El silencio del papa Francisco

Soy católico, creyente, siempre practico los principios de la Iglesia católica y las enseñanzas de Cristo en el Evangelio. Hoy escribo estas líneas para expresar mi estupor por el silencio cómplice del Papa Francisco y del Vaticano con relación a los abusos que la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua está cometiendo contra la Iglesia y sus miembros.

Lo último es la detención domiciliaria del Obispo de Matagalpa, Rolando Alvarez, y el apresamiento de todo el personal que trabaja con él. Esta medida fue precedida del congelamiento de cuentas de la Iglesia, con la cual mantienen hogares de niños, ancianos y las labores de solidaridad que realiza, y luego la cancelación de la personería jurídica de organizaciones eclesiásticas.

Y a pesar de todos estos abusos, el jefe de la Iglesia católica, la cabeza del Vaticano, el hombre que es el representante de Dios en la Tierra no se pronuncia, mira hacia otro lado. ¿Por qué? No entiendo, es como que un hijo sea estropeado y el padre no reacciones y lo defienda.

Cuando lo eligieron a Bergoglio como papa Francisco, me alegró, me sentí representado por un papa sudamericano. Poco a poco me fue decepcionando por sus silencios cómplices con las dictaduras del siglo 21. Su falta de apoyo a las luchas de los pueblos creyentes por la libertad y la justicia, han sido una constante en su papado.

Extraño esa iglesia que ha luchado junto a su pueblo por mejores días, que ha acompañado las luchas del pueblo por su libertad, esa iglesia de los pobres, de los humildes, de los hombres libres.

Francisco, están atacando a su Iglesia en Nicaragua, pronúnciese, diga algo, el silencio solo lo hace cómplice de una dictadura, rescate la esencia de la Iglesia de Cristo.

La fe católica la entiendo como el compromiso de los cristianos con los desposeídos, con los que sufren, con los perseguidos por luchar por causas justas. Quien defiende esos valores será el premiado con la vida eterna.

La iglesia en Nicaragua siempre estuvo al lado de su pueblo.

* Guido Áñez Moscoso, exministro de Estado​