Entre el 4 y el 9 de noviembre de 2019, los mandos militares reportaron que las FFAA tenían ‘cero’ agentes químicos y 40 cartuchos por fusil. Morales dijo que sus sectores se encargarían de “desbloquear” las calles

28 de julio de 2021, 9:09 AM
28 de julio de 2021, 9:09 AM

La declaración ampliatoria del excomandante de la Armada Gonzalo Jarjuri ante la Fiscalía por el caso de terrorismo, sedición y conspiración, aporta un elemento que no se conocía: el 9 de noviembre de 2019, un día antes de la renuncia del expresidente Evo Morales y su posterior salida del país, el excomandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman le informó al exmandatario que sectores radicales afines a su partido, el MAS, “hacían procedimientos de guerra civil”.

En esos días previos los jefes militares reportaron que no tenían material antidisturbios ni suficiente armamento letal. Jarjuri confirmó, como lo hizo el exjefe de la FAB, Gonzalo Terceros, que el gobierno movilizó a sus sectores para contrarrestar el conflicto de los ‘pititas’.

En la declaración ampliatoria de Jarjuri que duró tres horas y 20 minutos y se realizó el 22 de julio en la cárcel de Patacamaya, donde guarda detención preventiva, el exjefe naval relató que “el 9 de noviembre de 2019 (el día previo a la renuncia), por la tarde, lo citaron a otra reunión de Alto Mando. Kaliman y el inspector general, Jorge Elmer Fernández, explicaron a Morales y a su gabinete que la situación conflictiva del país era peor, ya que “había la amenaza de que sectores radicales del MAS y sectores campesinos que pretendían tomar los cuarteles, aeropuertos y servicios públicos esenciales. Hacían procedimientos de guerra civil”, señalaron.

El presidente Morales le preguntó a Kaliman si las FFAA podían repeler esta situación, y el general respondió que no contaban con munición no letal ni con material antidisturbios”. Además, indicó que para salir a las calles necesitaba un decreto supremo de autorización. “El presidente preguntó cómo estábamos con la munición de guerra. Kaliman cedió la palabra al entonces comandante del Ejército Jorge Pastor Mendieta, quien detalló: En munición no letal estamos cero y en munición de guerra tenemos 40 cartuchos por fusil”.

Morales se dirigió molesto al ministro Zavaleta, e inquirió por qué no se había previsto la munición de guerra, y éste admitió que no se hizo el pedido. Kaliman indicó, posteriormente, que en febrero de 2019 envió al ministro de Defensa dos oficios solicitando la munición de guerra, oficios que no fueron respondidos.

El presidente Morales respondió que no daría ningún decreto que ordenara a las FFAA “y como no tenían munición, que no podrían sostener un conflicto, que se queden en sus cuarteles y que los sectores afines al MAS desbloquearán las calles de La Paz”.

Antidisturbios

En las reuniones de Alto Mando, se habló de la situación conflictiva desde el 4 de noviembre de 2019, cuando Kaliman “solicitó la dotación urgente de material antidisturbios que se había requerido con anterioridad para que las FFAA, en caso de necesidad extrema, tengan que salir a las calles en conformidad al Decreto 27977 (manual de uso de la fuerza en conflictos internos)”.

Relató que el presidente Morales se dirigió al ministro de Defensa Zavaleta para preguntarle en qué andaba eso y éste respondió “que ya estaban todos los trámites listos para la compra, pero los brasileños ya no querían vender el mencionado material, es por lo cual se negoció con otros países amigos la mencionada adquisición”. Los fiscales no preguntaron si se habló con Argentina.

Luego, señaló que “el viernes 8 de noviembre, a las 19:00, aproximadamente, me comunicaron que vaya de inmediato a la reunión de Alto Mando en la residencia presidencial. Kaliman reportó que la situación del país era cada día peor, existiendo la tendencia de que grupos de personas del interior llegarían a La Paz para magnificar los bloqueos”.

El presidente Morales respondió: “No se preocupe, ya se ha previsto esa situación”. Entonces preguntó al ministro Carlos Romero: “¿Cómo es de los dos mil compañeros que estamos trayendo para enfrentar a los bloqueadores?” (Este relato también coincidió con el del exjefe de la FAB).

El ministro respondió que llegarían por la noche, pero existía el problema del alojamiento. El presidente se dirigió al general Mendieta, comandante del Ejército, y pidió que los reciba en el coliseo del Regimiento Ingavi. Mendieta replicó que era mucha gente para ese coliseo; entonces “Morales indicó que se alojen en el coliseo del TAM, a lo que el comandante de la FAB general Gonzalo Terceros replicó que esa infraestructura dependía del Ministerio de Deportes. “El presidente ordenó que coordine con el ministro de Deportes Tito Montaño”.

Esas personas estuvieron el día de la renuncia, y luego generaron convulsión. Jarjuri declaró que el 11 de noviembre, desde su teléfono, llamó al exministro de Desarrollo Rural César Cocarico, hasta que le contestó, ¿por qué?

El domingo 10 de noviembre, tras la dimisión de Morales, se habían producido las quemas de las estaciones de los buses Pumakatari, de las casas del exrector de la Universidad Mayor de San Andrés y exdefensor del pueblo, Waldo Albarracín y de la periodista Casimira Lema.

Ese 11 de noviembre Morales se encontraba en la pista del aeropuerto de Chimoré (en Chapare) y exigía que autorizaran el arribo del avión mexicano que iba a transportarlo a ese país.

El excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Gonzalo Terceros reveló en la suya que, a las 16:00 del 11 de noviembre, Evo Morales llamó a Kaliman para preguntarle por qué no había autorizado el ingreso del avión mexicano hasta esa hora. El jefe militar le explicó, en ese entonces, que la embajada de México no había completado unos trámites que eran necesarios.

Kaliman le pasó el celular a Terceros, quien recuerda: “En ese momento él (Morales) me dijo de manera textual: ‘Si no me autoriza el ingreso del avión, usted será culpable de que los 15.000 compañeros que están bajando de El Alto a La Paz quemen la ciudad”.

En su declaración Terceros señala que le replicó: “’Por favor no haga eso, cómo va a hacer eso, ordéneles que se vuelvan, que no cometan eso…’ y él me indicó: ‘yo ya no tengo control, el encargado es el ministro (César) Cocarico, llámenlo a él y lleguen a un acuerdo”.

Jarjuri reveló que Kaliman le pidió que insista y se comunique con Cocarico, para evitar que se incendie la ciudad de La Paz, dice en su declaración.

Según Terceros, luego Morales le pasó el celular al exvicepresidente “el cual me reclamó por qué no le daba la autorización al avión mexicano. Volví a explicar, molesto de manera textual me dijo: ‘Usted será culpable de que los compañeros quemen La Paz si no hay autorización”

Terceros alzó la voz, según su relato y señaló: “No pueden hacer eso, la autorización ya está lista y haré seguimiento, fueron acaloradas estas discusiones, le entregué el teléfono y sentí que me estaban haciendo responsable de la quema de oficinas de la Policía de El Alto”.

Días antes, el Alto Mando había alertado a Morales que habían aprestos de guerra civil. Antes de partir, el expresidente amenazó a Terceros con incendiar La Paz. Horas antes, el mismo Morales le pidió que coordine para alojar a la gente que convulsionaba.