En diciembre, algunos esperan concretar el 50% de sus ingresos anuales. Anticipan que no podrán pagar el aguinaldo, optando por negociaciones que incluyen pagos en mercancía. Otros aconsejan apostar por la resiliencia y la diversificación

24 de noviembre de 2024, 7:12 AM
24 de noviembre de 2024, 7:12 AM

Con un dólar que se disparó un 65% en relación con la cotización oficial, y en el último mes del 2024, que genera movimiento económico por las fiestas de fin de año, los microempresarios y emprendedores recurren a ferias y redes sociales para lograr ingresos en un contexto económico complejo. El mercado se achica y las oportunidades son limitadas. La situación es tan preocupante que muchas unidades de negocio no pagarán el aguinaldo y están negociando otras formas de compensación ante la baja liquidez de los negocios.

Ya no es un secreto la gravedad de la situación económica. Incluso el Gobierno, que al comienzo de la crisis rechazaba cualquier insinuación sobre ella, ahora se ve desbordado por sus propios datos que muestran un aumento en los precios. Las tensiones económicas, reflejadas en la escasez de dólares y combustibles, son parámetros irrefutables.

Realidad y alternativas

El secretario general de la Comisión Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Juan Carlos Vargas, explicó que la infraestructura y las dificultades en la obtención de combustible impactan directamente en la generación de empleo en el sector de manufactura, el cual depende de la transformación de materias primas. “Esta infraestructura no ayuda en nada, empeora la crisis económica y afecta directamente a la generación de empleos”, sostuvo.

A pesar de estos obstáculos, Vargas indicó que los microempresarios están tratando de llegar a los consumidores a través de ferias de producción nacional y el uso de las redes sociales.

“Las redes son un mecanismo para ofrecer nuestros productos nacionales; es una forma de llegar a la población y, aunque nuestras ventas no sean las mejores, intentamos reducir el impacto negativo que ha golpeado tan fuerte a nuestro sector”, afirmó.

En este sentido, hizo un llamado a las autoridades, solicitando el apoyo en la habilitación de espacios para ferias productivas, permitiendo a los productores ofrecer sus artículos de manera directa. “Estamos enfocados en acudir a diferentes mecanismos para intentar que el impacto negativo sea menor, especialmente en este fin de año, que es crucial para nosotros”, afirmó.

Con respecto a la importancia de las ventas de fin de año, Vargas destacó que los últimos dos meses representan el 50% de las ventas anuales de los microempresarios.

Este período resulta fundamental para la recuperación económica del sector, que enfrenta una disminución de capital de trabajo debido a deudas acumuladas con entidades financieras.

Por este motivo, enfatizó la necesidad de contar con el respaldo de las autoridades, instándolas a ser tolerantes y brindar espacios públicos en los que se puedan organizar ferias para la venta de productos nacionales.

Afectados

En cuanto a los números del sector, Vargas señaló que existen alrededor de 200.000 unidades productivas registradas, aunque muchas no están operando actualmente debido a las dificultades enfrentadas a lo largo del año. Consciente de la situación, su mensaje a la población fue uno de cooperación y apoyo a la industria nacional.

“Es necesario que comprendamos que, apoyando a la manufactura nacional, contribuimos también a la generación de empleo para nuestros vecinos y para la economía en general”, expresó.

Vargas lamentó la falta de certidumbre y apoyo por parte del gobierno, lo cual ha generado una atmósfera de desmotivación e incertidumbre para el próximo año.

“Esperamos que en 2025 las autoridades dejen de lado la política y se enfoquen en la economía, para salvar ese barco que es Bolivia y que hoy en día parece estar a la deriva”, concluyó.

No obstante, el dirigente de los microempresarios de El Alto, Marco Antonio Condori, señaló que su sector enfrenta una difícil situación por la falta de dólares, el aumento de los insumos y los bloqueos que tuvieron lugar en la ciudad durante 24 días.

Reconoció que, aunque se está haciendo todo lo posible para reactivar las unidades productivas, no podrán pagar el aguinaldo a los trabajadores debido a las complicaciones económicas.

“Hace mucho tiempo, aquí en la ciudad de El Alto, hemos hablado con la prensa y con otros trabajadores. Hemos sido claros, y si queremos volver a tener trabajo, hemos consensuado cómo hacerlo. No estamos en la posibilidad de pagar aguinaldos, pero sí daremos los beneficios según nuestras capacidades”, comentó.

Sostuvo que cada empresa tiene diferentes realidades y que su sector ha sido uno de los más perjudicados, no solo por la escasez de divisas y el aumento de costos, sino también por las pérdidas millonarias sufridas durante los días de paro y bloqueo.

