El triunfo de Milei

Miro la política desde el beneficio que tiene mi país para recuperar la democracia y acabar la dictadura impostora, que nos gobierna desde el año 2006 con la indiferencia internacional.

Argentina nunca deja de sorprendernos, el electorado expresó su descontento el domingo, su rabia, aparecieron nuevos actores con demandas inéditas que los partidos tradicionales no tuvieron capacidad de recoger ni administrar.

Javier Milei humilló al peronismo, es el peor resultado que esta fuerza política ha obtenido; de tener una mayoría blindada durante muchos años, hoy representa menos de un tercio de la votación.

Este señor que grita, insulta, que es directo y extravagante, que lo más aplaudido de su discurso es decir: “Zurdos, hi....de P...; la libertad avanza carajo...”, nos demuestra que a sus votantes poco les importa su programa o la viabilidad de su propuesta. La gente se cansó de la corrupción, de la impostura, de los atentados armados, del asesinato de un fiscal, del perdón a Irán por el atentado a la AMIA, de las bolsas de dinero en un convento, de las maletas de dinero enviadas por Chávez desde Venezuela. Ni la selección campeona del mundo quiso fotografiarse con ellos.

Sergio Massa, el candidato perdedor, dijo: “Faltan 60 días para la elección”. Querrán recuperar y, en política, el adversario herido es el peor adversario.

No soy un hombre de derecha, pero celebro esta victoria porque me dolía ver que la Argentina se convirtió en el refugio de Evo Morales, ver a los dictadores del siglo 21, Diaz Cannel, Maduro, Ortega, Morales y Arce, estar impunes en ese gran Buenos Aires que siempre ha sido cuna de la libertad.

Se les empieza a cerrar el círculo a los dictadores.