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18 de octubre de 2024, 3:00 AM
18 de octubre de 2024, 3:00 AM

Jorge Lizárraga

Para nadie es desconocido que, en virtud a los acontecimientos recientes, principalmente tomando en cuenta lo sucedido el 26 de junio y a raíz de ello una serie de interpretaciones antojadizas desde que no fue golpe, fue autogolpe, fue invento o fue real, la verdad es que lo que se viene es aún más complicado.

No solo las elecciones judiciales y el limbo en el que se encuentran, sino el Censo y cuyos resultados continúan sin reconocerse por algunos departamentos y que permitirán mayores o menores ingresos para los subnacionales e incluso la distribución de escaños en peligro, alguien perderá alguno y otros perderán un par, ni qué decir del pacto fiscal que se vendrá, sin descuidar las denuncias que cada día se unen con mayor fuerza otras y solo Dios sabrá cuantas más habrán, pero serán importantes aquellas que demuestren verdades materiales y no tanto verdades históricas, ya veremos, y un último asunto ligado al anterior y una vez el enfrentamiento interno del MAS se agudiza, ¿que pasará?

Es también sabido que, frente a las elecciones nacionales del próximo invierno boliviano del 2025, a la fecha a pesar de existir un innumerable numero de precandidatos, lo cierto es que quienes se perfilan como probables contendientes tenemos; a un Indígena con raíces inminentemente mestizas quien revolucionó la estructura política desde el 2006 incluso antes creando una forma de hacer política que luego de casi 15 años de gobierno y más de 30 en política muchos desconfían o detestan; A un académico mentor de un modelo que pocos lo comprenden pero muchos apoyan y como alguno diría, “solo falta el centavo para el peso” y así confiar en su gestión que no termina de convencer; y un exmilitar quien supo ganarse el apoyo popular pero siempre a costa de prebendas, promesas o acuerdos patrióticos, aun así en políticas publicas subnacionales siempre supo dar la talla, ¿pero presidente? Otros dirían sí, pero sin el apoyo de alguno de los anteriores todo puede complicársele.

Evidentemente existen también otras caras que procuran desde ahora hacer montón y así obtener afinidades o apoyo popular, o al menos incluir a asambleístas en el Congreso, entre ellos Cuéllar, Paz, Tuto, Mesa, Doria y esporádicamente una mujer Copa, aun así, seguramente se aliarán con los 3 principales para así obtener más adeptos o quizá irán solos, pero con un costo alto, cual sería perder, y no por su pasado o presente sino por el pasado de Áñez en particular y su gestión. Quizá todo dependa del programa de gobierno y las promesas electorales de corto plazo.

Ahora bien, y tomando en cuenta la situación económica actual, la situación de los órganos de poder, las peleas políticas internas de oficialismo y oposición con representación política en el Parlamento, etc., quienes decidirán el futuro de Bolivia somos los bolivianos, por tanto, este 2do semestre del año y el primer trimestre del próximo son cruciales, para acercarnos a una pronta realidad política y social y por ende en definitiva saber quiénes candidatearán o quiénes se reservarán las ganas para las subnacionales y por tal analizar por quiénes podríamos decantarnos al final.

Lo claro y evidente es que las dos facciones del masismo (evistas y arcistas) se encuentran confrontados, pero jamás en política puede confirmarse algo, ¿pero aliarse con alguien que es acusado por delitos como estupro, trata de personas?, no creo nadie se anime ni siquiera a darle la mano y por tal mala idea de juntucha, por tanto, si acaso fueran estos dos personajes a las elecciones, redibujará el escenario político y futuro de Bolivia; mientras que por el otro lado, el exmilitar goza de la simpatía de la gente, confianza en él principalmente por lo que hace por su ciudad o hizo por su departamento, aun así no goza de la confianza plena de la oposición y menos Santa Cruz principalmente por lo señalado por su disque vocero y su calificación errada o no de los cruceños, por lo cual se tendrá que observar los acercamientos en este próximo tiempo y así evaluar cómo se posicionaría en un futuro eleccionario nacional.

No debemos olvidar que el 60% de la población hoy por hoy vive en la zona urbana, aspecto que antes era al contrario; menos del 20% es indígena originario, cuando antes eran considerando el 70% y ahora se catalogan como mestizos citadinos, aun así lo claro es que la mayoría de la población, sean indígenas, campesinos, mestizos, cunumis, cholos, criollos u otros, somos bolivianos que todavía no terminamos de confiar en nadie y ese es un problema que lo acarreamos desde hace bastante tiempo y peor cuando en política se logra desterrar al presunto evófilo y vuelve con aires de grandeza, cuando se le confío su voto para hacer más e hizo menos de lo que debía y mucho menos creer en su gente que lo único que han hecho es desprestigiar al país, sus instituciones, al gobierno y gestión actual, cuando en realidad tuvieron el pleno poder del Estado “que aún se mantiene en algunos niveles”, y la verdad no hicieron lo que debieron y cuando le toca al académico procurar hacerse cargo del desastre heredado, sumado a la crisis internacional, lo que encuentra son trabas y obstáculos, entonces ¿cómo la gente confiaría en uno u otro?, la respuesta será desmarcándose el uno frente al otro, ¿o no?, así el segundo tiene más chances que el primero.

Al reivindicar derechos a los oprimidos de ayer, lo que se hizo es crear muñecos de carne y hueso que no discuten sino pelean, no proponen sino critican, no fiscalizan sino desaprueban, no enamoran sino tranzan, y eso hace mucho daño a nuestra institucionalidad y Estado, lo mismo pasa con el Órgano Judicial, ni qué decir con el Órgano Electoral que a veces son imparciales pero luego emiten juicio de valor cuando en realidad no deberían hacerlo y evidentemente qué decir del Órgano Ejecutivo que es donde lastimosamente la estructura estatal ha tenido fallas, aun y a pesar de los intentos del gobierno de tratar de salir adelante, pero tarde o temprano las ganas y deseos se ven truncados por individuos despreciables de oficialismo u oposición.

Finalmente, no habrá que herir a nadie sobre lo que se dijo y diré, actualmente están en pelea un Indio, un Académico y un exMilitar para encabezar las listas como candidatos potenciales a la presidencia, aun así, el primero sin posibilidad objetiva constitucional y jurisprudencial de ser elegido, el segundo a pesar de sus esfuerzos pocos lo entienden y muchos lo critican pero aun así lo apoyamos, y el tercero con su pleito con oriente y sin definición de acercamiento al oficialismo u oposición, hacen de que a pesar de tener claro esas tres posibilidades, ninguno parece ser el idóneo para el común denominador, no obstante no vaya a ocurrir lo que el 2005, “quienes pensaron que todo estaba armado para el triunfo mesista, al final terminaron apoyando al menos indicado, quien al final tuvo poco apego a decisiones del soberano, gestó el destrozo de la poca institucionalidad que existía, y hoy atribuyéndosele delitos gravísimos, etc, sin embargo ¿puede repetirse la historia, no creen?

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