Desde la destitución del coronel Alex Bedoya, a principios de noviembre de 2021, la fuerza antidroga cruceña ha sufrido varios remezones. El más reciente en el contexto de la ejecución de tres policías, uno de ellos voluntario, en el Urubó

28 de junio de 2022, 4:00 AM
28 de junio de 2022, 4:00 AM


“Moros y cristianos han sido replegados”. De esta manera, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció la remoción del 100% del personal en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Santa Cruz. 

Este cambio —el sexto en los últimos siete meses— se dio en el contexto de las pesquisas del asesinato de tres policías en el municipio de Porongo. El crimen, ocurrido hace una semana, sacudió a toda la Policía y reavivó las tensiones entre el gobierno del presidente Luis Arce y el ala cocalera del MAS, que ayer volvió a exteriorizar sus sospechas sobre un potencial encubrimiento a la actividad del narcotráfico. Esas dudas también están instaladas entre legisladores próximos a la Casa Grande del Pueblo y en los análisis de los expertos en materia de seguridad. 

De este modo, el coronel Herland Aldo Portanda cumplió ayer su último día como director de la fuerza antidroga cruceña, pues dio paso a su camarada Miguel Ángel Burgoa, quien asumió tras recibir una instrucción del comandante nacional de la Felcn, José Illanes, también nuevo en el cargo. Asumió hace dos meses, luego de la destitución del coronel José María Velasco por el caso narco-audios que tiene que ver con la interrupción, presuntamente deliberada, de un operativo antidroga en Valle Sacta, en el trópico de Cochabamba.

Ahora bien, poco antes del ajuste en la cabeza de la Felcn de Santa Cruz, Illanes emitió el memorándum 1950/2022 para instruir el repliegue de cuatro capitanes, cinco suboficiales y siete sargentos. Este personal se presentó el domingo en La Paz para recibir instrucciones de su nuevo destino en otras unidades de la Policía. Entre los oficiales, figura el capitán Rubén Aparicio, cuyo nombre fue mencionado por varios de sus colegas durante las primeras actuaciones de las fuerzas del orden, el 21 de junio, tras el asesinato de los policías Eustaquio Olano y Alfonso Chávez, además del voluntario José Candia Orozco del Gacip.

Aparicio fue nombrado por sus propios camaradas como el posible enlace de Nallar con la Felcn. El oficial, además, fue mencionado en otros operativos antidroga como el que se zanjó con la destitución del coronel Alex Bedoya a inicios de noviembre de 2021. Ese caso estuvo vinculado con la detención de un camión cargado de sustancias químicas que son usadas en las factorías de cocaína. 

Bedoya fue reemplazado por su camarada Víctor Hugo Medina, luego removido a principios de este año y asumió el coronel James Rojas. Pasó un mes y Rojas fue reemplazado en marzo por Jimmy Saavedra, que posteriormente fue cambiado por el coronel Portanda, a mediados de mayo. 

Los cambios, “los hacemos constantemente para evitar que (sigan) personas que ya llevan demasiados meses o, incluso, años al interior de la Felcn. Necesitamos talento humano que siga investigando, por lo tanto, las rotaciones van a ser permanentes en todo el territorio nacional”, advirtió Del Castillo, quien en mayo había explicado que esos cambios serían aplicados en función de los resultados de la prueba del polígrafo que se aplicó al personal antidroga, precisamente, tras el escándalo de los “narco-audios”.

El 19 de mayo, en una entrevista con EL DEBER, el ministro reveló que existen uniformados que están en funciones “por más de cinco, 10, incluso 12 y hasta 15 años” y destacó que varios de ellos “han tenido resultados exitosos”. Eso sí, puntualizó: “Se ha evidenciado que existe talento humano policial que desempeña funciones por más de cinco, incluso siete años que no ha resuelto ningún caso de relevancia en el último tiempo. Ellos también están siendo alejados y puestos a disposición de la Policía bolivariana”.

Ahora, tras el crimen de Porongo, el comandante general de la Policía Boliviana, el general Jhonny Aguilera, explicó la división administrativa y de mando que tiene la Policía frente a la Felcn, que depende de la autoridad política del Viceministerio de Defensa Social. Esta institución ahora está a cargo de Jaime Mamani, un exdirigente juvenil de los productores de coca de Chapare, pero que no pertenece al círculo de confianza del líder del MAS, Evo Morales.

De hecho, el expresidente volvió a expresar sus dudas sobre la gestión del gobierno para repeler al narcotráfico. Incluso, señaló indicios sobre posibles actos de encubrimiento a Misael Nallar. Por ejemplo, el supuesto vuelo que hizo entre El Trompillo y San Joaquín (Beni). También se preguntó por el extravío del celular del sospechoso, tal como lo reportó el comandante de la Policía de Santa Cruz, Erick Holguín.

No fue mi defendido (Nallar) el que perdió su celular. Lo puede leer en el acta, su celular se encuentra secuestrado”, declaró a Erbol, Carlos Antelo, uno de los abogados del encausado. Más temprano, otro de sus defensores, José Miguel Islas, afirmó, en una entrevista con el programa Influyentes de EL DEBER Radio, que Nallar “no hizo ese viaje”, pero admitió que se entregó a la Policía.

Aguilera, cuando fue consultado por este caso, no lo desmintió y aseguró que el sindicado se entregó a las autoridades debido a la presión ejercida por la Policía. 

El comandante dijo que no se activó una pesquisa por narcotráfico en contra de los presuntos asesinos. Eso sí, identificó a Nallar, yerno del narcotraficante boliviano Einar Lima Lobo que está encarcelado en Brasil, como el principal responsable del crimen. 

Entre los ajustes también se menciona al mayor Álvaro Muñoz, un oficial que estuvo vinculado con el GIOE y que reveló, anteriormente a EL DEBER, que Nallar se entregó en el poblado de Los Troncos, a 112 kilómetros al norte de Santa Cruz.

La vinculación entre Nallar con el narcotráfico está claramente demostrada por las circunstancias en las que se desarrollaron los hechos; el acribillamiento de los tres policías está determinando la actitud de alguien que tiene cierto poder dentro de la fuerza pública”, afirmó la abogada y penalista Rebeca Delgado, quien fue presidenta de la Cámara de Diputados al inicio de la era del MAS.

Lamentó la desconfianza ciudadana que tiene la Policía y alentó al gobierno del presidente Luis Arce “a emitir una señal mucho más contundente” que refleje la política contra el narcotráfico.

En tanto, el senador y dirigente cocalero Leonardo Loza (MAS), dijo que el ministro Del Castillo y el comandante Aguilera “deben informar a la brevedad posible sobre lo que realmente pasó”. Reveló que se hacen “un seguimiento constante” a todas las actividades investigativas. “Estamos realmente preocupados y tenemos dudas”, afirmó.


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