La población del campo se niega a recibir las dosis contra el coronavirus. El personal de salud debe salir a las calles a rogar a los pobladores para que se hagan vacunar. La ciudadanía del área rural se queja por la falta de información.

11 de junio de 2021, 7:36 AM
11 de junio de 2021, 7:36 AM

En Achacachi el personal de salud ruega para que la población de ese municipio vaya a vacunarse a un centro médico. Una enfermera salió ayer a la plaza central para que -sobre todo adultos mayores- se hagan inmunizar contra el coronavirus. Pocos acceden, la mayoría niega la inoculación. Eso también en varias rurales de La Paz, Cochabamba, Oruro, Tarija y algunas zonas de Santa Cruz.

El ruego del personal médico a veces es replicado por un megáfono. Los médicos y enfermeras de Achacachi, en la provincia Omasuyos de La Paz, tienen que salir de los centros médicos para que la población se pueda vacunar. Todo lo contrario a lo que sucede en ciudades capitales, donde la ciudadanía hace filas para que se le aplique una de las dosis.

“Este centro (de salud) debería estar lleno, con filas para recibir la vacuna. Eso no ocurre, los primeros días (de la vacunación) sí hubo algo de fila, pero hoy tenemos que ir a buscarlos, tenemos que rogar para que se vacunen”, explicó un médico de Achacachi.

Son diversos motivos por los que la población del área rural -al menos en La Paz- no acuden a los puntos de vacunación. El médico Juan Dávalos explicó que existe desinformación en el área rural y detalló que en Achacachi va desde las creencias hasta que la vacuna provoca infertilidad.

Edwin Larico, autoridad indígena de los Ponchos Rojos de Achacachi, solicitó más información sobre las vacunas para que la población pueda acudir a los centros de inmunización. “Hay algunos hermanos que quieren la vacuna, otros no porque tienen miedo. Pedimos que nos digan cómo es, queremos más información”, señaló.

Lo mismo sucede en Copacabana, también en La Paz. La población mayor a 40 años en este municipio se niega a recibir la segunda dosis, por lo que también el personal de salud tiene que salir a las calles a “rogar” a la ciudadanía para que acuda al centro de salud.

En Vacas, un municipio del departamento de Cochabamba, la población también se niega a recibir la segunda dosis y el personal de salud tiene que “perseguir” a las personas para que se vacunen.

“Para aplicar la primera dosis hemos publicado comunicados y spots en la radio y en el único canal de televisión que tenemos, pese a eso la gente no acude. Algunos vienen a recoger su (suplemento alimenticio) Carmelo y aprovechamos eso para atenderlos, pero se escapan por otro lado, tenemos que perseguirles”, relató Janeth Durán, jefa de enfermeras del centro de salud de Vacas.

El pedido del Gobierno

La viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, María Renee Castro, pidió a la población del área rural del país que acuda a los centros de vacunación y prometió mejorar la estrategia de información en el campo sobre el plan de inmunización contra el Covid-19.

“Nosotros podemos evitar llegar a terapia intensiva y fallecer con las dosis que vamos recibiendo a través de las vacunaciones. Ese mensaje debe ser replicado en el área rural”, afirmó Castro.

En Tapacarí, en la región de Cochabamba, el personal de salud debe ir casa por casa para que la población reciba la vacuna.

En Pando, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de esa región Danny Mendoza, explicó que la población de área rural también se niega a vacunarse. “En el área rural tenemos el mismo problema que en todo el país, la gente no quiere vacunarse”, resaltó.

En Santa Cruz hay municipios donde la población no quiere recibir la vacuna. Carlos Hurtado, jefe de Epidemiología del Sedes, explicó que a San Matías, San Ignacio de Velasco, Puerto Suárez o Puerto Quijarro llegan personas de la capital para inmunizarse.