La salida masiva de varias personas que estaban siendo tratadas derivó en el cambio del director. La nueva autoridad apunta a mejorar el tratamiento de drogodependientes con problemas siquiátricos. Acondicionarán los espacios

25 de octubre de 2021, 4:00 AM
25 de octubre de 2021, 4:00 AM

A una semana de haberse registrado la salida masiva de personas del Centro Municipal de Rehabilitación de Drogodependientes Ana Medina, las autoridades encaran una evaluación para reestructurar su funcionamiento.

En un primer momento se percibió como una fuga masiva de toxicodependientes, pero las autoridades aseguraron que fue una “salida voluntaria”.

El nuevo director de este centro, Carlos Hugo Medina, indicó que esta situación obliga a evaluar todo el programa, para luego hacer una reestructuración de las terapias y el uso de los ambientes de esta infraestructura.

“Estamos haciendo una evaluación, un análisis y en el transcurso de la próxima semana tendremos los resultados. Queremos evaluar los procedimientos que se hacen, los tipos de terapias y el uso de los ambientes para, y a partir de esto, se pueda establecer los cambios”, dijo la nueva autoridad que asumió luego del incidente.

Actualmente este centro alberga a 86 personas mayores de 18 años, incluso hay adultos mayores de más de 75 años. Algunos tienen problemas de drogadicción, de alcoholismo o trastornos mentales.

Agregó que por el momento no se hace una separación de los internos, sino que a todos se los trata de acuerdo al programa del centro. La primera etapa implica un tiempo de adaptación, donde la persona toma la decisión de quedarse o salir de este lugar. Luego de superar este período, inicia con la fase 1, 2 y 3, que implica un trabajo de reinserción social

Cuestionamientos

Para el concejal Manuel Saavedra, esta forma de rehabilitar a los drogodependientes no es la más adecuada. Cuestiona que se separe a los que son personas en situación de calle que fueron trasladados hasta el lugar, y los que ingresan con problemas de drogas.

Califica como una negligencia del municipio el no controlar ni brindar las condiciones adecuadas para este centro. “Mezclaron personas de la tercera edad, con las que tienen problemas psiquiátricos o que drogodependientes. Es lógico que eso iba a reventar en cualquier momento (la salida grupal), esto nos muestra que hay irresponsabilidad y falta de criterio”, reprochó

Las personas en situación de calle que estaban siendo tratadas en lugar fueron ingresadas en el marco del plan de seguridad de hombre topo a hombre nuevo, que inició el pasado 14 de septiembre, donde las autoridades municipales hicieron un convenio con la Policía y la Fiscalía para rehabilitar a este grupo de forma obligatoria.

“Lanzaron un programa donde solo se dedicaron a recoger gente en situación de calle y los largaron en este centro. El trabajo ha sido pésimo, dejen de hacer show, hagan las cosas con seriedad”, protestó Saavedra.

Por su parte, el concejal Maykol Negrete, uno de los impulsores del plan, sostuvo que el trabajo para reinsertar a estas personas en situación de calle funciona bajo un programa que no se busca experimentar con las personas.

“Estamos intentando salvarla la vida a estas personas, más bien le pedimos que dejen de ser detractores y vengan a ser constructores”, subrayó Negrete.

Aseguró que se cuenta con una infraestructura con capacidad de ejecutar el plan, además se cuenta con personal capacitado y se trabaja en su rehabilitación en etapas, incluso se separa a los hombres de las mujeres.

¿Una oportunidad?

A pesar de las opiniones divididas de los concejales, para algunos familiares de las personas recluidas en este centro municipal, es de gran ayuda.

Una mujer que tiene a su familiar internado en este centro, señaló que encontró una ayuda porque llevaba aproximadamente más de dos meses buscando la rehabilitación de su hermano que cayó en las drogas influenciado por un entorno de malas amistades.

“Él quiso venir voluntariamente, quiere rehabilitarse y vemos que en el poco tiempo hay mejoría. Esperemos que supere esto”, expresó una de sus familiares que acudió al centro para visitarlo.

Este joven, de 31 años, trabajaba como maquillador y, según su hermana, generaba buenos ingresos, pero por problemas y por sus malos amigos ingresó al mundo de las drogas del que ahora lucha por salir.

Otras personas también llegaban a dejar sus bolsas con víveres para ayudar a sus familiares que están recibiendo tratamiento por algún trastorno mental.

EL DEBER hizo un recorrido por los ambientes de este centro de rehabilitación y se observó que hay sectores divididos donde las personas reciben sus terapias. Sentados dentro de un aula, el profesional les da algunas orientaciones y ellos dedican toda la atención, porque ante el silencio que hay ese lugar, cualquier bullicio se detecta de inmediato.

El centro es amplio y cuenta con ambientes divididos. En los dormitorios hay varias camas y sobre sus mesas se observan algunos trabajos de las manualidades que aprenden en clases.

En los mismos pasillos, en las paredes más amplias, se observan paisajes y diversas pinturas que los toxicodependientes pintaron. “Todas las paredes son pintadas con paisajes y esos cuadros lo hacen entre ellos”, dijo una de las psicólogas que los atiende.

Solo se separa a las personas para que pasen sus cursos en aulas diferentes, de acuerdo a la fase en que se encuentra.

Ellos pueden desplazarse con tranquilidad en este lugar, como lo hizo un hombre que mientras otros pasaban sus clases, él caminaba por su dormitorio y por los ambientes comunes. Otra persona se alistaba para entrar a su terapia y otro sostenía su suero que estaba colgado en su soporte rodante.

Terapias

El nuevo director de este centro de rehabilitación indicó que todos los pacientes drogodependientes y hasta los siquiátricos tienen diversas actividades, es más, tienen hasta jornadas deportivas.

“Estamos viendo cómo afrontar y mejorar la atención tratando de sectorizar los problemas que llevan los pacientes y hacer grupos dirigidos para su recuperación. A medida que termine la evaluación se hará la reestructuración”, acotó.

Además de reformular las terapias de rehabilitación, buscan que aprendan un oficio o profesión técnica para que encaren la vida una vez salgan del centro.

“Viene un trabajo largo, pero tenemos apoyo de las instituciones que están a cargo del Centro. También demandamos más recursos humanos y analizamos qué profesionales requerimos”, mencionó.

Por su parte, el concejal Negrete señaló que una de las propuestas para mejorar este centro es que tenga apoyo privado.

“Tengo una propuesta para que el centro pase a ser una APP (Alianza Público Privado). Estamos en esa aplicación con instituciones público-privadas que ayuden a la manutención del centro, incluso cuando su capacidad rebase, las personas sean derivadas a otros centros que tendrán apoyo del municipio”, señaló Negrete.

Agregó que el trabajo para rehabilitar a las personas en situación de calle continuará, y apuntan en los próximos años a construir centro de mayor capacidad para dar más oportunidad a las personas. También quieren derivar a los que requieran asistencia siquiátrica u otros males.

 



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