Extractivismo puro
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A estas alturas, no esperábamos ya grandes anuncios de puesta en marcha de fuertes medidas correctivas presidenciales para enfrentar de pecho los gravísimos problemas que nos aquejan, pero aun así, no esperábamos , otra vez mas, un discurso tan anodino y mediocre como el que hemos escuchado.
No es posible que a estas alturas se continúe insistiendo en un esquema de extractivismo puro que ya no tiene vigencia ni credibilidad en ninguna parte del mundo. Este esquema trasnochado plantea que un país viva básicamente de los recursos naturales que el Estado ha concentrado en sus manos para luego repartir los beneficios a sus seguidores, en un esquema clientelar y corrupto y sin apoyar seriamente ninguna otra actividad económica (legal) .
Primero fue el gas, como éste se acabó, ahora dice que repetiremos el modelo con el litio, cuando este se acabe le brincamos al hierro del Mutún, es decir su horizonte, tal como lo planteó en su discurso es de una repetición del saqueo extractivista estatal que tanto daño nos ha hecho hasta ahora.
Por otra parte uno se pregunta: ¿por qué no toma el toro por los cuernos y nos dice que va a hacer con la falta de dólares, lo subsidios imposibles, la ausencia de reservas y el déficit fiscal? La única respuesta posible es que no tomará ninguna medida y nos dejará a la deriva simplemente porque no le conviene tomar medidas impopulares en un periodo que aunque es muy largo, es ya pre electoral. No tiene ese coraje. Con eso esta demostrando que antes están sus intereses políticos personales y de grupo que la solución de los graves problemas de los bolivianos. Nos piensa dejar a la deriva.
Otro motivo, mas egoísta aún, es que no quiere dar su brazo a torcer en el tema del fracaso de su bendito modelo económico centralista, estatizante y enemigo de indígenas y recursos naturales, que ya ha naufragado pero que el, por vanidad, se niega a reconocerlo. Incluso sus referencias a la industrialización, con tintes estalinistas y cepalinos de los años ´50 han sido un total fracaso. No entiende que ha llegado la hora de hacer que los protagonistas de la economía no sean el y sus amigotes sino toda la sociedad boliviana, en sus muchos estratos y sus múltiples potencialidades hoy desperdiciadas. Pero ya es tarde, si no lo entendió en cuatro años, no lo entenderá hasta el final.