El emprendimiento gana terreno y se expande en las provincias cruceñas

Carolina Galarza

El emprendimiento en Santa Cruz tomó impulso desde inicios de los 2000, cuando las fundaciones estaban interesadas en alimentar la actitud emprendedora en los pobladores cruceños. Actualmente, esta actitud emprendedora se está extendiendo a las provincias cruceñas, que contemplan las soluciones ante las oportunidades que existen en la región e, incluso, en el país o en el mundo.

Santa Cruz de la Sierra es un importante centro de migración en Bolivia, atrayendo a personas de diversas provincias, departamentos y del exterior. Este flujo de personas ha impulsado la creación de un mercado de consumo dinámico, generando una demanda interna que se especializa en nichos específicos, lo cual resulta atractivo para emprendedores en busca de oportunidades.

La ciudad presenta una diversidad notable de emprendimientos en sectores como servicios, comercio, tecnología, construcción y turismo, desde pequeñas empresas familiares hasta startups tecnológicas.

En las provincias cruceñas, como Guarayos, San Javier, Porongo, Cabezas, El Torno y Buena Vista, se han desarrollado emprendimientos de triple impacto con base tecnológica, abarcando actividades como alimentos, artesanías, aprovechamiento de madera, reciclado y turismo.

“El emprendedor ha ido desarrollando cosas muy ligadas a la capacidad del sector empresarial, y eso demanda un acompañamiento de autoridades locales, departamentales y nacionales” expresó René Salomón, director ejecutivo de Fundación Trabajo Empresa (FTE). 

En un contexto de creciente innovación y adopción de tecnologías, dos sectores emergen como impulsores clave de la economía en Santa Cruz de la Sierra: las finanzas y los servicios de entrega a través de plataformas móviles. Sin embargo, Salomón y Christian Parada Rosel, presidente de Juventud Empresa, están de acuerdo en que el sector agropecuario en Santa Cruz experimentará un crecimiento significativo en áreas de producción e implementación de tecnología.

Por lo que, las pequeñas y medianas empresas (pymes), que son esenciales en el crecimiento económico del departamento cruceño, podrán apostar por distintos tipos de enfoque, incluyendo, el de la agricultura y ganadería.

Según Parada, la cantidad inicial de inversión para un emprendimiento puede fluctuar significativamente según su naturaleza. En el caso de negocios tradicionales, como tiendas físicas, la inversión se encuentra en un rango de $us 5.000 a $us 50.000. Por otro lado, para emprendimientos digitales, como el comercio en línea, la inversión puede ser más baja, iniciando desde $us 1.000 hasta $us 5.000.

Mientras que, para Salomón, los recursos necesarios varían según la naturaleza del emprendimiento. Por ejemplo, una iniciativa básica debería contemplar el salario mínimo para el emprendedor. En el caso de proyectos digitales, el costo supera los $us 3.000, y si se incluye maquinaria y espacio físico, el presupuesto cambia.

Salomón subrayó la capacidad de los emprendedores locales para adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías, destacando la presencia de grupos de desarrolladores, como el Google Developers Group en Santa Cruz. Estos emprendimientos tecnológicos no solo están abaratando costos y generando empleo, sino que también están contribuyendo al crecimiento económico al ofrecer soluciones a problemas específicos de la región.

Además, destacó que los pobladores de los municipios, están lanzando propuestas en base a necesidades locales. “En San José de Chiquitos, uno de los problemas son las motos. Entonces un joven está desarrollando una app para poder pedir una moto, similar al servicio de Uber u otras aplicaciones de taxis. Pero esto es una cosa local y con los municipios. Entonces no se necesita estar en la gran urbe”.

Los desafíos

La transformación del escenario económico y tecnológico planteará desafíos para los emprendedores. Aquellos dedicados a la importación están experimentando dificultades para obtener divisas y cumplir con sus compromisos y adquisiciones.

En medio de situaciones turbulentas, también pueden surgir oportunidades en algunos sectores. El sector inmobiliario y de construcción, por ejemplo, se presenta como un refugio para aquellos que buscan resguardar el valor de sus ahorros ante posibles fluctuaciones en el tipo de cambio.

El mercado nacional es un desafío para los emprendedores porque no les permite competir con emprendedores del resto del mundo. Por otro lado, hay ciertos vacíos jurídicos que no permiten que el emprendimiento pueda desarrollarse a cabalidad. Incluso, todavía no hay una ley municipal que ampare a los emprendedores en Santa Cruz de la Sierra.

“Los emprendimientos pueden terminar siendo empresas, pueden terminar siendo corporaciones, pero uno de los grandes desafíos es que puedan acceder a capital semilla, que puedan tener incentivos, porque el mundo ahora es global, no es local, y creo que eso es lo importante”, expresó Salomón.

También hizo notar que es imprescindible que asociaciones como la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) o la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex) en impulsen el emprendimiento local. Generando un ecosistema donde tanto las grandes empresas como los emprendimientos más pequeños puedan crecer de la mano en una relación de complementariedad.

A pesar de estos desafíos, para este año, se espera un aumento en la digitalización de los negocios, con emprendimientos adoptando tecnologías e innovación.

Parada expresó que “se anticipa mayor colaboración entre emprendedores para aprovechar oportunidades de crecimiento conjunto, a pesar de desafíos económicos y tecnológicos”.

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