La pandemia sembró dolor en muchas familias que no pudieron despedirse de sus seres queridos que fallecieron por el contagio del Covid-19, y ahora buscan la forma de desahogar ese sufrimiento.

“Él me cuidó harto, todo el tiempo, pero se puso mal de un día para otro y no me pude despedir”, dice entre lágrimas Vicenta Condori, que hace un año perdió a su hijo David Macías a causa del coronavirus.

El paso del tiempo no ha calmado su dolor y una vez por semana lleva flores a la tumba de su hijo para hablarle y orar por su alma. “No me pude despedir”, repite una y otra vez.

Esta mujer, al igual que muchas madres, no consigue resignación. “A ninguna edad una madre está preparada para sufrir la pérdida de un hijo”, expresó.

La conforta en algo acomodar las flores en la tumba de David, que está en un espacio que la Alcaldía le asignó en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús. Ella cuenta que no tiene dinero para hacer una lápida, así que para diferenciar el espacio sembró plantas que tiene en su casa, las que le gustaban a su hijo. El espacio resalta por el verde y flores blancas. “Era mi hijo menor”, agrega.

Similar sufrimiento pasa José Contreras. Relató que a finales del año pasado falleció su esposa, Daniela Parada, después de estar internada por más de un mes afectada por el coronavirus.

“Los dos enfermamos, ella se puso más delicada. Entró al hospital, pensamos que se recuperaría, pero no la volví a verla más”, dice este hombre de 39 años mientras acomoda las flores que llevó a la que fue su compañera de vida.

Del mismo modo, Manuel Céspedes tampoco pudo despedirse de su esposa, ya hace más de un año de su fallecimiento. “Entró al hospital y dijeron que fue por sospecha de Covid, ya no la pude ver más, pero yo estoy seguro de que no murió por eso. A todos los que ingresaban al hospital los catalogaban de sospechoso de Covid”, indicó, mientras no paraba de limpiar la tumba de su esposa.

Señala que es evangélico y no tiene ninguna costumbre para seguir en Todos Santos, aunque asiste al cementerios todo el mes para buscar ingresos con el arreglo de mausoleos y nichos. “También aprovecho para acomodar la tumba de mi esposa”, señaló.

En la capital cruceña hay dos cementerios Covid-19: Los Cusis y Santa Carla. Aunque, en el 2020 también se asignó un espacio en otros cementerios, como el de La Cuchilla.

En La Cuchilla

En el cementerio Sagrado Corazón hay un espacio, justo próximo al área de Covid-19, que alberga a las tumbas más antiguas de la zona. De acuerdo con la administración del camposanto, se prevé reorganizar este espacio, aunque reconocen que esto será un proceso largo, pues se debe notificar a dolientes que hace muchos años no asisten.

Habrá censo de cementerios

La directora de Cementerios, Cindy Camacho, anunció que se está en proceso de censar a los cementerios clandestinos y privados con el objetivo de que sean regularizados estos espacios.

“Cuando asumimos la Dirección no se tenía el dato específico de qué es lo que se estaba recibiendo, por eso es necesario este trabajo”, resaltó.

Camacho aclaró que para este trabajo se elabora un proyecto de ley que está en proceso de socialización con las juntas vecinales y distintas secretarias para luego enviarlo al Concejo Municipal.

Detalló que la normativa municipal que regula el funcionamiento de cementerios es del año 90, por lo que ya se requiere una actualización, que se comenzó a trabajar hace un mes.

“Con esta ley y con el censo se va identificar los cementerios clandestinos y a la gente que lucra con estos se los va sancionar, porque se aprovechan de las personas que pasan por momentos difíciles”, enfatizó a tiempo de añadir que aún no se definió las clasificaciones de las infracciones y sus sanciones.

Aseguró que en el proyecto de ley también se incluirá las exigencias que estas deben cumplir y las fiscalizaciones de las cuales pueden ser objetos.

Camacho agregó que una de las primeras intervenciones será el cementerio El Bajío, el cual es administrado por la junta vecinal de la zona, pero se alista el traspaso a favor de la Alcaldía.

Son 24 los cementerios que están bajo la administración municipal, que están distribuidos en distintas zonas de la ciudad.