Exmiembros de la FAB y exfuncionarios de aeronáutica civil advierten que el país no tiene soberanía aérea. Las avionetas con droga son halladas por denuncias y en vía terrestre porque no hay operativos aéreos. Surgen denuncias contra la DGAC

1 de febrero de 2023, 7:17 AM
1 de febrero de 2023, 7:17 AM


El control del espacio aéreo boliviano es nulo y, en consecuencia, las avionetas dedicadas a cometer ilícitos, como el narcotráfico no son interceptadas, así advirtieron exmiembros de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), exfuncionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y expertos en transporte aéreo. Esta falta de control es aprovechada por los narcotraficantes que transportan sustancias ilícitas hacia y desde Perú, Paraguay y otros países.

“Las aeronaves con droga siguen volando entre Bolivia, Perú y Paraguay. Cerca de San Matías recientemente encontraron un aeródromo, aparentemente clandestino, con un bimotor Beechcraft oculto en el monte. Durante el mes de enero solo en Paraguay cayeron dos avionetas, con matrículas boliviana,s con droga. Por su parte la Felcn hasta ahora solo realiza operativos terrestres antidroga”, informó una fuente confiable que prefirió mantener su identidad en reserva.

En esa línea, un expiloto de la FAB que también solicitó que su nombre no se haga público, dijo que “no hay control aéreo, todo es un desastre”.

Álvaro Munguía, abogado experto en transporte aéreo y terrestre, afirmó que Bolivia está frente a una ola de tráfico de droga “de las más altas de la historia”.

“Es un espacio aéreo de nadie, con responsabilidad de la FAB y la DGAC. Estamos viendo un incremento dramático de los casos de narcotráfico y cada día cae una aeronave, ya sea en Bolivia o en territorio extranjero con placa boliviana”, alertó el especialista.

El domingo, los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay ejecutaron el operativo Halcón 2 en la zona rural del departamento Alto Paraná, ubicado a 300 kilómetros de Asunción y a 20 km de la frontera con Brasil, interceptaron la aeronave Cessna 206, de color blanco y franjas rojas, cargada con 265 kilogramos de cocaína.

En el acto, fueron detenidos el boliviano Lucio Alfonso Paz Fernández, con domicilio en Santa Cruz de la Sierra, y el peruano Elmer Enrique Figueroa Paredes, que también registra su vivienda en la capital cruceña.

La matrícula CP-2038 de la avioneta incautada corresponde a una de las 66 naves que fueron incautadas en el aeródromo La Cruceña (ubicado en el municipio de Cotoca), durante un megaoperativo realizado el 27 de marzo de 2021. Por la tarde, agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) mostraron que la avioneta con esa matrícula no había salido del aeródromo.

Munguía afirmó que en el país opera una especie de mercado “paralelo o negro” de clonación de matrículas aéreas. Samuel Montaño, investigador en temas de tecnología y defensa, coincidió con este criterio, pero refirió que cuando las avionetas son secuestradas “en un país donde todo se investiga, pero sin resultados” ocurren casos en que se venden partes y repuestos de las aeronaves o hasta los vehículos aéreos a los mismos narcotraficantes.

Hay una proliferación de este crimen porque la mayor parte de las avionetas son Cessna. Son aviones pequeños que se pueden comprar de segunda o tercera mano en el mercado negro o mexicano. Hay naves desde $us 50.000 hasta $us 300.000. También se transportan helicópteros desarmados porque este vehículo no necesita pista, despega y aterriza en forma vertical. Una vez fue interceptado un camión con un helicóptero desarmado con destino a Chapare y nadie dijo nada”, lamentó.

Respecto a las placas y el control que ejerce la Dirección General de Aeronáutica Civil; el extécnico de la DGAC Nelson Carpio denunció que la institución estatal es responsable de la clonación de placas porque no estaría haciendo un control correcto y que, incluso, existiría un “negociado” interno para emitir licencias de pilotaje y matrículas.

