Bolivia y Chile se plantearon una nueva hoja de ruta, pero hasta la fecha no se logró consolidar el nuevo tipo de relación tras dos juicios en la CIJ. Boric excluyó el tema mar y el Silala y ahora decidió militarizar fronteras para evitar la migración

20 de marzo de 2023, 7:23 AM
20 de marzo de 2023, 7:23 AM


Parecía que la llegada de Gabriel Boric al Palacio de La Moneda -hace un año- iba a destrabar las piezas que incomodaban a la relación entre Bolivia y Chile. Poco se hizo, o casi nada. Los presidentes Boric y Luis Arce tuvieron algunos encuentros donde se anunció promesas de mejorar el relacionamiento, pero ese trabajo que se encomendó se dilata y se avanza en temas netamente administrativos, como control limítrofe. Afuera del debate quedó el tema marítimo y peor aún el Silala. Es más, Boric decidió reforzar el control militar que existía en la frontera ante la lejanía de lograr un acuerdo migratorio con La Paz. 

El 11 de marzo de 2022 juró Gabriel Boric como presidente de Chile. En Bolivia varios políticos -la mayoría del Movimiento Al Socialismo (MAS)- festejaron la llegada del que consideraba un dirigente de izquierda, y en el país se auguraba que las relaciones entre ambos países iban a mejorar. Mejoró el tono del discurso y se trazó una nueva hoja de ruta que excluyó al tema marítimo y al Silala. La Moneda decidió reforzar sus fronteras ante la inacción de Bolivia frente al tema migratorio, sobre todo en la situación de los migrantes venezolanos que pasan de Bolivia al norte de Chile. 

“Nuestra prioridad está en proteger la frontera para asegurar una migración que sea regular, segura y ordenada, y que converse con las necesidades del país”, sentenció Boric el pasado miércoles en su visita a la localidad de Colchane, muy cerca de la frontera con Bolivia y punto limítrofe por donde el delito transnacional es noticia todos los días.

El Gobierno de Chile calcula que cerca de 21.553 personas ingresaron a Chile en la gestión 2022 a través de la localidad de Colchane, una comuna fronteriza de 1.680 habitantes,que está en la norteña región de Tarapacá. Muy cerca está Pisiga Bolívar, comunidad boliviana en pleno límite y donde se asentaron mafias internacionales, sobre todo las que se dedican a la trata y tráfico de personas y el contrabando de productos. 

En Colchane aseguran que la mayor cantidad de migrantes que pasan desde Bolivia a Chile son venezolanos, aunque también informaron que se ha incrementado la llegada de personas provenientes de países como Colombia, Haití y El Salvador. 

Por ello, desde finales de febrero más de 600 militares están desplegados en la zona para colaborar en el control migratorio. Y Boric dijo que, si es necesario aumentar el control militar, lo hará. 

Eso incomodó a Bolivia. En Cancillería aseguran que no hay trato con Chile para coordinar el tema migratorio, sobre todo de venezolanos. “Respecto a que Bolivia no estaría llevando adelante la reconducción de ciudadanos de otros países, entendiendo esta como una expulsión del territorio chileno, no existe ningún acuerdo convenio o instrumento bilateral que genere dicha obligación”, afirmó la pasada semana el vicecanciller Freddy Mamani.

Andrés Guzmán Escobari, experto en temas internacionales, consideró que es necesario apelar a nuevas actitudes en el campo de las relaciones bilaterales, -tal es el caso con Chile- y replantear la agenda que se tiene con La Moneda, aunque no haya un acercamiento oficial por ahora. 

“Los puntos en los que se puede trabajar (con Chile) son resolviendo ciertos problemas, dentro de una relación normal con un país vecino, donde hay temas como aduanas, comercio, migración, contrabando y narcotráfico, pero con Chile hay algunos temas que merecen atención; por ejemplo, la aplicación del libre tránsito en los puertos en territorio chileno, el ferrocarril Arica-La Paz, que no funciona hace 20 años. Luego las minas antipersonales que todavía hay en la frontera, es un tema que hay que tratar. Chile dice que han sido removidas, pero no hay una comunicación oficial a Bolivia”, consideró Guzmán Escobari. 

