El Programa de Vivienda Social apuesta en Santa Cruz por los sectores vulnerables

El sol quema y el sudor incomoda, pero a Virginia Rocha poco le importa. Mira contenta cómo parte del lote de su hija, por el km 14 de La Guardia ya tiene los dibujos de lo que en el futuro serán las habitaciones y otras dependencias. Cerca de su puerta se encuentra una montaña de arena y arenilla, esos materiales son parte de su aporte, más la mano de obra. El resto corre por cuenta de la AEvivienda Santa Cruz.

Emocionada, cuenta que espera que en mayo -luego de varios años- por fin pueda estrenar una casa de material con pisos de cemento que impidan que la tierra se cuele en las sábanas.

Doña Virginia cuenta que en un principio dudaba de las promesas que le hacían desde la institución estatal. “Pero al final se dio. Es una gran alegría, pues por vivir en mi casa de madera los vecinos nos miraban mal. Ahora, tendremos una casa digna”, sostuvo.

En la urbanización La Solución, Alberto Cardona, mototaxista, ya tiene un avance mayor de obra. Agradece el haber tenido un terreno, requisito para contar con la ayuda de la AEvivienda. Su esposa -pela papa concentrada en la faena- mientras reflexiona que con los ingresos que genera su esposo nunca hubieran podido dejar su casa de chapas y madera. “Al fin mis hijos tendrán un piso limpio. La casa estará más limpia. Al final, lo que uno quiere es vivir con dignidad”, reflexionó Cardona.

Gonzalo Osinaga, vecino del barrio Cuatro Hermanos, trabaja junto con un albañil. Optimista espera que en unos 120 días esté terminada su casa. No le interesa que el lugar esté un poco alejado, contar con una vivienda propia de material y con pisos de cerámica “no tiene precio”, exclama. “Parece algo común y de poca importancia. Pero no es así. Es algo que te llena de orgullo, construyes tu casa”, dice Osinaga. 

Vulnerables

Estos son tres ejemplos de personas que no cuentan con suficientes recursos para acceder a un préstamo que les permita mejorar sus viviendas.
En este sentido, Miguel Delgadillo, director regional de la AEvivienda Santa Cruz, sostuvo que estas personas que cuentan con un terreno a su nombre, pero que por diferentes motivos viven de manera precaria, tienen la posibilidad de mejorar sus unidades habitacionales a partir de los programas que maneja la institución estatal.

El programa al que se refiere Delgadillo es el de atención extraordinaria. Destinado para personas con muy bajos recursos económicos, con problemas de salud u otros impedimentos que no les permitan mejorar sus viviendas.
En Santa Cruz, por el momento, se lleva adelante la construcción de 22 viviendas. En la que sus titulares deben aportar mano de obra, arena, arenilla y ripio. Son viviendas a fondo perdido; es decir, una vez concluidas el beneficiario no tienen ninguna deuda con la AEvivienda.

Delgadillo indicó que aparte de estas obras, para 2022 se tienen proyectado dar solución, entre construcción y refacción a 3.844 unidades habitacionales para lo cual cuentan con un presupuesto de Bs 249 millones.