La ESM aclara que la responsabilidad de ambas obras recae sobre la contratista china Sinosteel y que están incorporadas en el contrato. Cámara Minera del Oriente pide transparencia en la información del proyecto

6 de marzo de 2022, 4:00 AM
6 de marzo de 2022, 4:00 AM


Ocho meses después de que el presidente Luis Arce anunciara el relanzamiento del proyecto siderúrgico Mutún, en el municipio de Puerto Suárez de Santa Cruz, el analista en hidrocarburos, minería y energía, José Padilla, observa la falta del gasoducto y del acueducto que alimentarán energía y agua, factores que, a su juicio, son determinantes en el proyecto estatal, cuyo avance físico alcanza un 52% en tres de sus componentes: diseño, procura y construcción y montaje.

A la objeción de Padilla acerca del atraso en la licitación para la construcción del gasoducto y acueducto insertas- en el contrato con la china Sinosteel bajo la modalidad llave en mano- el último reporte de la calificadora de riesgo Standard & Poor’s remata al reparar en la capacidad de exportación de gas natural de Bolivia estancada y la presión de importación. 

“Las exportaciones de gas natural representaban alrededor del 30% de las exportaciones totales del país antes de la pandemia. Sin embargo, la capacidad exportadora del sector ha ido disminuyendo paulatinamente durante la última década en medio del estancamiento de la producción y aumento de la demanda interna de gas. Bolivia ha tenido que ajustar los volúmenes mínimos de exportación comprometidos bajo sus contratos de compra de gas con Brasil y Argentina lo que refleja la reducida capacidad exportadora actual del sector”, menciona el informe de la calificadora, al dar cuenta que para hacer frente a este declive, el Gobierno elevó el presupuesto de exploración de gas de Bolivia.

Padilla cree que la construcción del gasoducto (17,5 km) y del acueducto (104 km de Puerto Busch hasta Mutún) debe darse en paralelo a la edificación de las obras civiles de la Planta Siderúrgica Mutún para garantizar la provisión de gas y agua al proyecto. 

“Hay diseño de ingeniería, pero las obras no se han licitado y si pretenden terminar el proyecto en 2023 veo lejana esta posibilidad, principalmente el acueducto porque tiene que pasar por el Pantanal y ahí van a tardar mínimo de dos a tres años”, dijo Padilla.

Sustitución de importación

Desde la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), el presidente ejecutivo interino Jorge Alvarado, se declaró más optimista. Aclaró que la responsabilidad de la construcción del gasoducto y del oleoducto recaen sobre la contratista china Sinosteel y que ambas obras están incorporadas en el contrato. 

En torno a la presunta incertidumbre en la provisión de gas para el funcionamiento de la planta siderúrgica, Alvarado disparó contra aquellos que siembran duda al respecto, dando cuenta de que recibió una nota de la estatal petrolera YPFB en la que solicitan cursar el cronograma de necesidad de gas hasta 2045. 

“La demanda de gas para la operación del proyecto está garantizada. Bolivia tiene un enorme potencial hidrocarburífero, del que en la actualidad se aprovecha un 25% y el otro 75% falta descubrir y explotar. No es cierto que no hay gas natural, lo que falta son inversiones en el sector”, mencionó. 

A decir de Alvarado, para el presente Gobierno este emprendimiento sigue constituyendo un proyecto estratégico y representa la sustitución de las importaciones de acero por la industrialización de la materia prima, mediante la transformación del mineral de hierro en acero. Actualmente, dijo que Bolivia importa de Brasil, Perú y Argentina cerca de 450.000 toneladas de acero por año.

“Con la construcción y puesta en operación de la Planta Siderúrgica de Mutún se producirá cerca de 200.000 toneladas de acero por año, de esta manera cubriremos cerca del 50% de la demanda del país. Este es un ejemplo de la sustitución de las importaciones”, puntualizó el titular de la ESM. 

En cuanto al avance físico actual del proyecto en tres de sus componentes (diseño, procura y construcción y montaje) alcanza un 52%. En la parte financiera, el proyecto tendrá una inversión total de $us 546 millones, de los cuales ya se ejecutaron cerca del 50%. 

La etapa de operación y producción de acero para el mercado empezará en 2024. Se producirá en una primera etapa cerca de 200.000 toneladas por año de laminados no planos livianos (barras de construcción de fierro corrugado y alambrón).

El pasado mes, en la Audiencia de Rendición Pública de Cuentas Final 2021, el ministro de Minería y Metalurgia, Ramiro Villavicencio, saludó la construcción de la Planta Siderúrgica Mutún, que a la fecha avanza a buen ritmo. “Llegaron 3.470 toneladas de estructuras metálicas y en los próximos meses se prevé la llegada de maquinaria y equipos desde Alemania, España, México y China”, puntualizó. 

Calidad del acero en la mira

El presidente de la Cámara Minera del Oriente (CMO), Mario Felery, antes de emitir un criterio acerca del complejo siderúrgico estatal dejó claramente establecido que el ‘Proyecto Siderúrgico del Mutún’, además de ser un anhelo histórico compartido por todos los bolivianos, se constituye en el emprendimiento minero más postergado de la historia de Bolivia.