“La situación es compleja, pero lo que estamos pidiendo son programas y proyectos que vayan en beneficio de nuestro sector”, dijo.

El dirigente también señaló que algunas unidades productivas se han visto obligadas a cesar sus actividades debido a la crisis, mientras que otras están logrando superar los obstáculos y reactivarse. “Existen unidades productivas en riesgo, pero también hay empresas que han cerrado temporalmente y ahora están volviendo a encaminarse”, señaló.

Condori adelantó que, en coordinación con otros trabajadores, presentarán propuestas durante la próxima asamblea nacional de microempresarios. Posteriormente, emitirán un pronunciamiento oficial a escala nacional, con el objetivo de alcanzar acuerdos que no perjudiquen a ninguna de las partes involucradas.

“Sabemos lo que significa ser trabajadores porque hemos empezado desde abajo. Hoy somos propietarios, pero nuestra prioridad es cumplir con lo acordado, dentro de nuestras posibilidades. Podemos realizar pagos en especie, en efectivo o en cuotas, pero todo dependerá de lo que logremos consensuar”, concluyó.

Análisis

En un contexto donde las crisis económicas y empresariales son cada vez más frecuentes, Mariano Cabrera, experto en marketing y tecnología, planteó estrategias para que emprendedores y empresas puedan adaptarse, superar adversidades y garantizar la sostenibilidad de sus negocios.

El especialista subrayó la importancia de actuar con rapidez y claridad: “Es fundamental revisar los números del negocio y entender dónde estamos parados. Saber qué áreas están más afectadas y con qué recursos contamos es el primer paso para diseñar una estrategia efectiva”, afirmó.

Entre las principales recomendaciones, destacó la necesidad de ponerse en el lugar del cliente y ajustar la oferta según las nuevas prioridades que surgen tras una crisis. También hizo hincapié en “liberarse del peso muerto”, refiriéndose a procesos, productos o áreas que no generan resultados.

Redefinir la propuesta de valor es otro de los puntos clave sugeridos por Cabrera. Explicó, que es fundamental comprender a fondo al cliente y enfocar la oferta en resolver problemas actuales.

“Los clientes buscan soluciones concretas. Nuestra propuesta de valor debe responder a esas necesidades y hacerlo con rapidez”.

El experto resaltó la agilidad como una ventaja competitiva de los emprendimientos pequeños: “Pueden adaptarse más rápido que las grandes empresas, ajustando procesos, mensajes y productos”.

Para Cabrera, estar preparados para futuras crisis requiere tres pasos fundamentales: realizar un análisis FODA (fortaleza, oportunidades, debilidad y amenazas) realista que identifique fortalezas y amenazas con claridad.

El segundo paso es desarrollar estrategias de continuidad para garantizar la operación, como diversificar proveedores.

Y por último crear planes de contingencia para mitigar el impacto de escenarios adversos.

“Muchas empresas no cuentan con experiencia suficiente para enfrentar crisis prolongadas. Prepararse con antelación puede marcar la diferencia entre sobrevivir o desaparecer”, advirtió.

En cuanto al acceso a programas de apoyo gubernamentales, Cabrera recomendó investigarlos a fondo y utilizarlos para impulsar el crecimiento: Es clave invertir los fondos en áreas estratégicas, no usarlos para sobrevivir”.

La emprendedora Mariela López, dijo que en un ambiente difícil como el nacional uno de los pasos que deben tomar los negocios, chicos o grandes es la diversificación. Recomendó buscar nuevas opciones en el mercado.

A finales de 2022, López identificó un inminente problema en la economía boliviana: la falta de dólares para la importación. Como gerente general de una empresa de electrodomésticos, entendió rápidamente que debía diversificar sus operaciones. “Cuando vi que la disponibilidad de dólares sería un problema, pensé en soluciones antes de que este se materializara. Así nació Epicurean Andes, una empresa orientada a la exportación de alimentos bolivianos”, explica.

Epicurean Andes apuesta por la comercialización de productos como sal rosada de Tarija, cúrcuma, orégano y pimienta, todos envasados con un enfoque cultural que resalta la identidad boliviana. Aunque todavía no ha iniciado la exportación, la empresa ya se posiciona en el mercado local con presencia en cadenas como Farmacorp y Santé.

López subraya que la clave para mantenerse a flote en contextos adversos radica en la planificación y la eficiencia operativa.

“Hoy, los márgenes de error son mínimos. Cualquier decisión debe basarse en datos concretos y objetivos, ya sea a través de sistemas avanzados o con herramientas simples como Excel”, dijo.

Para ella, pese al entorno el país tiene muchas oportunidades.