En un año, el jefe del MAS y el ministro de Gobierno han chocado cuatro veces, incluido este episodio. Pese a la tensión, que en momentos ha sido intensa, el presidente Luis Arce Catacora ha ratificado la confianza en Eduardo Del Castillo

31 de agosto de 2022, 4:00 AM
31 de agosto de 2022, 4:00 AM


El expresidente y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, denunció ayer el robo de otros dos celulares que portaba su asistente, aparte del suyo. El lunes apuntó como posible autor al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y su seguridad, quien reaccionó ayer y pidió que presente una denuncia formal.

Ocurrió el domingo en La Guardia, distante 23 kilómetros al oeste de Santa Cruz de la Sierra, durante el cierre de campaña de Rufino Correa, que postula a la Alcaldía de esa localidad por el MAS.

A las 8:00 de este martes, Morales escribió nuevamente en su cuenta de Twitter: “Que el pueblo boliviano y especialmente la militancia del MAS-IPSP sepa. Además de mi teléfono, robaron dos celulares de mi única asistente de comunicación. Como dije, es la primera vez que nos pasa esto. Por responsabilidad denunciamos este acto que esperamos no sea premeditado”.

Un día antes había señalado que el robo de su equipo ocurrió en un acto que contaba con la presencia del ministro de Gobierno y su seguridad. “Primera vez que nos pasa algo parecido en todos estos años de actividad política. No quisiéramos pensar que es parte de un ataque planificado para perjudicarnos”.

Aunque aclaró que no tenía nada que ocultar, resaltó que denunciará “cualquier intento de usar montajes o tergiversaciones en nuestra contra”.

En un encuentro con medios, el ministro pidió calma a Morales, y le sugirió que siga los conductos regulares. “No se ha presentado ninguna denuncia por el hurto de algún teléfono celular en el cierre de campaña de La Guardia”. 

Negó tener conocimiento del supuesto robo del dispositivo del jefe de su partido y mandó al expresidente a seguir los conductos regulares para que la Policía investigue.

Estamos esperando que acudan a las instancias correspondientes para iniciar las investigaciones que manda la normativa legal”, dijo Del Castillo a tiempo de referirse a la preocupación por lo que se pueda hacer con la información que contiene ese teléfono.

Además, complementó que “todas las personas sabemos, de manera personal, qué contenido tenemos en nuestros teléfonos celulares, entonces, no hay por qué preocuparse”, agregó.

Choques
En un año, Evo Morales y el ministro Del castillo tuvieron cuatro episodios en los que chocaron y midieron fuerzas. Nada cambió, la presión del jefe del partido no fue suficiente porque Luis Arce no lo ha removido del cargo. 

El primero se registró en agosto de 2021. Eduardo del Castillo comentó que la decisión del “compañero Morales” de ir a la reelección en 2019 fue un error poco después de que Evo había solicitado su destitución en un congreso del MAS. 

En marzo de 2022, el segundo. Del Castillo dijo que había “dirigentes y diputados que se hacen ricos con la coca”. Poco después, los cocaleros de Chapare emitieron un pronunciamiento exigiendo que una aclaración y satisfacción pública, y dos días después Del Castillo se disculpó. Pero la bancada del MAS definió interpelarlo, lo que nunca se dio. 

El tercero coincidió con esa discusión interna en el MAS y dos acciones antidrogas. Un megaoperativo policial realizado el 28 de marzo en el aeroparque La Cruceña, ubicado en Cotoca y encabezado por el ministro, en el que hubo 38 personas aprehendidas, 66 avionetas incautadas y 29 hangares precintados; además se secuestró bidones de precursores para la fabricación de sustancias controladas, armas de fuego de grueso calibre y equipos de comunicación satelital.

En 5 de abril Evo Morales presentó de manera sorpresiva, sin adelantar nada a Luis Arce, el caso narcoaudios, en el que acusó a las autoridades gubernamentales de “proteger el narcotráfico” porque un operativo que halló un megalaboratorio con cuatro fábricas de pasta base fue suspendido.

Días después, Del Castillo reveló contradicciones en las declaraciones testimoniales de los involucrados en el caso ‘narcoaudios’. 

El domingo se produjo el cuarto choque, en el acto proselitista del MAS. Esta vez, con ingredientes como denuncias de la intervención de la embajada de EEUU, y críticas a Morales en las redes.