Las promociones 1987 y 1988 serían precluidas, por lo que sus integrantes pasarían a jubilarse. Ellos anuncian que si esto se confirma iniciarán procesos contra los últimos presidentes del Senado. La 89 y 90 son acusadas de “apoyar el golpe” en 2019.

20 de diciembre de 2021, 4:00 AM
20 de diciembre de 2021, 4:00 AM

El malestar en las Fuerzas Armadas (FFAA) crece por los ascensos. En los planes del oficialismo cuatro promociones de generales, de 1987 a 1990, se verán afectadas. Las dos primeras enviadas a jubilación y en las otras dos no ascenderán los primeros de curso porque algunos oficiales “colaboraron con el golpe” de 2019. Sin embargo, la oposición  tiene un as bajo la manga y es que para tratar este tema en sesión reservada, se necesitan dos tercios en el Senado y el oficialismo no lo tiene.

El miércoles pasado, antes del tratamiento del proyecto de Ley del Presupuesto General del Estado, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, intentó iniciar una sesión reservada para abordar uno de los “proyectos de resolución camaral” que decía textualmente lo siguiente: “De la comisión de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas y Policía Boliviana, que ratifica los ascensos de los altos grados del personal militar de las FFAA, promociones 1989-1990, y la preclusión de las promociones 1987 y 1988, correspondientes a las legislaturas 2021 y 2022”.

Sólo con ese dato, el Movimiento Al Socialismo (MAS) desveló -según opositores- que su intención es afectar a cuatro promociones, reclamaron fuentes militares. Además, hicieron notar que en esa comisión están solamente asambleístas oficialistas. La lista, por lo tanto, no es conocida por Comunidad Ciudadana (CC) ni por Creemos. “Ese día, sin darnos copia ni informe, quisieron instalar una sesión reservada para aprobar los ascensos de las FFAA. Lo querían meter de contrabando y no lo permitimos”, señaló el senador Rodrigo Paz Pereira (CC).

Hasta el viernes, al menos cinco asambleístas opositores coincidieron en que no se les hizo llegar la lista de quienes son los oficiales que serán ascendidos.

El artículo 92 del Reglamento del Senado establece que la solicitud de sesión reservada debe ser apoyada por dos asambleístas y su procedencia se resolverá por dos tercios de votos de los presentes.

Paz Pereira explicó que “esto muestra la importancia de los dos tercios. Es un requisito para ascensos en la Policía, las FFAA, designación de embajadores o casos de extrema gravedad, el caso de posible guerra, por ejemplo. Es lo único que nos quedó, todo lo demás se define por simple mayoría”, protestó el opositor.

Cuando se realizó la votación fue Paz quien insistió en que se verifique el número de apoyos que recibió la moción. “En anteriores ocasiones el MAS atropelló e instaló sesiones reservadas sin verificar el quorum. Esta vez insistimos. Primero dijeron que había 35 senadores, al recontar verificamos que eran 34 (en sala), requerían que 23 de ellos voten a favor y eso no ocurrió. No pudieron seguir adelante”, relató.

Su colega del MAS, Félix Ajpi, admitió que la situación fue como la expuso Paz y que este es un mecanismo por el que la oposición puede impedir el tratamiento.

“Esperemos que no lo hagan y obren de buena fe, como el miércoles lo hicimos”, detalló Ajpi. El oficialista recordó que se necesitan los dos tercios de los presentes. “Al terminar el tratamiento del Presupuesto General del Estado, varios colegas opositores se habían retirado, podíamos avanzar con la sesión reservada, pero preferimos no hacerlo. La siguiente semana veremos los mecanismos para avanzar”, dijo.

Mientras tanto, el coronel en servicio pasivo Jorge Santisteban explicó que solo se requiere los dos tercios para ingresar a la sesión reservada. “Ya en ella (sesión) todo se aprueba con la simple mayoría. Advertimos a los senadores de oposición que no permitan que se inicie la sesión mientras no revisen la lista e intenten persuadir a los senadores del MAS que no aprueben el ascenso de jefes militares que no merecen ascender y su único mérito es la afinidad política. Son serviles al partido de gobierno. Se impondrá una lista anormal y que provocará una enorme incomodidad a las FFAA, porque los oficiales no tienen garantías para su carrera profesional”, aseveró.

Consecuencias

Las promociones 1987 y 1988 serán apartadas a partir de que se emita la resolución de la posibilidad de ascender. La “preclusión” significa que un acto procesal queda sin efecto porque se agotaron los plazos y hubo inactividad.

El malestar dentro de las fuerzas militares es enorme. Un grupo de integrantes de la promoción 87 se contactó con este medio. Denunciaron que lo ocurrido es responsabilidad de la misma Asamblea. “Ellos, lo único que tenían que hacer es ratificar el ascenso y nunca lo hicieron”, reprochó uno de los oficiales.

Por ello, este grupo de oficiales señaló que harán respetar su derecho y si es que se confirma “la injusta preclusión tendremos que asumir a acciones judiciales y es lo primero que haremos”.

Este grupo anunció que al menos los dos últimos presidentes del Senado serán sometidos a un proceso judicial. Se trata de Eva Copa y Andrónico Rodríguez.

Los afectados explicaron que Eva Copa aseguró que no trataría la lista de los ascensos enviados por el gobierno de Jeanine Áñez “porque tenía otras prioridades”. Mientras que Rodríguez “tampoco lo hizo y retrasó todo, por lo que cometieron tres delitos”.

Señalaron que el primer delito es incumplimiento de deberes porque se evitó ratificar el ascenso que ya estaba resuelto por el Tribunal Superior de Personal del Comando en Jefe, que fue propuesto por la expresidenta Jeanine Áñez.

Un segundo delito serían las resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, porque no cumplieron el artículo 160 de la Carta Magna, por el que la Asamblea debe ratificar los ascensos y ellos no lo hicieron.

Finalmente hablan del delito de uso indebido de influencias, porque como servidores públicos obtuvieron ventaja para terceros, haciendo uso del poder que tienen como cabezas del Senado.

Los afectados aseguran que el MAS está favoreciendo al general Augusto García Lara, actual comandante en jefe de las FFAA o a Juan José Zúñiga, comandante del Ejército, entre otros.

En el caso de las promociones 1989 y 1990 el problema es que el Ministerio de Defensa y el comando en jefe de las FFAA ordenaron que se realice una revisión de los antecedentes de los integrantes de estos cursos.

Existen denuncias que señalan que se incluyeron otros nombres y la lista original habría sido modificada. Ajpi afirmó que la lista no se puede revelar porque debe ser tratada en reserva.

Al respecto, la senadora Ana María Castillo (MAS) admitió el mes pasado que “hay tres promociones postergadas”. Según su versión las FFAA entregaron el poder “de facto” a Jeanine Áñez en noviembre de 2019 y en 2020 admitieron un ascenso a generales por decreto. “Integrantes de las FFAA, de forma canalla, aceptaron y realizaron el ascenso”, dijo.