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12 de julio de 2024, 4:00 AM
12 de julio de 2024, 4:00 AM

El feminicidio es definido por la Real Academia Española como el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia. Entre los factores predominantes en la comisión de ese delito son señalados el alcoholismo y los celos pasionales. No obstante, diversas organizaciones de defensa de los derechos de las féminas y activistas coinciden al identificar como causas de una creciente problemática como la que encarnan los feminicidios, la debilidad que acusan las acciones preventivas y por la ‘normalización’ de argumentos como la ingesta de alcohol y los celos para justificar la violencia machista ejercida por los agresores.
En Bolivia, según datos de la Fiscalía General del Estado, la Fundación Voces Libres y el Observatorio de Justicia tomados por EL DEBER para un trabajo de investigación periodística recientemente difundido, entre el 1 de enero y el 30 de junio del año en curso, 45 mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas, exparejas, convivientes o novios, 63 lograron sobrevivir a los ataques aunque con graves lesiones. Las otras ‘víctimas’ que suman más de medio centenar, son los menores de edad que quedaron en la orfandad por la muerte de su madre y porque su progenitor debe rendir cuentas de su malvada y violenta acción ante la justicia y termina recluido en la cárcel.
 Por regiones y ciudades, los casos de feminicidios fueron registrados en La Paz (11), Cochabamba (10), Santa Cruz (9), Tarija (5), Potosí (3), Oruro (3), Chuquisaca (2) y Beni (2). En 2023 se contabilizaron 81 casos y en el primer semestre de este año superan el promedio de esa cifra. Cuando este comentario editorial sea de conocimiento público, podrían haberse incrementado los casos de la estadística de muerte. Para mayor detalle, el Instituto de Investigaciones Forenses ha informado que el grupo etario con prevalencia de los feminicidios o de sufrir violencia machista, corresponde a las mujeres de 21 a 30 años de edad seguido de 41 a 50 años. Como primera causa de muerte es la provocada por arma blanca, seguida por la asfixia mecánica.
Es muy preocupante que nuestro país aparezca catalogado como uno de los más violentos para las mujeres, aunque desde 2013 tiene incorporado en su ordenamiento jurídico una ley que sanciona al feminicida con 30 años de prisión, sin derecho a indulto. Empero, según denuncias formales, dicha norma legal no se cumple plenamente “por falta de presupuesto y personal adecuado mientras que la justicia victimiza a las mujeres que denuncian hechos de violencia contra ellas”.
 No es suficiente enfatizar que el machismo, el alcohol o los celos son detonantes únicos y/o principales de los feminicidios. Hace falta llegar a las raíces de la violencia contra las mujeres implementando la inclusión en la enseñanza educativa de los diferentes niveles, de temáticas vinculadas con la igualdad de género y a la defensa de los derechos de que quienes sufren agresiones. Mujeres que sin contar con respaldo necesario o el auxilio oportuno, pueden pasar a engrosar la secuencia estremecedora de los casos de feminicidios en el país.


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