25 de febrero de 2024, 9:00 AM
25 de febrero de 2024, 9:00 AM

Entre muchos hitos históricos que sucedieron en Santa Cruz durante el mes de febrero, sobresalen al menos tres, que a mi modo de ver son fundacionales: la creación de la gobernación de Moxos, la fundación de Santa Cruz de la Sierra y la proclamación independentista de Santa Cruz de la corona española. La ley Departamental 314 sancionada en Chonchocoro (La Paz) por el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho, declara patrimonio histórico y cultural al 15 de febrero de 1560, 26 de febrero de 1561, 14 y 15 de febrero de 1825, y al mes de febrero, como mes histórico del departamento de Santa Cruz.

En primer lugar, a requerimiento de don Ñuflo de Chaves, el virrey del Perú Andrés Hurtado de Mendoza expidió la célula real que crea una nueva gobernación con “la denominación mítico-geográfica de Moxos” un 15 de febrero de 1560, de modo que esos territorios quedaban desmembrados de la jurisdicción de Asunción. Otorgó la gobernación a su hijo García Hurtado de Mendoza, nombrando como teniente de gobernador a Ñuflo de Chaves y el alguacilazgo mayor a Hernando Salazar. Como García Hurtado estaba residenciado en Chile, de hecho, el gobernador interino y capital general fue don Ñuflo. Según Eduardo Cortez (Taremacua) “este es el título de propiedad territorial de los cruceños con el que andarán por la historia demandando libertad”. A partir de 1570, esta gobernación cambia de nombre, pasando a llamarse Santa Cruz de la Sierra, designación que persistió hasta la fundación de Bolivia.

El segundo acontecimiento histórico fue la fundación de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra el 26 de febrero de 1561 “en nombre de Dios y del rey”, nombre que correspondía al pueblo natal de su fundador. Este hecho primigenio marca el inicio de la cruceñidad, donde una cultura nativa se entrelaza con otra, venida desde Europa. Así surgirían las raíces de una identidad mestiza que con el tiempo se irá nutriendo de nuevas contribuciones propias como universales, dicho de otro modo, con los pies asentados sobre el suelo de nuestros ancestros, pero con la mirada en alto, puesta en el espacio sideral. Para Alcides Parejas, el epitafio de Ñuflo Chaves “poblar y desencantar la tierra”, es la reafirmación del yo cruceño. Con el tiempo, Santa Cruz de la Sierra se convertiría en madre de ciudades y sus habitantes en hacedores de caminos.

265 años después de la fundación de Santa Cruz de la Sierra, y luego de tres lustros de guerra entre patriotas y realistas, José Manuel de Mercado con su ejército ingresa a la plaza Mayor el 14 de febrero de 1825, y un día después, se proclama la independencia del territorio cruceño de la corona de España. Es el fin de un largo período, pero también es el inicio de la construcción de un proceso político e ideológico que ya se hace evidente en las 21 instrucciones que se encomienda a Antonio Vicente Seoane y Manuel Vicente Caballero ante la Asamblea Deliberante convocada por Antonio José de Sucre. Dicho mandado tiene como objetivo central alcanzar “la felicidad y prosperidad” del pueblo cruceño y marca el norte de este girón patrio a través del tiempo. Ahí se habla de libre comercio, vinculación caminera con países vecinos, la construcción de escuelas y la creación de una universidad, etc. Es un programa de gobierno que tiene una visión integral, como después también lo expresaría el Memorándum de 1904.

Hoy, a la luz de 463 años de la fundación de Santa Cruz de la Sierra y 199 años de nuestra gesta independentista, es imperativo “una mirada en el espejo” para rumbear nuevos derroteros, hasta alcanzar la libertad plena y el derecho de ser lo que queremos ser, sin imposición alguna. Finalmente, mi homenaje póstumo al colega, amigo, maestro de la medicina y gran líder cruceño, Herland Vaca Díez Busch.



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