Trae a colación que los yacimientos mineralógicos de Mutún fueron descubiertos en 1845 (hace 177 años) y están en manos de la Comibol desde 1953 (cerca de 69 años). “Es por esta y muchas otras razones que la CMO (que representa al sector minero privado cruceño) acompaña con atención y, al mismo tiempo preocupación, la ejecución del proyecto por la falta de información transparente, retraso en la ejecución y el hecho de que hasta el momento se desconoce el Proyecto a Diseño Final de la Planta Siderúrgica del Mutún”, mencionó Felery. 

Con relación al diseño, construcción y montaje del complejo siderúrgico estatal, Felery indicó que, en opinión de expertos en el tema, reflejadas en las conclusiones de un reciente Pre-Foro de Minería, Siderurgia y Logística organizado por la CMO y el Gobierno Autónomo Municipal de Puerto Suárez, llevado a cabo en la capital de la provincia Germán Busch, las críticas de los entendidos en siderurgia, se centraron en que la tecnología de los hornos de inducción eléctrica de baja frecuencia ‘energiron’ a ser instalados en Mutún, son inadecuados si se los aplica en la reducción directa de concentrados con alto contenido en porcentaje de fósforo (que es el caso del hierro primario en Mutún), pudiendo inducir, por tanto, a producir aceros de mala calidad.

En el evento dijo que se relievó que la instalación de los citados hornos en la propia República Popular China está restringida y su operación raya lo ilegal, esto por la alta demanda de energía para su operación, que incide en los costos de producción y con resultados en cuanto al cumplimiento de la norma en bajos estándares de calidad.

Otro aspecto preocupante, según Felery, se refiere al propósito de producir en la Planta de Mutún barras de acero cuya calidad cumpla la Norma Boliviana NB 732. “Se tiene conocimiento de que en el contrato con Sinosteell Equipament, se estableció en 420 Mpa la resistencia del acero a ser producido por la Planta Siderúrgica de Mutún, cuando el acero importado en la actualidad cumple con una resistencia de 550 Mpa. “¿Cuál entonces el sentido de producir un acero de calidad inferior al que actualmente se importa?”, reflejó.

Dejó entrever que todas estas reflexiones llevan a solicitar a las autoridades y técnicos responsables de la ejecución y supervisión del proyecto, así como al directorio y ejecutivos de la ESM a revisar estos aspectos. “Si lo que indicamos no es verdad que se lo aclaren ante la opinión pública o de lo contrario corrijan, si todavía estamos a tiempo”, anotó Felery.

Para el gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze, uno de los ítems más fuerte que tiene el sector en Bolivia es el acero y, dado que es un commodity al tener esta condición de mercado su cotización no es estable y la variación de precio depende de las directrices que definan países productores como Brasil e India.

A decir de Arze, para el sector de la construcción es muy interesante el hecho de que Bolivia incursione en la siderurgia porque dará estabilidad al mercado boliviano, tomando en cuenta que durante la crisis de la pandemia -en 2020- se registró una escasez de fierro y los precios se ‘fueron al cielo’. En cambio, dijo que cuando tienes producción nacional esto ayuda. “Esa aspiración de alcanzar a cubrir un 50% de la demanda nacional de fierro por parte de la ESM es una meta bastante agresiva”, expresó, al aconsejar a los impulsores del proyecto tener mucho recelo en la calidad y resistencia del acero que se proyecta producir en el complejo siderúrgico estatal.

Polo de desarrollo en frontera

Para el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Jean Pierre Antelo, la decisión de relanzar la Planta Siderúrgica Mutún contribuye de forma importante a la reactivación de la economía boliviana y al nacimiento de un núcleo o polo de desarrollo en la frontera.

Hizo hincapié en que, según expertos, la exportación de gas a Brasil y Argentina va a disminuir, por lo tanto, “es muy interesante la alternativa de dar valor agregado al gas con la industrialización del mineral de hierro en Mutún, y crear la industria siderúrgica del acero boliviano, además de aprovechar el río Paraguay (Puerto Busch), para llegar con el mineral de hierro a cualquier parte del mundo con precios competitivos”, explicó.

En criterio de Antelo, este proyecto que consiste en transformar, usando el gas, el mineral de hierro en acero y utilizar la hidrovía para exportar, podría constituir una genuina e integral alternativa de desarrollo para Bolivia si se ejecuta con los mayores estándares de eficiencia técnica y económica.
“Creemos importante reactivar el Consejo para el Desarrollo Estratégico de la hidrovía Paraná-Paraguay, en cuyo marco, el proyecto Mutún adquiere su verdadera dimensión estratégica para el desarrollo boliviano”, expresó el líder del empresariado de Santa Cruz. 

Desde la Comisión de Economía Plural, Producción e Industria de la Cámara de Diputados, la presidenta de esa instancia, Deysi Choque, dijo que la próxima semana irá a Puerto Suárez para recoger inquietudes de las autoridades sobre Puerto Busch y concretar este anhelo, que ofrece una salida soberana de Bolivia al océano Atlántico.