La clonación de placas nace a partir de que no hacen un buen control. Ellos saben que deben cancelar algunas matrículas y hay un manual, pero no las cancelan.Lo han visto como un negocio en la DGAC, con la emisión de matrículas y permisos para cualquier ilícito. Ellos saben y conocen. Si nos ponemos a averiguar a fondo, se ha vuelto un clan familiar”, develó Carpio a este medio.

Agregó que es necesario hacer una auditoría dentro del Registro Aeronáutico Nacional (RAN) para conocer a quiénes se dan las autorizaciones, por qué se rechazan y por qué van a un proceso de revocatorio. 

Sobre estas supuestas irregularidades, el director ejecutivo de la DGAC, Iván García, respondió un cuestionario a EL DEBER. Señaló que los procesos de asignación de matrículas están certificados por Ibnorca y acreditados bajo la norma ISO 9001:2015, mediante la cual “se gestiona un procedimiento transparente, ágil y oportuno”, cuyos procesos están respaldados por el Convenio de Chicago.

“El proceso de asignación de matrículas, definitivas, temporales y provisionales se someten a auditorías internas para generar oportunidades de mejora y detectar hallazgos para establecer medidas correctivas inmediatas y este proceso también se somete anualmente a auditorías externas para la continuidad en la certificación ISO 9001:2015. El 29 de noviembre de 2022, estos procesos fueron aprobados con éxito para la continuidad en la certificación”, manifestó.

El ingeniero José Iván García Terceros fue ratificado el 31 de octubre como director ejecutivo interino de la DGAC en reemplazo a Celier Arispe Rosas, quien se había marchado a Canadá.

Radares y presupuesto
Todas las fuentes consultadas por EL DEBER coincidieron en la necesidad de instalar los 13 radares de uso militar y civil, adquiridos por Bolivia en agosto de 2016. Sin embargo, observaron que hacen falta bases militares en el norte de La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz donde impera el narcotráfico y envío de sustancias ilícitas. 

El investigador Samuel Montaño sostuvo que para hacer un control aéreo efectivo no solo se necesitan radares, sino una flota de aviones que se ocupen de las interceptaciones como ocurre en Perú, Colombia, Brasil, Las Guayanas y el norte de Paraguay.

“De qué nos va a servir tener una red de radares para controlar los vuelos clandestinos o ilegales si no hay una flota de aviones para interceptarlos. La Fuerza Aérea Boliviana no tiene el mínimo de capacidad”, cuestionó.

Lamentó que la FAB, en lugar de destinar recursos para la lucha contra el narcotráfico, se dedique a fomentar los vuelos comerciales con la empresa de Transporte Aéreo Militar (TAM).

“Necesitamos un presupuesto para interceptar los vuelos. En los últimos tres años se incautaron avionetas por casualidad y no por control aéreo. Es una contradicción, no tenemos una FAB para interceptar vuelos de narcotráfico, pero hacen campaña para vuelos comerciales”, dijo.

Explicó que por esa razón, se encuentran avionetas y pistas clandestinas de forma separada y sin ningún detenido o en algunos casos son los “peones” del narcotráfico.

El sábado, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, participó de las pruebas operacionales de la aeronave Avro RJ CP3106 del TAM, cuyo inicio de operaciones está programado para esta semana, según el propio Gobierno.

Por otro lado, Novillo informó que se está trabajando para poner en operación los radares en coordinación con el Ministerio de Obras Públicas, con Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (NABOL) y con la DGAC, fundamentalmente.

“Estamos trabajando para que en tiempo real el Ministerio de Gobierno obtenga la información para que Defensa pueda interceptar y ellos puedan, inmediatamente, requisar el avión que se sospeche que contenga droga”, explicó la autoridad de Estado.

Otro acto relevante fue la posesión del nuevo jefe del Comando de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo (Cosdea), Cnl DAEN. Germán Rodrigo.