Empresas del sector exportador desvían carga vía terrestre, saliendo por Yacuiba, y por puertos del Pacífico. El 27% de los 5,2 millones de toneladas exportadas regularmente por Bolivia sale por la hidrovía

7 de septiembre de 2021, 12:36 PM
7 de septiembre de 2021, 12:36 PM





La sequía afecta al río Paraná /Fotos: AFP

La histórica baja en el caudal de la hidrovía Paraguay-Paraná (HPP), atribuida a la sequía, impacta el movimiento de carga fluvial, desde y hacia Bolivia, que de enero a julio de la presente gestión registró un volumen de 643.440 toneladas, un 10% menos con respecto a similar periodo de 2020. 

Las condiciones adversas de navegabilidad dificultan el intercambio de mercancías de operadores económicos que recurren al transporte terrestre para desviar la carga hasta puertos con acceso al océano Atlántico.

Según un recuento comparativo del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del INE, de enero a julio de este año Bolivia movilizó 643.440 toneladas de carga fluvial. En 2020, en el mismo tiempo de análisis, generó un flujo de 716.551 toneladas.

A juzgar por el gerente general de la organización empresarial, Gary Rodríguez, la baja del calado del caudal del río Paraná y Paraguay implica una seria afectación al comercio exterior boliviano porque las barcazas no cargan al 100% de su capacidad, lo que influye en el costo de las mercancías e implica la necesidad de hacer operaciones adicionales para sacar o ingresar mercadería por esta vía fluvial que conecta a Bolivia con el Atlántico.

Ahora mismo, a decir de Rodríguez, la baja del caudal en la hidrovía obliga a los operadores del comercio exterior a tomar otras opciones, como el transporte carretero, aunque es más caro, con la finalidad de cumplir sus compromisos comerciales. La otra alternativa es operar con puertos del Pacífico, aunque resulte más caro.

Según el gerente técnico de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Rafael Riva, el descenso de los niveles de agua en la HPP no permite el normal flujo de la carga, debido a la disminución del periodo de navegabilidad por el Canal Tamengo. Además, dijo que las embarcaciones están sujetas a restricciones de calado, por lo que no pueden ser utilizadas a capacidad plena.

Riva anotó que las empresas están desviando carga vía terrestre, saliendo por Yacuiba, y por puertos del Pacífico, lo que implica otras dificultades en los pasos de frontera debido a las restricciones y limitaciones que ponen los países de tránsito (Argentina, Chile y Perú).

De acuerdo con la Cadex, el 27% de los 5,2 millones de toneladas exportadas regularmente por Bolivia salen por la HPP. En 2019, se exportaron 1,3 millones de toneladas vía fluvial; sin embargo, en 2020 se despacharon 656.000 toneladas y este año se mantienen las perspectivas de exportación de 2020.






Operadores logísticos

Desde Puerto Jennefer, el gerente general Bismark Rosales afirmó que el año pasado y en la presente gestión la bajada de agua en la HPP fue muy significativa, aunque aludió que este fenómeno climático es cíclico y se repite cada 50 años.

Dio cuenta de que en 2020 consiguieron trabajar con muchas dificultades, pero no pararon. “El impacto influye severamente porque tenemos una merma de entre 40 y 45% del volumen de carga”, sostuvo Rosales, dejando entrever que a pesar de la contingencia Puerto Jennefer está planificando y haciendo las inversiones necesarias para encarar un plan de carga más agresivo en la gestión 2022.

La sequía que afecta al comercio fluvial de Bolivia también pasa factura a Paraguay. Así, el director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos de Paraguay, Juan Carlos Muñoz, citado en América Economía, dijo que la sequía hizo que los tiempos de viaje hacia el Río de la Plata se triplicaran.

“Todo el comercio está demorado. Es un año complicadísimo, ya que el 96% del comercio de ultramar de Paraguay se maneja por el río y esto implica una afectación a la economía nacional”, apuntó.