La medida de presión que se tenía en la ruta a Beni fue levantada en la jornada de ayer. La ciudadanía acudió a los mercados, en muchos casos en vehículos, incumpliendo el pedido de los líderes cívicos

6 de noviembre de 2022, 4:00 AM
6 de noviembre de 2022, 4:00 AM

Uno de los cercos que habían sido colocados por grupos afines al MAS, ubicado en la zona de La Enconada en la ruta a la Chiquitania, fue levantado en las últimas horas. La decisión coincidió con el inicio de la mesa técnica que se realiza en Trinidad, capital de Beni, y donde se tendrá que definir la fecha para la realización del Censo de Población y Vivienda.

El subalcalde de Pailas, Rudy Callaú, indicó que la medida de presión fue levantada ayer por la mañana. “La información de que el cerco sería levantado se conocía desde anoche. Desconocemos las razones”, dijo.

En los últimos días los dos puntos de este cerco no estaban consolidados porque tenían al menos 15 personas en uno de los tramos. La Enconada, ubicada sobre el kilómetro 28 de la ruta a Beni, pertenece al municipio de Cotoca.

Desde las organizaciones afines al MAS respondieron que se trata de un cuarto intermedio hasta que se tomen decisiones en Trinidad. “Se dio un cuarto intermedio, justamente esperando respuestas de la mesa técnica instalada en Beni”, aseguró Widen Chuvé.

Este cerco fue constituido el pasado 25 de octubre, casi de manera simultánea con el bloqueo del kilómetro 19 de la doble vía La Guardia, a la altura del mercado Campesino, que también es impulsado por sectores sociales afines al partido de Gobierno.

Abastecimiento y tráfico

En la jornada de ayer, una gran cantidad de personas se desplazó a los centros de abastecimiento para comprar productos de la canasta familiar. A la par de ello, hubo una masiva afluencia de vehículos particulares y del servicio público, que se desplazaron por calles y avenidas de la capital.

El Comité pro Santa Cruz emitió días antes una publicación exhortando a la población a que acuda a los puntos de abastecimiento en bicicleta o a pie, y no utilice vehículos.

En un recorrido realizado por algunos mercados, EL DEBER constató que en el Siete Calles no hubo mucho movimiento y los comerciantes sostuvieron que se debía a la dificultad para que el vecino llegue hasta ahí.

La comerciante Marina Marín Tapia indicó que como sector están sufriendo en estos días del paro indefinido. “Vendemos para poder comer en el día, además vivimos lejos y vamos y venimos con el pasaje alto. Que se levante el paro, que Dios toque el corazón del Gobierno porque está arruinando a todo mundo”, dijo la mujer que trabaja en el Siete Calles.

En La Ramada antigua no solamente abrieron los comercios de abarrotes y verduras, sino también los ambulantes y locales comerciales sobre la avenida.

En el Nuevo Abasto, los compradores se dieron modos para llegar a comprar frutas y verduras, es de donde se proveen comerciantes de mercados como Los Pozos antiguo. Los vendedores indicaron que hubo un incremento en algunos precios, como el plátano y la piña.