Fe y gratitud de los beneficiados con cirugías gratuitas de Cerniquem
Médicos alemanes volvieron a operar en nuestra ciudad tras una pausa por la pandemia de covid-19. Trabajan en el quirófano habilitado en sus instalaciones; son 150 pacientes. Conozca sus historias
Resguardada bajo el techo de la entrada principal de un inmueble, que le es familiar, se protegía Ruth Estefani de una copiosa lluvia con viento de sur en espera de su turno. Esta adolescente de 13 años llegó por primera vez a Cerniquem (Centro de Rehabilitación de Niños Quemados) en compañía de su mamá. Luego de ser preseleccionada, y con tan solo tres años, le realizaron su primera operación de labio y paladar hendido sin ningún costo.
Gracias al trabajo de 10 médicos voluntarios de la Fundación Interplast de Alemania se ha sometido a cinco intervenciones de reconstrucción hasta 2019.
La última fue cuando tenía 10 años. Este fin de semana fue la paciente número 13 en ser operada, esta vez en el quirófano habilitado en Cerniquem dadas las restricciones por la actual pandemia de covid-19.
Tras un día de internación volvió a su casa. “Estoy contenta y emocionada, agradecida con Dios por esta nueva oportunidad y con los médicos porque pudieron venir”, dice esta amante del fútbol, deporte que practica en su colegio y en sus ratos libres. Sabe que con los cuidados necesarios para su recuperación pronto volverá a su rutina con normalidad. Solo debe cuidarse del sol y no hacer movimientos bruscos durante una semana.
La pequeña Brithanny Sofía nació con sindactilia (la unión de dos o más dedos a través de la piel) en ambas manos. Su madre, Clara Rojas, vio una publicación en Facebook y llenó con fe y devoción el formulario de preselección en busca de la primera operación para su hija de 6 años. Ambas llegaron para la consulta médica obligatoria desde Montero. Tras la revisión médica, le dieron la buena noticia y fue una de las menores operadas en el inicio de la décima versión de la campaña “Sembrando Sueños”.
Mañana (martes) Carmen Gloria Andrade, de 41 años, será operada por segunda vez de hernia abdominal. Visiblemente aquejada por fuertes dolores, esperó su turno en compañía de su esposo. Viven en Montero. Ella ya tuvo una cirugía previa hace 7 años, ha seguido diferentes tratamientos pero el dolor no cede. Más al contrario, siente que aumenta y los remedios tardan en hacerle efecto. “Estoy feliz por esta oportunidad para todos los que necesitamos atención”, expresó.
El jueves 17 será el turno de María Nazaret, de 2 años. Tiene sindactilia. Es la menor de tres hermanas y la única con este trastorno genético en sus dos manos y en uno de sus pies. Vive junto a su familia en el barrio La Chacarilla, su mamá, Johana Barrientos, relata que es una niña con un desarrollo completamente normal, camina sin ningún problema, manipula sus juguetes y cubiertos para alimentarse.
Todas ellas son un claro ejemplo de que el trabajo en equipo rinde frutos.
