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6 de noviembre de 2022, 12:27 PM
6 de noviembre de 2022, 12:27 PM

Durante el siglo pasado las ideologías definían claramente el accionar político de los partidos y sus militantes, izquierdas y derechas, comunistas y capitalistas, no había por donde equivocarse; en la actualidad esa frontera no existe y vivimos una época de discursos demagógicos sin acciones consecuentes. La ambición de poder ha hecho que perdamos lo que Antonio Gramsci llamaba sentido común en la política. 

La filósofa belga Chantal Mouffe explica lo que nos está sucediendo en estos términos: “La pos política es esa especie de consenso en el centro que se ha convertido en el espíritu de la época, como consecuencia del movimiento hacia la derecha de los partidos de izquierda. Ese consenso en el centro impide que exista una diferencia real entre las distintas propuestas políticas.” Así es y la prueba son gobierno supuestamente de izquierda que no respetan los derechos humanos, ni la democracia, que han hecho de la corrupción su lema: “si la derecha robó, nos toca a nosotros”; gobiernos extractivistas que no respetan sus propias constituciones y las leyes respecto a la tan “amada madre naturaleza”; gobiernos que se autodefinen como profeministas y anti patriarcales y justifican las masacres de mujeres en Irán y muchas otras acciones propias de la derecha tan criticada por una pseudo izquierda que ni siquiera se ruboriza con sus medidas económicas propias del satanizado neoliberalismo,

Estamos tan confundidos que hemos reemplazado la ideología por los afectos al jefe; la razón por las pasiones contra el monstruo imperialista que en el caso de la guerra de Rusia contra Ucrania hizo que muchos izquierdistas/ populistas del mundo entero apoyen la invasión, como si fuera una guerra entre el capitalismo y el socialismo, olvidando que Rusia es capitalista e imperialista; el filósofo izquierdista Slavoj Žižek fustigó magistralmente a estos impostores: “aceptadlo, izquierdistas, Putin es un nacionalista conservador”.

Leyendo El libro del desasosiego, de mi maestro Fernando Pessoa, encontré una posible explicación a lo que nos pasa, no importa que haya sido escrita hace muchas décadas, está más vigente que nunca: “En la vida de hoy, el mundo sólo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la incapacidad de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación”.

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