La droga secuestrada es cocaína y marihuana. De la primera sustancia se decomisaron 7,19 toneladas; mientras que de la marihuana fueron 97,1 toneladas. La Felcn dice que aumentó los controles en el lago Titicaca, zona que se volvió vulnerable al narcotráfico.

29 de mayo de 2022, 4:00 AM
29 de mayo de 2022, 4:00 AM

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) realizó 3.949 operativos entre el 1 de enero y el 23 de mayo de 2022. Tras estas intervenciones se logró secuestrar 104.29 toneladas de cocaína y marihuana. Además, se reforzó la lucha antinarcóticos en el lago Titicaca en coordinación con la Dirección Antidrogas (Dirandro), que es parte de la Policía de Perú.

El Viceministerio de Gestión Social y Sustancias Controladas envió a EL DEBER los datos de la lucha antidrogas en lo que va del año. Se secuestraron 7,19 toneladas de cocaína. Además, existe más marihuana decomisada. En plantíos se secuestró 92,61 toneladas y 4,49 toneladas en expendio.

Toda esa droga fue secuestrada en 3.949 operativos en todo el país. En 2021, se abrieron 2.025 casos de narcotráfico y se incautaron más de 210 toneladas de droga, entre cocaína y marihuana, según datos de la Fiscalía.

Por su parte, el Ministerio de Gobierno informó que durante la gestión 2021 se incautaron casi 20 toneladas de cocaína y 190 de marihuana en operativos que derivaron también en acciones de destrucción de estas sustancias en actos presenciados por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).

Un caso reciente, explicó el viceministro de Gestión Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, es la operación que se desarrolló en el municipio Inquisivi de La Paz. En ese lugar que no tienen antecedentes de narcotráfico se realizó el 18 de mayo un rastrillaje y se encontró plantaciones de marihuana en una superficie de 1.573 metros cuadrados. Cada planta tenía una altura de 1,50 metros y una densidad de una planta por metro cuadrado y un peso de 391.936 kilogramos.

El operativo, según el informe del Viceministerio de Gestión Social y Sustancias Controladas, siguió con un rastrillaje a 50 metros aproximadamente del primer hallazgo. Ahí se encontró una segunda plantación de marihuana en una superficie de 7.742 metros cuadrados con una altura de 1,50 metros por planta. Se determinó un peso de 1.974.210 gramos.

“Entendemos que ningún país de manera aislada o individual puede hacerle frente al narcotráfico. Por eso, estamos impulsado reuniones de comisiones mixtas con las naciones vecinas, fundamentalmente, para desarticular el puente aéreo que tanto daño nos hace y genera mala imagen para nuestro país”, detalló Mamani.

Plan binacional

La Felcn ejecuta el plan de operaciones denominado “Amistad Herradura” con la Policía del Perú con el objetivo de evitar el tráfico de sustancias controladas por la zona fronteriza con el vecino país. En estas áreas existe el tráfico de narcóticos más grande que sufre Bolivia. Además, es por estos puntos que también existe el contrabando de hoja de coca que viene de la selva peruana.

“En el marco de la regionalización de la lucha contra el narcotráfico, nuestro Gobierno desde que recuperamos la democracia retomamos las relaciones bilaterales con países vecinos, en este caso estamos realizando operativos para evitar el narcotráfico y el tráfico de la coca peruana”, remarcó el subdirector de la Felcn, coronel José Luis Assaf.

El 12 de agosto de 2021 se estableció en la reunión de la comisión mixta Bolivia-Perú la cooperación en materia de desarrollo alternativo, integral, sostenible, prevención del consumo, rehabilitación, control del tráfico ilícito de drogas estupefacientes y sustancias psicotrópicas y sus delitos conexos.

Fue en ese marco que recientemente se realizaron operaciones en las localidades paceñas de Laja, Guaqui, Desaguadero y en el lago Titicaca entre la Felcn y Dirandro. En un operativo ejecutado la pasada semana se comprobó que existe el tráfico de drogas en esta zona y que aumentó el paso de ilícitos vía lacustre.

Según informes de la Dirandro, la cocaína peruana llega a la ciudad de Puno y de ahí se expande a Bolivia por diversas modalidades. Una de ellas es de forma lacustre para evitar los controles en los peajes carreteros. Son comunidades en el vecino país donde operan las mafias y la sustancia controlada llega a pueblos bolivianos por al menos tres recorridos fluviales, para luego seguir su curso hasta El Alto.

Copani es una pequeña población en el lado peruano. Pertenece al poblado de Yunguyo. Ahí hay un puerto artesanal muy pequeño que por las noches se transforma para recibir a lo ilícito. Durante las horas que el sol alumbra se lo utiliza para actividades de pesca y, a veces, para el turismo.

Hace dos años, en esta ruta aparecieron seis peruanos ahogados y según la Policía de ese país fueron asesinados por narcotraficantes. Con el tiempo se comprobó esa hipótesis. Era un ajuste de cuentas entre mafias de narcotráfico.

“Toda esa droga llega desde Ayacucho y el Vraem (Valle peruano de los ríos Apurímac, Eney Mantaro). Llega a Puno y hay al menos 11 vías que van hasta El Alto. Y claro, el lago Titicaca también es vulnerable a estas mafias”, explicó el exjefe peruano de la Macrorregión Puno-Madre Dios, general Roger Tello Ramírez.

A los poblados bolivianos que llega la droga peruana son Guaqui, Copacabana y Puerto Acosta. De ahí se reparte rumbo a El Alto y las cargas de mayor tonelaje se van hasta Brasil. El exgeneral Tello Ramírez acotó que los clanes utilizan vías de poco control y cuando van por el lago Titicaca es para evitar peajes terrestres, como en la localidad de Desaguadero.


Aumentó el hallazgo de droga en zonas del occidente del país. Foto: AFP

Operativos en el lago

En el Viceministerio de Gestión Social y Sustancias Controladas informaron a este medio que los controles en estas localidades son permanentes. El coronel Assaf participó de un operativo la semana pasada, pero no se informó si se incautó droga o coca peruana.

Desde la localidad de Sandia, que es la puerta a los valles peruanos, se despacha la droga a las seis principales narcorrutas. La primera va hacia Pelechuco, en La Paz; la segunda a Puerto Acosta, por Moho; la tercera también a Puerto Acosta, por Huancané; la cuarta a Desaguadero, por Juliaca; la quinta también a Desaguadero, por Ilave; y la última a Copacabana por Yunguyo.

Según un informe de la Dirección Antidrogas (Dirandro) del Perú, de esta nómina las que se utiliza vía lacustre son las que llegan a Copacabana y Puerto Acosta. Ahora, también la droga llega hasta el puerto de Guaqui.

El viceministro Mamani explicó que los operativos en esta zona se los desarrolla de manera periódica y recordó uno que se ejecutó a finales de 2021, cuando se desplegó 140 efectivos para desarrollar el plan “Aguas Marinas”.

“Como Gobierno, seremos implacables y no vamos a tolerar que organizaciones criminales puedan utilizar nuestro territorio nacional como tránsito del narcotráfico. Estamos redoblando todos los esfuerzos, para lo cual tenemos personal capacitado, calificado, preparado para este tipo de trabajos”, detalló Mamani.