Este año, las empresas de telecomunicaciones se han visto afectadas por la pandemia, de acuerdo con Catelbo. El índice de ‘incobrabilidad’ llegó hasta el 80%

7 de octubre de 2020, 16:11 PM
7 de octubre de 2020, 16:11 PM

El sector de las telecomunicaciones no pasa por su mejor momento por los cambios de hábitos de los consumidores y la pandemia. Los ingresos del servicio de telefonía móvil, que a diciembre de 2019 alcanzaron un valor de Bs 2.628 millones, registran un decrecimiento del 18,05% de las cifras de 2018. 

Los usuarios optan por las aplicaciones para hacer sus llamadas, WhatsApp, FaceTime y Messenger son las favoritas. El año pasado, sus ingresos alcanzaron un valor de Bs 12.624 millones, de acuerdo con el informe Estado de Situación de las Telecomunicaciones en Bolivia, publicado recién por la ATT (Autoridad de Fiscalización y Control Social de Telecomunicaciones y Transporte). 

Esa cantidad es un 4,55% menos a la registrada en la gestión anterior. La renta del sector, según el reporte, estuvo liderada por los ingresos correspondientes al servicio de acceso a internet (sin especificar el monto), seguido por los del servicio de telefonía móvil y los ingresos del servicio de distribución de señales. 

EL DEBER se contactó con las empresas Entel, Tigo y Viva para conocer sus opiniones sobre el comportamiento de los ingresos del sector y sus previsiones para este año. Las dos últimas, junto con AXS, respondieron a través de la Cámara de Telecomunicaciones de Bolivia (Catelbo). La primera, no contestó. 

Eduardo Trigo, gerente general de Catelbo, atribuye el comportamiento de los ingresos del sector a la fuerte reducción de tarifas que ha ocurrido constantemente y sin pausa entre 2018 y 2019. 

Con respecto a los ingresos en telefonía registrados el año pasado, Trigo indicó que es importante tomar en cuenta que la sustitución de llamadas vía línea móvil regular (a través de minutos), por llamadas a través de internet (con datos), generó menores ingresos para los operadores, aunque el volumen siga siendo igual o mayor. 

A decir de Jorge Nava, exsuperintendente de Telecomunicaciones, la evolución de ingresos en el sector de telecomunicaciones boliviano en los pasados 14 años muestra un crecimiento sostenido hasta el 2017 y luego una aparente disminución en los últimos tres años.

“Este comportamiento, que podría interpretarse como un problema económico en el sector, se debe básicamente al cambio de hábitos en el uso de los servicios por parte de los usuarios, debido a las prestaciones que traen consigo las nuevas tecnologías de comunicación e información”, manifestó Nava.

Impacto de la pandemia

Las empresas de telecomunicaciones, de la misma forma que otros sectores, están atravesando por un 2020 desafiante, señaló Trigo. Y es que en marzo asumieron la responsabilidad de mantener a los bolivianos conectados a la distancia, en un contexto inesperado y complejo.

La pandemia ha afectado negativamente durante los dos primeros trimestres a todos los operadores en Bolivia. “La permanencia de las familias en sus hogares generó un incremento en la demanda de internet fijo de aproximadamente el 70%; es decir, los operadores tuvimos que incurrir en mayores costos para seguir brindando nuestros servicios, sin contar con ingresos adicionales”, explicó Trigo. 

El ejecutivo indicó que si bien, en un contexto normal, se cree que los usuarios pueden sacrificar otros servicios antes que el de la conectividad, el golpe a la economía, a raíz del Covid-19 y sus efectos (caída del empleo y cierre de negocios), provocaron una contracción en los ingresos de los operadores, porque las personas se vieron ante la necesidad de consumir menos en general. 

Además, las cobranzas se vieron afectadas en gran medida: el índice de ‘incobrabilidad’ llegó hasta el 80%. Desde el 1 de junio, hasta el 16 de septiembre, las empresas de telecomunicaciones garantizaron la conectividad de miles de bolivianos con el plan de servicio gratuito: ‘Mantengámonos Conectados’, pensado para beneficiar a los usuarios con tres o más facturas pendientes de pago. 

En la actualidad, todas las telefónicas están trabajando en normalizar sus operaciones, para mantener una base de clientes satisfecha con los servicios y al día con sus pagos, señaló Trigo. Por otro lado, se vieron afectados los ingresos del servicio móvil prepago y pospago, debido a la menor demanda en este periodo. Esto provocó que disminuya considerablemente la facturación. 

Específicamente en la situación del segmento móvil pospago, se registró una baja en el promedio de ingreso por usuario. Algo parecido sucedió en el segmento fijo/hogares, pues la demanda de servicios fue menor que los trimestres anteriores. “Este fenómeno ha sucedido en todo el mundo como efecto del incremento de cobertura de los servicios móviles. 

En el caso de nuestro país, los operadores de telecomunicaciones en Bolivia pagamos el impuesto Prontis, con lo que el operador de participación mayoritaria del Estado ha construido redes rurales que han creado cobertura rural muy extensa”, dijo el ejecutivo.

Cambio de hábitos

El reporte de la ATT también revela que, para marzo de 2019, el MOU (minutes of use o minutos de uso en promedio) del servicio de telefonía móvil registró un valor de 18,6 minutos de comunicación mensual por usuario. En relación con diciembre de la misma gestión, el valor del MOU disminuyó en 4 minutos, lo cual denota una reducción del 17%. 

Nava explicó que la convergencia de servicios, es decir, la facilidad de utilizar un teléfono móvil para efectuar comunicaciones de voz, envío y recepción de mensajes cortos, y el acceso a internet, despertó mayor interés en los ciudadanos bolivianos, viéndose esto además complementado por la disminución de precios en el mercado formal e informal de los teléfonos inteligentes (smartphone). 

Esto incrementó el número de usuarios en la telefonía móvil que se distribuyó entre los tres operadores del mercado. Este crecimiento, según Nava, ha ido acompañado también de un cambio de hábito. Los usuarios han ido disminuyendo el uso de la telefonía móvil, habitualmente para comunicaciones de voz, y pasaron a utilizar aplicaciones de Mensajería Instantánea (IM), como WhatsApp, Messenger, Viber, Telegram y otras, sustituyendo el uso del servicio de telefonía móvil en comunicaciones de voz por el uso de comunicaciones de voz a través de aplicaciones, que son conocidas como Over the Top (OTT) en la prestación de servicios a través de internet. 

En consecuencia, este último cambio de conducta, ha disminuido el tráfico de comunicaciones de voz por telefonía móvil, y eso provocó la disminución de ingresos tanto en el mercado mayorista como en el mercado minorista. 

“Esta no es una situación particular del país, es un fenómeno presente en todos los países” sostiene Nava. A decir de Camilo Córdova, integrante del movimiento Más y Mejor Internet Para Bolivia, en la actualidad la gente prefiere llamar por WhatsApp que hacerlo de línea a línea. 

Ese comportamiento, según Córdova, además está relacionado con que cada año se incrementa el número de conexiones a internet en las casas; es decir, cada vez más personas tienen wifi en su hogar, teniendo a su disposición llamadas ilimitadas mediante aplicaciones de voz y video.

Cortes de servicio

Desde el 16 de septiembre, las firmas de telefonía celular y fija, provisión de internet y TV por cable pueden proceder con el corte de servicios a los usuarios que tengan facturas impagas, al haberse cumplido el plazo de pagos.