El Gobierno y Régimen Penitenciario señalaron que tras una tomografía realizada en el Hospital del Norte de El Alto, se confirma que su salud es estable. La familia acudió a la CIDH para que la liberen. Mesa dice que en Bolivia todo está perdido

19 de agosto de 2021, 8:28 AM
19 de agosto de 2021, 8:28 AM

La familia y la oposición claman a instancias internacionales para que intercedan por la expresidenta Jeanine Áñez, acusada por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración para asumir el poder en 2019, para que salga de la cárcel de Miraflores por su delicado estado de salud.

La familia y la alianza opositora Comunidad Ciudadana insisten en que instancias internacionales deben promover la salida humanitaria de la exmandataria.

Carolina Ribera, la hija de la expresidenta presentó una carta dirigida a Tania Reneaum Panszi, secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, cuando llegó a un hotel paceño para entregarla, le informaron que ella se había retirado del lugar media hora antes.

“Por las graves vulneraciones a sus derechos, a la dignidad humana, la salud de mi madre se va desmoronando. Mucho agradeceré que su autoridad pueda visitarla para que ella en persona le pueda comentar los pormenores del atropello, la violencia física y psicológica de la que está siendo víctima”, dice la carta.

El abogado Alaín de Canedo, uno de los defensores de Áñez, señaló que la CIDH tiene la posibilidad de intervenir en las medidas cautelares de los países, de hecho, esta instancia abogó por la libertad de Betty Yañíquez y Nelson Cox, en 2020, “así que puede hacerlo ahora por la expresidenta Jeanine Áñez”.

El líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, solicitó la intervención de las estructuras internacionales especializadas para que no solamente digan su palabra, sino para que exijan al Gobierno que cumpla con los requisitos básicos del respeto a los derechos jurídicos y humanos de la expresidenta Áñez. “Creo que en el ámbito nacional la falta de respeto, la autocracia y el autoritarismo permanente desde el Gobierno no se puede resolver porque actúan como si fueran los dueños del país”.

Una tomografía axial computarizada, ese es el último examen que realizaron a la expresidenta Jeanine Áñez en el hospital del Norte en la ciudad de El Alto. Con ese análisis concluyeron todos los exámenes y el director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, y la encargada nacional de salud de Régimen Penitenciario, Mariana García Vargas, afirmaron que el estado de salud de la exautoridad es estable y su vida no corre riesgo.

Pero la versión de la familia es de que su estado de salud se agrava cada día, porque la debilidad avanza en ella. Ayer por la mañana, de forma absolutamente sorpresiva, la sacaron del penal miraflorino, ubicado al norte de La Paz, un barrio que está rodeado de hospitales y la condujeron por orden de Régimen Penitenciario hasta el Hospital del Norte, que se encuentra en la ciudad de El Alto, donde le hicieron estudios que no fueron detallados a la familia.

Este medio pudo acceder a la receta médica suministrada ayer en El Alto. Le están administrando Paracetamol, que se usa para aliviar la fiebre y el dolor. En la lista figura un medicamento cuyo principio activo es el Clonazepam, que tiene propiedades anticonvulsivantes y ansiolíticas estando indicado para el tratamiento del trastorno de angustia (trastorno de pánico) con o sin agorafobia.

Le administran también Alprazolam, que se utiliza para tratar los mismos trastornos de ansiedad y de pánico, ataques repentinos e inesperados de miedo extremo y preocupación por estos ataques. Pertenece a una clase de medicamentos llamados benzodiacepinas. Un psiquiatra señaló que son sustancias distintas de una misma clase terapéutica. Tienen distinta potencia, rapidez de inicio y duración en la sangre. No están contraindicadas, pero suman efectos y a la expresidenta le administran dos medicamentos con la misma acción. “No se hace eso, eso la mantendrá dopada, no entiendo por qué no aplican antidepresivos”, manifestó el especialista.

Está medicada con Lozartán, que sirve para controlar la presión y debe ser utilizado de por vida por las personas hipertensas, como la expresidenta. Y el último es el Esomeprazol, para recubrir el estómago.

La expresidenta Áñez rompió en llanto al acercarse a su hija, Carolina, cuando fue reingresada a la cárcel. Un video muestra cómo la joven grita “mami”, “¿qué te hicieron, mami?, ¿qué te hicieron?”, con la voz quebrada. La mujer responde extendiendo su brazo derecho, visiblemente débil, la abrazó y luego fue conducida al recinto carcelario por la Policía.