Durante la gestión pasada se registró un déficit comercial de $us 177 millones. El Gobierno tomó en cuenta los últimos tres años y destacó un superávit acumulado superior a los $us 3.500 millones

16 de enero de 2024, 10:03 AM
16 de enero de 2024, 10:03 AM

El desempeño del comercio internacional boliviano durante la gestión 2023 presenta la consolidación de las exportaciones no tradicionales y el repliegue cada vez más notorio de las ventas tradicionales, en particular la de los hidrocarburos (gas natural).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2014 las exportaciones de gas representaban el 51% de total de las ventas externas, mientras que, en 2023, entre enero y octubre, la manufactura registra el 52 %, de las ventas al comercio exterior.

Al respecto, Benjamín Blanco, viceministro de Comercio Exterior, sostuvo que el país cambió su estructura exportadora y que en la actualidad la mayor parte de las ventas internacionales son manufactura, un sector “que genera empleo y valor agregado”.

Para el INE, el gas representa un 19% de lo exportado, los minerales un 24 % y la agricultura otro 5% de las exportaciones, lo que a criterio de Blanco es una señal de que hay una nueva oferta exportable “atractiva de productos no tradicionales para los mercados externos, como la carne, almendras, urea granulada, banano, despojos bovinos, quinua y otros”, puntualizó la autoridad.

Sobre el tema, desde la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), indicaron que esta tendencia de retroceso de las exportaciones tradicionales, como los hidrocarburos se viene consolidando los últimos cinco años y que es una gran oportunidad “para diversificar y consolidar los sectores que generan valor agregado, divisas seguras para el país y que son renovables”.

Divisas en 2023

Según Blanco, en 2021 las ventas externas empezaron a crecer en 2022, cuando el país exportó por arriba de los $us 13.000 millones, mientras que en 2023 “el valor es menor a la de 2022, el mismo supera a la de 2021”.

En cuanto a la balanza comercial, el viceministro explicó que si bien en 2023 se registró un déficit de $us 177 millones, entre enero y octubre de 2022 se alcanzó un superávit de $us 2.106 millones y en 2021, $us 1.594 millones de superávit.

La autoridad remarcó que el déficit comercial del 2015 al 2020 reportaba un acumulado negativo de $us 3.124 millones.

“Mientras que, en los últimos tres años, Bolivia tiene un superávit de $us 3.523 millones. En tres años se recuperó todo el déficit comercial acumulado en los cinco anteriores”, subrayó.

En cuanto al desempeño exportador, Germán Molina, analista económico, sostuvo que se debe ser cauto con las cifras que presenta el Gobierno, pues si bien hay un “desmarque” de las exportaciones no tradicionales esto se debe más a la iniciativa privada que a la gestión gubernamental que aún mantiene los cupos de exportación, cuando hoy más que nunca hace falta que el sector privado no tenga ataduras y haga lo que mejor sabe hacer producir y generar excedentes para su exportación”.

Molina recordó que ya desde 2021, con mayor fortaleza, las exportaciones no tradicionales marcaban la diferencia.

“Así en 2022 de los más de $us 13.000 millones, unos $us 3.872 millones correspondieron a las ventas no tradicionales, un crecimiento del 42,5 % respecto a 2021. Así, la exportación de soya y sus derivados generaron $us 2.200 millones, lo que fue un crecimiento del 62%”, indicó Molina.

Las importaciones de combustibles y lubricantes alcanzaron en 2023, un 26%; suministros industriales 26%; alimentos y bebidas 6%; artículos de consumo 10%; bienes de capital 14 % y equipo de transporte 17 %.