En el pico de la primera ola, Bianca Paz formó una cadena de ayuda para impulsar la donación. El grupo se mantiene activo para cualquier necesidad

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24 de septiembre de 2021, 5:00 AM
24 de septiembre de 2021, 5:00 AM


Una experiencia personal derivó en una larga cadena de solidaridad y, después de más de un año, se mantiene intacta. En la primera ola del covid-19, Bianca Paz y su familia se enfrentaron al virus cuando su madre Silvia Soria enfermó de coronavirus.

En ese momento no había espacio en las salas de terapia intensiva y la gente recorría uno a otro los establecimientos de salud en busca de una cama. En el caso de Bianca, después recorrer 33 clínicas privadas encontró una cama para su madre, pero su angustia no terminó ahí porque le pidieron plasma hiperinmune y en ese momento no había disponible.

En su desesperación se contactó con muchas familias que también enfrentaban la misma situación y, junto con sus hermanos Marcelo, Pablo, Paola, Mauricio y José Andrés, decidieron conformar grupos de WhastApp para impulsar la donación de plasma, pero también para promover la ayuda entre los familiares de personas con Covid-19.

“En la primera ola un movimiento que se hizo fue grandísimo. Nos llamaban desde La Paz y desde Cochabamba para que les ayudemos a conseguir plasma”, contó.

La iniciativa llegó hasta las cuentas de Facebook, por donde difundían mensajes con datos de personas que necesitaban plasma y también con posibles donantes. Además, junto a un medio de comunicación impulsaron un video para que la población se anime a donar. Pidieron no vender el plasma, destacando que superar la enfermedad es una segunda oportunidad de vida. La familia, incluso, se trasladó a otros municipios en busca de donantes.

El grupo se mantuvo activo, según la necesidad en cada ola. Al grupo también se sumaron médicos que ayudaban a despejar dudas sobre la enfermedad y los tratamientos y realizan atenciones gratuitas a domicilio.

Por su parte, las autoridades se ocuparon de fortalecer con equipamiento el Banco Regional de Sangre para la facilitar la donación de plasma.

Bianca y sus hermanos también fueron un apoyo emocional para las personas que atravesaron momentos difíciles.

María Rojas, una de las que formó parte de esta cadena, comentó que cuando su primo necesitó plasma y de un neumólogo, ingresó a uno de los grupos de WhatsApp y envió una carta con la solicitud de la clínica, e inmediatamente la llamó uno de los hermanos de Bianca para guiarla en el procedimiento que tenía que seguir.

Además, recordó que Bianca le envió mensajes de apoyo sin conocerla, en un momento en el que realmente los necesitaba.

Lograron vencer al virus

La madre de Bianca enfermó de covid-19 en mayo de 2020. Bianca recuerda que, cuando la llevaron a una clínica privada, les dijeron que para internarla debían reunir $us 30.000 en media hora. Se vieron en apuros porque eran las 23:00 y a esa hora casi nadie dispone de efectivo.

Fue una desesperación para la familia. Imagínese que a altas horas de la noche pidan esa cantidad y por eso no la dejaban ingresar. Fue por eso que como familia después quisimos ayudar”, resaltó.

Actualmente Silvia, la mamá de Bianca, lucha contra las secuelas que les dejó el coronavirus, pues sufre de dolores en las articulaciones y de fatiga, situación que la obliga a continuar con fisioterapia.

Quedó con secuelas, pero gracias a Dios está viva”, señala Bianca.

En la primera ola casi todos en su familia enfermaron de coronavirus, solo su padre Chichi Paz se mantuvo libre del contagio.

A la fecha todos han recibido la vacuna, con el esquema completo.

Bianca es diseñadora de interiores, pero la experiencia que tuvo que pasar por la pandemia la llevó a conocer cómo moverse en e l área de salud, saber dónde conseguir y para qué sirven algunos medicamentos.

“Incluso pudimos ayudar a algunos médicos que necesitaban medicamentos, pues lamentablemente también llegaron a terapia intensiva”, recuerda.