La dirigencia del magisterio rechazó la última propuesta del Ministerio de Educación para la dotación de ítems. El Gobierno anuncia sanciones en caso de que haya paro de actividades

11 de marzo de 2022, 7:56 AM
11 de marzo de 2022, 7:56 AM


Dos mesas de diálogo entre el Ministerio de Educación y dirigentes del magisterio urbano fracasaron ante el rechazo del Gobierno de incrementar más ítems para el sector. Los maestros tras analizar la propuesta gubernamental pidieron 2.000 ítems adicionales a los 3.407 cupos ya disponibles.

Desde el inicio de las negociaciones, los profesores rechazaron los 107 ítems que ofreció el ministro de Educación, Édgar Pary, en respuesta al pliego petitorio del sector. Los dirigentes señalan que este número de cupos es insuficiente ya que ellos requieren al menos 10.000, por ello anunciaron que radicalizarán las medidas de presión. 

La reunión de ayer entre los dirigentes y el titular de Educación no duró ni dos horas, los docentes ingresaron después de las 17:00 a esa cartera de Estado y a las 19:00 salieron en desacuerdo por la respuesta que recibieron. 

El secretario ejecutivo de la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, Leandro Mamani, dijo que ante la respuesta “desfavorable” del Gobierno se prevé que endurecerán las movilizaciones.

“La idea es movilizar a todo el magisterio en las diferentes regiones. Ha molestado mucho que nos hayan gasificado y molestó el doble que nos hayan negado la posibilidad de aumentar los ítems. Eso encabrita a los maestros y hará que se radicalicen las medidas de presión”, aseguró el dirigente paceño.

Por su parte, Ludwing Salazar, uno de los ejecutivos de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (Ctueb) dijo que ellos han demostrado amplitud para encaminar sus demandas y lamentó que las autoridades se ratifiquen en su propuesta inicial de incrementar solo a 4.407 puestos nuevos.

Nosotros no hemos aceptado ningún documento, no hay ningún acuerdo y ¿qué nos queda a todos los trabajadores cuando las mesas no funcionan? Las calles”, advirtió Salazar.
En respuesta, el ministro Pary dijo que estas medidas o un posible paro “quiebra las esperanzas” de los niños y jóvenes que acaban de retornar a las aulas tras dos años afectados por la pandemia, que obligó a aplicar la educación virtual.

El titular de Educación dijo que en caso de un posible paro, también se alistarán sanciones para los maestros que perjudiquen el avance de la currícula. Asimismo, aseguró que están abiertos al diálogo que ahora depende de la decisión de los dirigentes.

Al mediodía del jueves, el viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma, en conferencia de prensa informó que el 1 de febrero recibieron del presidente del Estado 2.500 ítems de nueva creación y posteriormente se les asignaron 800 cupos más. En total, para 2022 esta cartera de Gobierno cuenta con 3.300 ítems.

En consecuencia, Salazar señaló que hay maestros que trabajan hasta 120 horas a la semana; sin embargo reciben un salario por 70 horas, ese hueco de cargas horarias se podría solucionar con la contratación de un mayor número de maestros.

Otra de las demandas que exigen es el incremento de presupuesto para Educación. El Magisterio considera que el monto asignado por el Estado debe subir del 9,8% al 33% porque existen requerimientos que fueron cubiertos por los padres de familia.

Los profesores también solicitaron que no se fusionen paralelos para evitar que se cierren escuelas. “Plantemos que se frene en seco está optimización que se está dando porque se está cerrando escuelas y se están fusionando paralelos. Nada de esto es oído por el Gobierno”, afirmó Mamani.

El miércoles los profesores fueron reprimidos con agentes químicos por la Policía Boliviana, cuando se encontraban protestando en cercanías a la Plaza Murillo. De esta jornada violenta resultaron cuatro heridos y dos detenidos, uno de Cochabamba y otro de Santa Cruz, que fueron liberados como condición para iniciar las conversaciones.

Ayer los maestros volvieron a colapsar el centro de la ciudad de La Paz, porque marcharon en dos horarios; aunque en esta oportunidad no hubo enfrentamientos. Los dirigentes denunciaron abusos por parte de la Policía que intervino la marcha que consideraron como “pacífica”.