Día del Mar
Cada 23 de marzo, Bolivia recuerda la invasión chilena y la pérdida de su costa marítima. Será el tercer 23 marzo (Día del Mar) de Luis Arce y tendrá que emitir un discurso que llame a Chile a buscar soluciones en el tema mar. 

Chile sacó el tema marítimo de su agenda cuando el 1 de octubre de 2018 la Corte Internacional de Justicia (CIJ) estableció que Chile no tiene obligación de negociar una salida soberana al mar para Bolivia. Pasó Sebastián Piñera y llegó Gabriel Boric y ese tema está cerrado para La Moneda. 

El año pasado, en el acto del 23 de marzo, Arce condicionó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas a la solución del tema marítimo. “El restablecimiento de relaciones diplomáticas solo se podrá dar en el marco de la solución al tema marítimo pendiente”, dijo el presidente boliviano, que días antes el mandatario estaba en Santiago en la asunción de Boric y ambos habían propuesto relanzar la relación bilateral.

Las relaciones diplomáticas se quebraron definitivamente en 1978, luego de unos años de reapertura durante los gobiernos dictatoriales de Hugo Banzer y Augusto Pinochet, cuando se avanzó en la negociación marítima como nunca antes.
El politólogo Jaime Fernández ve que la relación con Chile debe ser relanzada dejando a un lado el tema marítimo y el Silala y avanzar en asuntos comerciales, sociales, culturales y, sobre todo, en luchar el delito transnacional. El experto consideró que Chile no cambiará su discurso, aunque Gabriel Boric se considere un presidente socialista y de izquierda. 

“Chile tiene una política de Estado muy sólida y también una política exterior muy diplomática y sólida. Será difícil que se aborde el tema marítimo más allá de lo que dijo la Corte (CIJ), y lo mismo con el Silala. Lo que se debe hacer es avanzar en otros temas, aunque se están desarrollando, como el tema comercial, pero no tan positivo para Bolivia por los pagos en puertos, problemas con el sector transporte, etcétera. Además, Bolivia y Chile tienen una amplia frontera por donde el delito transnacional es preocupante y ese debe ser un tema a tratar urgente”, consideró Fernández. 

Alberto van Klaveren es el nuevo canciller de Chile. Tiene una larga carrera diplomática y entre algunos de sus cargos fue subsecretario de Relaciones Exteriores en la primera gestión de Michelle Bachelet. Sobre Bolivia siempre tuvo la mejor intención de mejorar las relaciones y en esta coyuntura no es la excepción.

“Bolivia es un país muy importante para nosotros. En el tema migratorio hay conversaciones en curso y esperamos que puedan reforzarse esas conversaciones”, destacó Van Klaveren pocos días después de jurar como canciller el pasado 10 de marzo. 

Fronteras con militares
Lo que preocupa a Bolivia es la presencia militar en la frontera. En La Paz no lo ven como un acto pacífico, sino como una provocación. El diputado Juanito Angulo, del MAS, cuestionó que la gestión de Boric haya militarizado el límite fronterizo. “Lo veo como un acto que no es pacifista, pero respetamos su soberanía y sus decisiones en cuanto a control de fronteras”, dijo el legislador. 

Sin embargo, su colega Carlos Alarcón, de Comunidad Ciudadana (CC), sugirió que las fuerzas militares de ambos países puedan coordinar acciones en la frontera en el marco del derecho internacional. “debería haber una concertación de urgencia, de emergencia, entre los dos Estados, el boliviano y el chileno, para acordar protocolos, procedimientos que permitan que la actuación de las fuerzas públicas de seguridad y de los funcionarios de control migratorio se lleven adelante de manera compatible con el Derecho Internacional y los derechos humanos”, consideró el opositor. 

Entre las atribuciones que tienen los militares chilenos en la frontera figuran controles de identidad, registro de equipaje -si existe presunción de delito-, y en ciertas circunstancias disparos de advertencia, con el objetivo de disuadir a las personas que cruzan la frontera a través de pasos no habilitados.

Boric afirmó que el objetivo de esta estrategia es “revertir la ausencia prolongada del Estado en esta zona, con más recursos y mejores herramientas”. Además, dijo que mejorará el complejo migratorio de Colchane.