29 de mayo de 2023, 4:00 AM
29 de mayo de 2023, 4:00 AM


Sin lugar a dudas, el departamento más exitoso de Bolivia es Santa Cruz, nos hemos convertido en el refugio de todo el país, aquí recibimos migrantes que se vienen expulsados de la pobreza de sus zonas de origen, de la falta de capacidad de sus autoridades para generar fuentes de trabajo y buscando mejores días para sus hijos, pero también en Santa Cruz se han refugiado la mayor aparte de los directorios de bancos nacionales, la totalidad de las empresas que todavía radican en el occidente, tienen a Santa Cruz como su sede alternativa y muchos extranjeros se han sentido atraídos por el éxito de una sociedad abierta, solidaria, competitiva y que tiene en sus genes la competitividad.

Los ricos del occidente se han refugiado en las colinas del Urubó, y los migrantes económicos en los barrios populares de Santa Cruz.

Durante la dictadura del MAS, hemos sufrido un proceso sostenido de agresión institucionalizada que podríamos llamarla terrorismo de Estado, porque es desde el poder donde se han sufrido las mayores agresiones.
En octubre de 2003 se acusó al Gobierno constitucional de querer dejar La Paz y continuar su gestión desde Santa Cruz; el objetivo: unificar al occidente contra el oriente.

Una vez conseguido el objetivo de falsificar la Constitución, acabar con la Republica, crear el fracasado “Estado Plurinacional”, se inició el desmantelamiento de la oposición con casos como El Porvenir en Pando y el caso terrorismo en Santa Cruz, sin olvidar los asesinatos de La Calancha en Sucre y el de Cristian Urresti en Cochabamba. La violencia estatal, no solo represiva sino también judicial y política, empezaba a consolidarse como forma de gobierno.

En todos estos casos la violencia estatal estuvo acompañado de un componente de guerra sicológica que en teoría política se llama asesinato de la reputación, que tiene sus reglas y sus estrategias y cuyo mayor experto fue Willi Munzerberg, un alemán comunista, y como en gran medida las sociedades y las personas viven de la imagen que proyectan, existen fórmulas para destrozar la reputación de la gente y de su sociedad.

A los cruceños inicialmente se nos quiso mostrar al país como separatistas, luego como terroristas, después como fascistas, y ahora nos quieren mostrar como una sociedad donde sus empresarios viven de lo ilícito, del engaño, que sustentan su éxito empresarial apropiándose de los ahorros de la gente, que han creado instituciones bancarias para hacer negocios al margen de la ley. Es prudente advertirlo: El Gobierno está interesado en destruir nuestra región, han ido perfeccionando un arma muy antigua y Santa Cruz es víctima de ataques concertados a su reputación, y ésta no será la última batalla que libren contra nosotros, asesinar la reputación de la sociedad cruceña, es el primer paso para continuar con su destrucción física.

Hitler comenzó por asesinar la imagen y reputación de los judíos en Alemania, luego los asesinaron en los campos de concentración, esa secuencia del horror la siguen al pie de la letra todos los regímenes totalitarios, sean comunistas o fascistas.

Asesinar la reputación, tiene como finalidad anular la capacidad de influencia de la víctima, silenciarlo, lograr el rechazo de la sociedad haciéndolas vulnerables a abusos más graves, como es la extorsión por parte de fiscales y jueces corruptos y serviles, encarcelamiento, apropiación indebida de sus bienes, destierro y una muerte civil en el grupo social al que pertenecen.

En nuestro tiempo, en pleno siglo XXI, son las redes sociales el mejor vehículo de diseminación de falsedades, la sociedad está con más información pero con menor formación para discernir entre informaciones interesadas y objetivas y el asesinato de la reputación de las víctimas se termina arraigando gradualmente en la memoria social y colectiva y sobre todo las nuevas generaciones las aceptan como historias verdaderas porque viven una sociedad de la imagen y no de la investigación o del cuestionamiento de las fuentes de información.

Estas percepciones falsas, prefabricadas deliberadamente y difundidas por las redes sociales y medios de comunicación amarillistas o con compromisos con el poder, terminan por incorporarse a la historia oficial. Ejemplo la falsa teoría del golpe de Estado de 2019, creada para esconder la cobarde huida de Morales y García Linera a México.

Los cruceños no somos una sociedad perfecta, pero nuestra capacidad para rehacernos y ser autocríticos es muy fuerte, así como la dolorosa muerte del profesor Noel Kempff Mercado sirvió para que todos rechacemos y aislemos a los narcotraficantes de los grupos sociales, ahora tenemos que tener la capacidad de censurar y aislar a los narcos y corruptos de nuestra sociedad, pero no porque los señale el Gobierno, sino porque nosotros sabemos quiénes han hecho su dinero con esfuerzo y sacrificio de varias generaciones.

Tenemos que tener la capacidad de ser implacables con los delincuentes, y solidarios con las víctimas a quienes pretenden asesinarle su reputación.

La plata, el coto y la barriga, no se pueden esconder.

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