Opinión

OPINIÓN

Del ridículo no se vuelve; definitivamente, no

28 de noviembre de 2021, 5:00 AM
28 de noviembre de 2021, 5:00 AM

Del ridículo no se vuelve; definitivamente, no Pongamos fin a la violencia de género digital Juan Domingo Perón, entre tantas otras cosas (buenas y malas) que dijo, sentenció : “Se vuelve de todos lados, menos del ridículo” y, al parecer, esto es lo que va a quedar de la “marcha de apoyo que organizó Evo Morales para apoyar a Luis Arce que no logra juntar gente, aunque claro, ya se sumarán miles para llegar a La Paz y mostrar, ridículamente, que Morales tiene convocatoria para apoyar a su hermano Lucho”, que lo esperará para juntarse “a quienes lo apoyan” y bajar a la ciudad (si las circunstancias y el clima político lo favorecen). Como no se puede quedar callado, Evo Morales dijo que si la marcha duraba un mes, él la hubiera terminado sin problemas; yo creo que un año, también lo hacía, así se hablaría de él… ese es un hecho.

En Bolivia se marchaba para expresar descontento, para reclamar, se marcha para reivindicar derechos conculcados; no se marchó nunca para apoyar al presidente en ejercicio, así sea Arce, tan carente de apoyo popular. Partamos de la siguiente constatación: no se hubiera organizado semejante gasto de plata y logístico, juntando tanto empleado público, parlamentarios evistas, cocaleros y otros en apoyo al presidente, si Evo Morales no hubiera necesitado mantenerse en vigencia.

Hace un tiempo escribí y dije que Morales se había reducido a la condición de “inquilino dominical” de la Radio Kawsachun Coca, desde donde habla cada domingo, con un preguntador previamente adoctrinado sobre qué es lo que debe preguntar y después de eso, se perdía entre las periferias de la política, visitando pueblos pequeños donde seguramente no se han enterado que “su cuarto de hora”, pasó hace rato.

Recién nomás, cuando Arce cumplió un año como inquilino de la Presidencia (no ha asumido su condición de responsable absoluto de ese cargo por los próximos 4 años y dueño de casa), Morales se fue del país; concretamente a Argentina “dizque” a celebrar la derrota de Alberto Fernández (donde también se hizo una marcha de apoyo), porque sabía que ese día su presencia iba a pasar desapercibida y para él, estar en un sitio sin ser visto no entra en sus planes.

Pero el hombre porfía y a veces logra lo que busca; así pasó cuando desde los micrófonos y pantallas de la radio cocalera (que le cuesta mucha plata al Estado y no justifica su presencia porque no se puede mantener) tiró, al pasar la palabra federalismo y de inmediato pescó, nada más y nada menos que al gobernador cruceño, que salió a “recordar” al pueblo que era uno de los postulados de su candidatura, propuesta que escondió porque no era conveniente promocionarla si quería votos en occidente, donde no logró ni el 5%, sumando los 3 departamentos de la altura (pero ese es otro tema).

Advertí que Morales iba a tirar el federalismo para hablar de “separatismo”, igual que lo que hizo con las autonomías que terminó imponiéndolas, a los departamentos que no las aceptaron en el referendo y, en menos de una semana lo hizo, tal como se lo había vaticinado y no es que uno sea mago… es simplemente que él (el huido) es así… y ya acusó al federalismo de ser una punta de lanza “separatista”.

Si los oponentes de Morales se tomaran en serio ellos mismos, seguramente se ocuparían de otras cosas hechas y dichas por Morales y no discutirían lo que a él le interesa defenestrar porque no le entiende o tiene miedo de que ocurra, pero, no se puede, Morales provoca y ellos salen al ruido, que no tiene ningún valor porque “el ex”, o el huido ya no es nada, más allá de que le hayan regalado ese título de jefe de un partido que hoy sirve aun para ganar elecciones y nada más.

El MAS tiene vigencia por “inercia política”; porque a nadie se le ha ocurrido proponer algo nuevo o darle contenido a lo que hay; el MAS está por el recule político de quienes debieran entender que para hacer política, debe construirse partidos fuertes; ideológicamente definidos, partidos que propongan, que ubiquen un espacio en el que se van a mover principalmente, sin dejar de tener propuestas para todos; los partidos necesitan un punto de apoyo y hoy no lo tienen; los partidos no nacen para ser “la contra del que está”, sino para generar la esperanza por lo que no hay. Los partidos necesitan captar militancia convencida, lograr simpatías y todas esas cosas que ellos (los anti) no hacen porque han confundido el “jefismo” (si vale el término) con la idea, con el hecho generador del partido y así les va.

Morales está desesperado y eso lo notamos todos; su último papelón fue el de amenazar a “algunos” (palabra favorita del cobarde que teme enfrentar a quienes odia) medios que se refieren a la “marcha procesión” organizada seguramente con plata venezolana (donde viaja seguido) porque es difícil que Alberto Fernández lo pueda auxiliar con unos pesos devaluados cada vez más, porque con seguridad los va a necesitar para su propio desayuno. ¿Arce puso? Puede ser, debe ser tanta su necesidad de ver gente que lo apoye que es capaz de sacar unos pesos (varios y hartos, porque la gente se mueve con plata y la logística también) aunque su aporte sume luego a la deuda que cada vez crece más (ya va por 20.000 millones entre externa e interna).

Morales sabe que los medios muestran (como debe se) lo que él no quiere que se vea… una columna espaciada, llena de vehículos oficiales y gente con poca gana y advierte con la posibilidad de que se acabe la paciencia (no dijo de quién) hacia los medios y por eso advierte: “Pedimos a otros medios de comunicación que no estén falseando la verdad. Cuidado, cuidado que se acabe la paciencia para algunos medios de comunicación. Con mentiras y hasta especulaciones, nosotros hablamos la verdad y nos preocupa el comportamiento de algunos medios”.

No hay de qué preocuparse, con esa declaración ya sabe que tiene un día de primeras planas y una semana de debate, luego dirá que no fue o que quiso decir; nada nuevo en él… por eso queda claro que “del ridículo no se vuelve”.

Ah, Perón también dijo: “Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento”… parece que al Gobierno le gusta la gente en la calle.

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