.

El Deber logo
8 de octubre de 2024, 3:00 AM
8 de octubre de 2024, 3:00 AM

Mario Herrera Sánchez​

Marta corría y mucho; corría con la pelota, por las angostas calles de Dois Riachos (Brasil), para escapar de sus hermanos, que cuando la veían, la perseguían para llevarla a casa y le decían que la pelota era para hombrecitos. Pero ella corrió más rápido y, años después, levantó seis Balones de Oro, sólo 3 menos que Messi y uno más que Cristiano Ronaldo.

Marta Vieira da Silva es una mujer que ha demostrado que la perseverancia, la superación y el liderazgo va mucho más allá de la cancha. Ella superó, como otros jugadores de fútbol, limitaciones económicas que la mantuvieron sin educación hasta sus nueve años, pero, además, enfrentó los prejuicios de una sociedad que veía al fútbol como un deporte exclusivo para los hombres, la cancha no era para ellas, y el talento se veía frenado por falta de incentivos, reconocimiento y espacio para desarrollarse. Sin embargo, las reglas del juego están cambiando y para bien.

Marta quería jugar al fútbol, pero hay mujeres que quieren hacer empresa, que quieren emprender, que tienen el talento y liderazgo para ponerse el cintillo de capitán en todas las esferas de nuestra sociedad y no permitir que esto ocurra, es simplemente un autogol para el desarrollo y crecimiento de nuestros países. El llamado de Marta hacia las mujeres, en un discurso muy emotivo durante la Copa Mundial Femenina de 2019 fue claro: “Luchen por su lugar en el mundo” Pero hay un llamado, igual de poderoso, para el otro 50% de la población mundial: No podemos desperdiciar el 50% del talento y fuerza de nuestras sociedades.

Ese talento requiere que las brechas en materia de igualdad de género sean cerradas y para ello es necesario en el mundo empresarial, igual que en el fútbol, decisiones estratégicas para poder abordar aspectos como los techos de cristal, las brechas salariales y los sesgos al momento de las contrataciones. Un estudio de McKinsey de 2020, muestra que las empresas con mayor representación femenina en puestos de liderazgo tienen un 25% más de probabilidades de superar a sus competidores en términos de rentabilidad.

En la cancha, se lidera con inteligencia, estrategia y una mentalidad de equipo, competencias que son claves en el mundo corporativo. De hecho, un estudio de Harvard reveló que las mujeres tienen mejor desarrolladas varias competencias de liderazgo claves, como la iniciativa y el desarrollo del equipo.

Marta, no solo ha dejado una huella imborrable en el fútbol femenino, sino que también ha utilizado su plataforma para abogar por la igualdad de género. Nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la ONU para Mujeres, trabaja promover la igualdad de oportunidades y los derechos de las mujeres en todo el mundo. A través de su liderazgo, ha demostrado que el verdadero poder de una líder no solo reside en su habilidad para sobresalir personalmente, sino en su capacidad para abrir caminos para las demás y transmitir esa disciplina para lograr grandes cosas.

El liderazgo femenino en el mundo empresarial no se trata de competir con los hombres, sino de establecer un nuevo paradigma en el que las habilidades, los talentos y las perspectivas de las mujeres sean valorados y reconocidos en su justa medida. En la vida, como en el fútbol, trabajar en equipo es un imperativo si se quiere ganar.

La historia de Marta ha inspirado a que miles de niñas que corren detrás del balón no paren. Ha demostrado que, a pesar de las barreras, las pasiones no tienen género y a las etiquetas se las gambetea. Conozco a mujeres en el mundo empresarial que, como Marta se forman, adquieren y fortalecen sus habilidades, trabajan en equipo y se niegan a aceptar un "no" por respuesta. Esas mujeres están impulsando cambios profundos que van más allá de logros personales y van construyendo puentes de oportunidad para futuras generaciones.

El liderazgo femenino no es solo cuestión de equidad, sino de construir un futuro donde el talento y el esfuerzo sean los únicos factores que determinen el éxito. Hay un gol de oro y solo lo anotaremos si tanto mujeres como hombres nos ponemos la camiseta, en la cancha, en la empresa y en todos los aspectos de la vida.

Tags