La investigación se realizó en 2019. Existen grabaciones telefónicas, audios y videos legales de reuniones de los narcotraficantes que figuran en el pedido de extradición de Estados Unidos a Colombia

17 de enero de 2022, 4:00 AM
17 de enero de 2022, 4:00 AM

La acusación formal presentada a la Corte Suprema de Colombia, de parte de la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, fue el inicio de todo.

La fundamentación del pedido de extradición del ex mayor de policía de Bolivia Omar Rojas Echeverría, denominado como el Pablo Escobar boliviano, y otros cinco personajes por delitos de tráfico internacional de cocaína, reveló que las investigaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos (EEUU) descubrieron nexos de los extraditables con los más altos niveles del Gobierno de Bolivia.

Una de las partes más importantes del documento, sustentado en las investigaciones de la DEA, señala que “a lo largo de las reuniones y conversaciones telefónicas grabadas legalmente, los acusados describieron sus extensas experiencias de narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del gobierno boliviano”.

Estas revelaciones están contenidas en el documento oficial presentado por Estados Unidos a la Corte Suprema de Colombia, al que accedió EL DEBER. La información recogida indica que la DEA realizó las investigaciones desde inicios de 2019, cuando Evo Morales era presidente del Estado Plurinacional, y Carlos Romero fungía como ministro de Gobierno.

Fruto de las pesquisas, en marzo de 2020, durante un operativo combinado en Colombia, denominado Andes, fue detenido Omar Rojas Echeverría, junto a los también extraditables bolivianos Jheyson Montaño Fernández y Herland Montaño Fernández, además del peruano Rómulo Ramírez Rodríguez.

Según el reporte difundido e investigado por la Revista Semana, de Colombia, el ex mayor Omar Rojas Echeverría mantuvo nexos con altos jefes policiales, utilizando sus cargos oficiales y conexiones para obtener acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar los cargamentos de cocaína en grandes cantidades por parte de otros miembros de la red de traficantes y para organizar la protección, desde las fuerzas del orden, de esos cargamentos de drogas.

El documento oficial presentado por Estados Unidos a la Corte Suprema de Colombia, en base a las pesquisas de la DEA, evidenció que Omar Rojas Echeverría participó, junto a los otros acusados de la banda internacional de traficantes, en una serie de reuniones y llamadas telefónicas que fueron grabadas legalmente.

Las investigaciones además señalan que Omar Rojas y los otros extraditables eran proveedores a gran escala de laboratorios de cocaína que operaban en Bolivia.

“Entre julio de 2019 y febrero de 2020, una fuente confidencial que trabajaba en representación de las autoridades del orden y que tenía una relación previa con Rojas Echeverría, participó con los acusados en una serie de reuniones y llamadas telefónicas que se grabaron legalmente”, dice el documento.

De acuerdo con el informe de la revista Semana, basado en las investigaciones de la DEA, en el sustento de pedido de extradición de Omar Rojas Echeverría, este es señalado como “un capo en alianza con una red que tenía enlaces en Perú, Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos, enviando cientos de toneladas de cocaína y armas”.

La información de la DEA, en poder de Semana, señala que Rojas tenía estrechas relaciones en los más altos niveles del Gobierno de su país, donde es considerado una especie de Pablo Escobar.

Según los reportes oficiales, cuando Omar Rojas Echeverría cayó preso en Bogotá, en el operativo combinado Andes, también se detuvo a otros cinco personajes en Lima (Perú), entre ellos a Jorge Roca Suárez, alias ‘Techo e paja’, que ya cumplió condena en Estados Unidos por narcotráfico.

Según la acusación presentada por ese país a la Corte Suprema de Colombia, “una investigación realizada por las autoridades del orden público identificó a una organización narcotráfico (ONT) que opera en Bolivia, que distribuye cocaína para su importación final a los Estados Unidos, y específicamente al estado de Nueva York.

 Tercer hombre de la Policía

El ex mayor de la Policía, Omar Rojas Echeverría, fue dado de baja por deserción en 2014, cuando su hermano, Alexander Rojas, fue designado director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) en Santa Cruz.

Durante el Gobierno de Jeanine Áñez y la gestión del general Rodolfo Montero, Alexander Rojas fue replegado al Comando General, acusado por supuesta complicidad en los sucesos violentas registrados en Cochabamba, por grupos afines al MAS, durante los conflictos por las denuncias de fraude electoral de 2019.

En noviembre de 2020, luego de que Luis Arce asumiera la presidencia de Bolivia y el MAS retomara el poder, Alexander Rojas fue uno de los escoltas de Morales cuando este regresó a Chapare, en Cochabamba.

Semanas después, Alexander Rojas fue posesionado como director nacional de Planeamiento y Operaciones. Y posteriormente, ante un panorama conflictivo en la Policía, debido al inicio de procesos contra policías acusados del motín en 2019, Alexander Rojas fue promovido a Inspector General, constituyéndose en el tercer cargo más importante en la institución verde olivo.