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Dar el 1% adicional cada día

6 de febrero de 2022, 5:00 AM
6 de febrero de 2022, 5:00 AM

Es común escuchar a algún deportista decir ante las cámaras de televisión “dimos el 110% en la cancha para lograr la victoria”. James Clear, en su libro Hábitos Atómicos, propone una estrategia por demás sencilla. Ésta, denominada Agregación de Ganancias Marginales, rompe con el esfuerzo agotador que impone dar un 110%, pues invita a las personas a mejorar cada día el 1% a través de la implementación de hábitos que generen a diario pequeños cambios positivos. Con el tiempo, este esfuerzo constante genera hábitos transformadores y sorprendentemente poderosos que hacen una gran diferencia e impactan a nuestra sociedad.

Esta estrategia es multidimensional, porque es aplicable a todos los ámbitos de la vida, al familiar, al personal, al profesional, al de nuestras finanzas, etc. Nuestra vida es el resultado de lo que constantemente repetimos, es decir acciones convertidas en hábitos. Esta repetición sin innovación o cambio, nos lleva siempre a lograr los mismos resultados y, en consecuencia, muchas veces a quejarnos de ellos.

El lamento boliviano es el resultado de esta rutina de acciones que se repiten en nuestra sociedad. Mirarnos y sentirnos un país tercermundista, y no en vías de desarrollo (como lo denominan los organismos internacionales) es seguir cayendo en un círculo vicioso. Por otro lado, soñar con ser la Suiza de América del Sur parecería ser un objetivo bastante ambicioso. Pero que tal si incorporamos diariamente hábitos positivos, concentrándonos más en el proceso para que se introduzcan en nuestro AND y no se pierdan en el camino. Desde esta perspectiva, los dirigentes que recurren a la medida repetitiva y perjudicial del bloqueo de caminos, podrían encontrar alternativas más eficientes para hacer que sus demandas sean escuchadas. Además de no afectar a terceros, ajenos al problema, evitaría el seguir mostrándonos con nuestros países vecinos como un país tranca.

Implementando el hábito de ver y ejercitar nuevas alternativas de llevar adelante nuestros emprendimientos empresariales, superando las caídas que ello implica y con creatividad las limitaciones propias del mismo (falta de acceso al financiamiento, apertura de mercados, apoyo gubernamental para Pymes en su etapa inicial, como la exención temporal de impuestos, etc), es muy posible que el grado de informalidad de nuestra economía se reduzca y que en la microeconomía se experimenten verdaderos indicadores de crecimiento.

La generación de nuevos hábitos en el ámbito de nuestro accionar en la economía, no es una labor titánica, es una labor de sostenibilidad, de enfoque en el proceso más que en el objetivo. Ese esfuerzo diario del 1%, de generar e incorporar un hábito positivo de cada trabajador, empresario, emprendedor, gerente propietario; es una energía cuyo resultado es mucho mayor que la suma de sus partes. Es la llamada sinergia. Es esto lo que transforma a los países, pues pone en ejecución los planes de desarrollo.
Desde hace mucho los economistas hablan de que un crecimiento sostenido del 7% anual sacaría a Bolivia de los niveles de pobreza en los que aún se encuentra, pese a los avances de los últimos años, que están por perderse como resultados de la crisis que ha generado la pandemia. Ese 7% no es mágico, es una posibilidad que puede estar inserta en ese esfuerzo diario del 1% adicional para crear hábitos positivos en nuestro accionar en el ámbito de nuestro trabajo o emprendimiento.

Un componente fundamental de este 1% es que no debe tener una carga egoísta, es decir que solo visualice un interés muy particular, sino que debe ser expansivo, es decir que de manera consciente genere un impacto en las personas de mi entorno. Desde esta perspectiva el éxito de un emprendimiento no solo debe estar enfocado en lucrar, sino en generar empleos y mejores condiciones de vida para las personas que participan del mismo. Eso genera una sociedad más equilibrada e inclusiva.