El fuego arrasa con la vegetación y alcanza a viviendas chacos y animales. La temporada crítica apenas empieza y la superficie afectada ya es similar a la del año pasado

11 de agosto de 2024, 7:05 AM
11 de agosto de 2024, 7:05 AM

“El fuego es un monstruo que arrasa con todo a su paso. Ese día vimos cómo el humo negro cubría los alrededores. Era como una escena de película, algo increíble. El fuego creció y avanzó como un huracán. Todos corrimos por nuestras vidas hacia la cancha, los bomberos ayudaron con los niños y ancianos, y después no se podía ver ni a tres metros de distancia”, relata Leonardo Rodríguez, cacique de San Lorenzo Nuevo, al describir el horror que vivieron el miércoles cuando las llamas superaron las líneas de defensa y alcanzaron su comunidad en el municipio de Roboré.

Rodríguez dice en sus más de 50 años que vive en esa zona jamás había experimentado algo similar. Su comunidad nunca antes había estado luchando tanto tiempo contra el fuego, como ahora que han estado dos meses en constante alerta.

Después de la pesadilla del miércoles y la llegada de las lluvias, hay un poco de sosiego entre los comunarios, pero el temor persiste, ya que creen que este año se asemeja a 2019, uno de los más críticos por los incendios.

En solo siete meses de 2024, el fuego arrasó con 1.015.834 hectáreas, acercándose a las 1.097.223 hectáreas quemadas en todo 2023. Además, hay zonas que están en llamas desde hace casi dos meses, donde se registran incendios de gran magnitud, con líneas de fuego que se expanden por kilómetros. No solo sufre la flora y fauna, también hay familias que han quedado sin hogar y sin medios de subsistencia porque sus casas fueron alcanzadas por el fuego, al igual que sus animales, chacos y potreros.

Los pobladores de zonas afectadas, junto con organizaciones como Alas Chiquitanas y el Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca, llaman a las autoridades a intensificar los esfuerzos en la lucha contra el fuego, especialmente ahora que la época crítica de incendios apenas comienza y los daños ya se extienden por varios municipios. Con el bosque seco, temen un desastre similar al de 2019, cuando el fuego consumió 4.200.556 hectáreas, o al de 2010, cuando se perdieron 3,5 millones de hectáreas. Advierten que agosto, septiembre y octubre son los meses más críticos de incendios forestales en la región.

Aunque la lluvia que cayó esta semana ayudó a contener las llamas en algunas zonas, en otras el fuego sigue descontrolado. Según el informe de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) del 8 de agosto, en el departamento había 32 incendios activos, con algunas áreas ardiendo desde hace más de 50 días.

Este es el caso de Monte Verde, en San José de Chiquitos, que lleva 58 días en llamas, y del Área Natural de Manejo Integral (ANMI) San Matías, que arde desde hace 47 días, afectando más de 331.000 hectáreas. Sin embargo, el monitoreo de la Plataforma FIRMS de NASA Lance registra 527.256 hectáreas quemadas en San Matías, lo que representa el 18% de su superficie total.

Incendios forestales
Incendios forestales

Máxima preocupación por los incendios forestales que afectan al departamento

El alcalde de San Matías, Carlos Velarde, advierte que el fuego es extenso y avanza a pesar de los esfuerzos para sofocarlo. “Más de 30 km de fuego entre Natividad de Bahía y Carmen de Limones, donde se quemó una cabaña rústica de hojas y maderas, además de un puente que une ambas comunidades”, manifestó, señalando que las llamas han causado daños en propiedades y en la infraestructura vial. En esta zona, la casa del cacique de Carmen de Limones también quedó en cenizas.

Las brigadas de bomberos continúan desplegadas en los municipios que siguen registrando incendios, como San Matías, donde se combaten las llamas por tierra y aire.

Desde los municipios manifiestan que la sequía prolongada ha venido a complicar la situación del fuego, por lo que se ven obligados a desplazar camiones cisternas para abastecer de agua para el consumo y para las tareas de sofocación.

Hasta el momento ya son 13 los municipios declarados en desastre, siete de ellos por sequía e incendios y seis solo por sequía. Los más golpeados por el fuego son Roboré, San Matías y Concepción, donde se han registrado “los complejos de incendios más extensos”, dijo Dionisio Castro, coordinador de la DGR de la Gobernación.

El último en declararse en desastre por el fuego fue Concepción, que aprobó una ley con el fin de canalizar la ayuda de los gobiernos departamental y nacional. “Se declara desastre municipal en todo el territorio del municipio de Concepción, debido a la confirmación de elevados focos de calor e incontrolables incendios, que están poniendo en riesgo la vida e integridad de las personas, salud y biodiversidad, y la seguridad alimentaria y economía”, dice la normativa.

Incendios forestales
Incendios forestales

El fuego consume todo a su paso

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, señaló que, lamentablemente, el periodo de chaqueos se adelantó dos meses, pero expresó la esperanza de que se cumpla la prohibición de quemas, dado que estas actividades están restringidas hasta noviembre. “Ojalá que, una vez que pase esta crisis, no se vuelva a prender fuego”, comentó Calvimontes.

Convocó a las instituciones responsables a realizar un control más riguroso y a seguir de cerca los procesos administrativos y penales que se han iniciado, para que los responsables sean sancionados como corresponde, ya que, de lo contrario, será difícil detener el desastre.

Según Calvimontes, desde junio se ha estado trabajando en la atención de los desastres con la capacidad logística y operativa necesaria, lo que ha permitido sofocar hasta el momento 35 incendios forestales en todo el país, movilizando a 1.934 bomberos forestales. Se han realizado 75 operativos para monitorear y controlar el fuego, y se han hecho 190 descargas de agua con cuatro helicópteros.

“Es una movilización impresionante, pero llegará el momento en que no habrá capacidad para enfrentar la situación porque los incendios son cada vez más voraces y más fuertes. Lo grave es que están apareciendo en lugares inaccesibles, donde no hay caminos, y el combate tiene que hacerse desde el aire”, advirtió la autoridad nacional.