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23 de mayo de 2024, 4:00 AM
23 de mayo de 2024, 4:00 AM

La reciente implementación de restricciones en las transferencias de divisas por parte de la banca boliviana a los pequeños y medianos importadores, ha generado incertidumbre y preocupación entre la población. Si bien los bancos argumentan la escasez de dólares como causa principal, la falta de comunicación clara y la ausencia de medidas alternativas por parte de las autoridades agrava la situación.

Es fundamental que la banca asuma un rol más transparente en este proceso. Los clientes tienen derecho a conocer los motivos específicos detrás de las restricciones, los criterios utilizados para determinar los límites de transferencia y las alternativas disponibles para acceder a divisas. La opacidad solo alimenta la desconfianza y el malestar social.

Es necesario que el Banco Central de Bolivia (BCB) tome medidas urgentes para abordar el problema de la escasez de divisas. Si bien la disminución del flujo de exportaciones ha contribuido a la situación, es necesario evaluar otras causas potenciales y explorar soluciones a largo plazo. Asimismo, devolver los $us 2.800 millones de los fondos de garantía de manera que las financieras cuenten con recursos frescos para enfrentar la demanda. 

Una posible solución sería la implementación de un sistema de subastas de divisas. Esto permitiría a los bancos y al público en general acceder a dólares de manera más transparente y competitiva.

También es importante considerar la flexibilización de las restricciones actuales. Una liberación real de las exportaciones permitirá un mayor ingreso de recursos necesarios para evitar un proceso inflacionario, porque el acuerdo realizado en febrero entre Gobierno y empresarios solo redujo de dos a un trámite, pero no se suspendieron los certificados de abastecimiento y se mantienen los cupos para la venta externa de productos no tradicionales. Además, en la víspera los bancos revelaron que su única fuente de dólares son los exportadores y ya no pueden solicitarlos al BCB.

Limitar drásticamente las transferencias de divisas puede tener un impacto negativo en la economía, afectando a importadores, empresas y consumidores en general. La fijación de tasas de transferencia que no van con la realidad y que obviamente, buscando el beneficio de los importadores distorsiona el mercado cuando debería estar a libre oferta y demanda para que el efecto no sea el contrario.

Claro que esto no significa que las entidades financieras pueden cobrar a discreción montos elevados, el margen debería estar en función a la disponibilidad de dólares y el precio en el que se cotiza en el mercado.
En este contexto, resulta preocupante la atribución por parte del Gobierno de la falta de divisas a la especulación. Si bien este factor puede jugar un rol, es necesario un análisis más profundo de las causas estructurales del problema. Solo basta con ver que al primer cuatrimestre de 2024, el Banco Central de Bolivia emitió ‘bonos dólares’ por $us 58 millones, cuando tuvo que gestionar $us 1.600 millones para responder a las importaciones de combustibles y pago de servicio de la deuda externa.

En definitiva, la situación actual exige un diálogo abierto y transparente entre la banca, las autoridades y la población. Solo trabajando en conjunto se podrán encontrar soluciones duraderas que garanticen el acceso a las divisas de manera justa y ordenada.

Es hora de que todos los actores involucrados asuman su responsabilidad y trabajen para encontrar una solución a este problema que afecta a todos los bolivianos.

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