El Comité del Bosque Cruceño empezó a elaborar el plan de recuperación de la Chiquitania y otras zonas. Evalúan daños y realizan un diagnóstico de necesidades

3 de octubre de 2019, 4:00 AM
3 de octubre de 2019, 4:00 AM

Con la conformación de diez mesas de trabajo, el Comité del Bosque Cruceño, a la cabeza de la Gobernación, empezó a elaborar el plan de recuperación de áreas afectadas por los incendios forestales en Santa Cruz, que tiene como primera tarea realizar una evaluación de los daños y un diagnóstico de necesidades, lo que puede llevar hasta seis meses.

Dicho comité fue creado en cumplimiento a la Ley Departamental de Pausa Ambiental y está compuesto por representantes de la Gobernación, de los municipios afectados por el fuego y de otras instituciones que tienen que ver con este tema, además de expertos en medioambiente.

En instalaciones del Centro de Educación Ambiental (CEA), las mesas técnicas comenzaron ayer a trabajar sobre diez ejes: industria agropecuaria, comunicación para el desarrollo, políticas públicas, turismo y arqueología, biodiversidad, áreas protegidas, recursos hídricos, manejo del fuego, gestión de restauración a escala del paisaje y economía dependiente del bosque.

La secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, Cinthia Asin, indicó que se trabaja sobre la base de 16 municipios afectados por los incendios, aunque pueden ser incluidas otras zonas porque las quemas persisten, pese a la prohibición.

“El Comité del Bosque Cruceño elaborará los lineamientos técnicos sobre los cuales se logre la recuperación de la funcionalidad de los ecosistemas afectados”, indicó Asin, y agregó que una vez que se tenga el diagnóstico, se impulsarán acciones que pueden ser de corto, mediano o largo plazo, pero con una mirada integral y enfocada en el desarrollo sostenible.

Estas acciones pueden incluir desde planes de reforestación en lugares que sea necesario, hasta proyectos de asistencia a comunidades y sectores afectados.

“El resarcimiento de daños de los ecosistemas es variable, según el diagnóstico que se dé y esto recién se puede hacer una vez terminados los incendios”, indicó la autoridad departamental cuando fue consultada sobre los alcances del plan.

Con respecto a las áreas protegidas afectadas, que suman diez, precisó que las acciones también estarán en función al diagnóstico, aunque adelantó que en algunas zonas no será necesaria ninguna intervención, pues hay áreas que, por sus características, tendrán una recuperación natural. Este es el caso de una parte del Parque Nacional Otuquis, que tras las primeras lluvias comenzó a reverdecer.

El presidente de la Asamblea Departamental, Hugo Salmón, indicó que la recuperación de los ecosistemas puede darse “con la primera lluvia o llevar, incluso, hasta 50 años” y que las medidas dependerán de sus características. En algunos casos, como el área que está entre las provincias Chiquitos y Cordillera, con solo la aplicación del plan de uso de suelo sería suficiente para su recuperación. Esa zona está catalogada como agropastoril, es decir, allí solo se pueden hacer actividades de agricultura y ganadería de recolección, lo que significa que no se puede hacer desmontes; sin embargo, se han detectado nuevas comunidades asentadas, según Salmón.

Plan del Gobierno

El director de la Administradora de Bosques y Tierra (ABT), Omar Quiroga, recordó que el Gobierno trabaja en su plan posincendio para la Chiquitania, el cual está en su fase de diagnóstico.

Consultado sobre cuánto puede llevar la recuperación del bosque, indicó que eso dependerá de sus características. “En algunos lugares los expertos recomiendan no hacer nada por uno o dos años hasta que haya una recuperación natural, mientras que en otros habrá que hacer intervención, pero eso lo dirá el diagnóstico”, expresó el director de la ABT.



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