diferimiento de créditos por la caída de sus ingresos en 42%. Un especialista observa que el presidente no tiene el control político de las calles

17 de enero de 2021, 18:35 PM
17 de enero de 2021, 18:35 PM

El conflicto entre el Gobierno y el transporte deja en evidencia dos factores determinantes que llevaron a ambos actores a colisionar entre sí. El primero es que la crisis tocó fondo en uno de los sectores considerados ‘como intocables’ debido a la caída de los fletes hasta un 42%. Y el segundo, expone, según analistas consultados por EL DEBER, la fragilidad del Gobierno de Luis Arce, que hizo concesiones en su primera crisis.

Y es que bastó un día de paro, aunque surgieron fricciones internas, para que el transporte logre doblegar al Gobierno. La administración del jefe de Estado cedió al pedido del sector y dispuso un periodo de gracia de seis meses para los créditos; es decir, que durante este periodo los prestatarios que refinancien o reprogramen no pagarán ni capital ni intereses a las financieras.

El experto en administración pública José Luis Santistevan explicó que el hecho demuestra que Arce no cuenta con el poder político para frenar a sectores que tienen capacidad de movilización. Y al no tener control, una de las mejores cualidades del expresidente Evo Morales, realiza concesiones que -para él- ponen en riesgo la solidez del sistema financiero.

“Esto no lo hacía ni Evo Morales, que era consciente de que debía mantener la solidez del sistema financiero”, sostuvo.

Mientras que el especialista financiero Jaime Dunn cree que el Gobierno solo busca no complicar su gestión y más con ramificaciones de este sector, que en algún momento estaba ligado al actual partido de Gobierno. No obstante, dijo que una ampliación del diferimiento de los créditos o periodos de gracia prolongados perjudicarán al sector financiero.

Desde diciembre, el sector del transporte amenazaba con movilizarse si las autoridades no ampliaban el diferimiento de los créditos por un semestre más.

El año pasado, debido a la crisis generada por la pandemia, el Gobierno de Jeanine Áñez ordenó el diferimiento de créditos para los prestatarios, que debían retomar sus pagos desde enero de este año.

No obstante, muchos sectores no pudieron recuperarse. Esto generó que el transporte salga a las calles, tras fracasar las primeras negociaciones con el Gobierno para ampliar el beneficio.

Pero tras un paro contundente de 24 horas, y ante la amenaza de ir a uno indefinido, el Gobierno de Arce cedió. Además, un nuevo conflicto sigue en puerta, tomando en cuenta que una parte del sector exige mejorar la oferta hecha por el Gobierno, de lo contrario volverán a las calles.

Crisis

Y es que los transportistas volverán a las calles porque la crisis, generada por la pandemia, también golpeó al gremio. Este golpe se ve reflejado en la reducción de los fletes y la reducción de los niveles de cargas en el sector del transporte de carga internacional.

A esto se suma la paralización del flujo de pasajeros de las empresas que prestan el servicio del transporte a escala internacional que no se reactiva hace 10 meses.

Alfredo Borja, presidente de la Cámara Boliviana de Transporte, indicó que, por ejemplo, el flete de un camión de carga entre Santa Cruz y Arica, antes de la pandemia, tenía un costo promedio de $us 2.400. Pero la tarifa se redujo hasta en $us 1.400, es decir una caída de un 41,67%.

Otra ruta muy comercial es Arica-La Paz, que antes de la emergencia el flete llegaba a $us 1.400, pero en la actualidad la tarifa bajó a $us 900, una reducción del 35,71%.

“Dice que somos un sector privilegiado por la subvención del combustible, pero al final la pagamos con cargas aduaneras y los impuestos”, refutó Borja.

El dirigente aseguró que es necesario que el Gobierno otorgue un diferimiento que permita la recuperación del sector y sus diferentes subsectores afectados.

Caso contrario, precisó que más de 32.000 afiliados a las diferentes organizaciones como el transporte libre, las federaciones y la misma cámara del sector, se harán sentir en las calles.

Reynaldo Yujra, director ejecutivo de la autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), admitió que continuar con el diferimiento no es bueno para los prestatarios y que frente a la demanda del transporte se plantea una salida como la reprogramación, refinanciamiento y los periodos de gracia, para beneficiar a sectores más pequeños que no han podido recuperarse.

“Por esos escenarios de análisis se moduló esta ventaja del periodo de gracia”, agregó.

El Ministerio de Economía indicó que solo el 10% de la cartera crediticia fue diferido. Añadió que el periodo de gracia permitirá una capitalización importante de recursos para la banca.

Datos del sector


Combustibles. Es muy importante que la eliminación de los subsidios a los precios sea dialogada. El de la gasolina con el sector del autotransporte porque tiene un alto costo para el Estado, dice la Fundación Milenio.


Rebajas y rutas.
 En cuanto al transporte público urbano, en Santa Cruz los micreros consiguieron un descuento en el costo del SOAT. Entre sus demandas reclaman la seguridad jurídica (concesión de rutas por 10 a 20 años) y la rebaja de impuestos de importación para vehículos nuevos (Tinkazos/2014).

Dirigencia. La administración del servicio de transporte se desarrolla por una gestión económica en condiciones de monopolio gremial y se sustenta en el liderazgo sindical y de experiencia empírica. Los choferes carecen de seguros, según la publicación Tinkazos (dic. 2014).