El gobernador se mostró molesto por los 56 niños que el martes presentaron vómito en dos guarderías del D-6 después del desayuno y la merienda. 28 fueron internados y varios fueron dados de alta. Laboratorio arrojará respuestas en siete días

3 de octubre de 2019, 4:00 AM
3 de octubre de 2019, 4:00 AM

“Este es un tema demasiado serio. Yo no finjo, estoy indignado de que esto haya sucedido”, espetó el gobernador Rubén Costas en relación al caso de los niños con aparente intoxicación alimentaria en dos guarderías autonómicas, dependientes de la Gobernación. Este caso no solo es investigado por las autoridades departamentales sino también por el Ministerio Público y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).

“No se puede tapar este tema... que Duberty (Soleto) haga una investigación, que sea implacable y que determine si hubo negligencia o cualquier tipo de dolo. Yo no tapo, caiga quien caiga, no se puede jugar con la salud, peor con sectores vulnerables como los niños”, recalcó Costas. “Oiga, ¡qué bárbaro!, no puede haber en dos centros nuestros tantos intoxicados, me importa un comino si fue un queso... aquí debe saberse qué es lo que pasó y el que sea responsable se tiene que ir”, siguió descargando su molestia.

Las guarderías a las que Costas hacía referencia son Virgen de Guadalupe (tiene unos 200 niños a su cuidado) y Primavera (con 49). Ambas están en el distrito 6, zona de Los Chacos. En las dos, en el horario previo al almuerzo -después de haber ingerido el desayuno y la merienda- se presentaron varios casos de niños con malestar estomacal y vómito.

En total el Servicio Departamental de Salud reportó 56 niños con estos síntomas, pero cuantificó 28 que requirieron internación por un tema de seguridad.

Al Hospital Municipal de la Villa llegaron 17 niños, al de la Pampa de la Isla, seis; al Francés, tres, un menor fue derivado al Hospital de Niños y otro a la Caja Nacional. En total fueron 28. La mayoría fue dada de alta la noche del martes y la mañana del miércoles. Quedan cinco internados en el Hospital de la Pampa de la Isla.

Para Mario Arano, director del Hospital de la Villa, el diagnóstico es intoxicación alimentaria por lácteos. “Vale decir yogur, leche o queso. Eso ya es trabajo de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, de ver qué alimentos afectaron a los niños”, detalló, sospechando de una posible ruptura de la cadena de frío que debió darse con estos productos lácteos.

Reporte de lo que pasó

¿Qué comieron? ¿Qué les hizo mal? Duberty Soleto, director de Políticas Sociales de la Gobernación, detalló a EL DEBER que desayunaron leche con chocolate, pan hecho en la guardería y un pedazo de queso. Más tarde, a las 10:00, ingirieron guineo y yogur.

Soleto explicó que ni bien tomaron conocimiento de esta situación se activó el sistema de emergencias del Sedes. Detalló que los niños fueron enviados a distintos centros de salud y que el departamento de Inocuidad Alimentaria tomó muestras de los alimentos y las llevó a laboratorio. “No es intoxicación, es transgresión alimentaria”, dijo.

¿Cuál es la diferencia entre un término y el otro? “Transgresión es cuando uno consume un alimento y le causa algún malestar. Ahí el primer acto de defensa del organismo es el vómito. Mientras que intoxicación es cuando hay presencia de bacterias, hay una infección que tiene que ser tratada con antibiótico”, refirió el director.

En su informe, a las 23:00 del martes el 80% de los menores entre dos y cinco años fue dado de alta porque no había ningún tipo de infección ni de fiebre y no ameritó más que hidratarlos.

¿Dónde se dio la contaminación? ¿De quién sospechar? Son las primeras preguntas que saltan a la mente. De momento solo se sabe que los alimentos frescos como leche, queso y yogur se compran todos los días. “Los padres pagan Bs 5 o en algunos casos Bs 10 que permiten a las guarderías, administradas por los mismos padres de familia, comprar esos alimentos frescos. La Gobernación se encarga de dar los alimentos no perecederos como fideo, azúcar, etc.”, manifestó Soleto, subrayando que nunca van a eludir ningún tipo de responsabilidad: “Somos responsables de la fiscalización de las guarderías”, reconoció.

Cabe mencionar que, además, dos educadoras de las guarderías también presentaron ganas de vomitar por lo que incluso se va a analizar el agua que consumen para ver si no tiene grado de contaminación. “Hay que hacer pruebas, no puede ser que manejando un régimen dietético por más de 10 años tengamos este problema y en dos guarderías de la zona ocurra esto”, concluyó el funcionario.

En cuanto a las muestras de alimentos para los estudios, estas fueron enviadas al laboratorio Labras y los resultados de microbiología se sabrán en siete días.

Cartas en el asunto

Jhonny Aguilera, director de la Felcc, informó que de oficio la Policía inició las pesquisas por delito contra la salud pública. “Hemos podido constatar por lo menos una aparente infección estomacal. Creemos que la razón es un mal manipuleo de los alimentos ingeridos por los niños o se debe a productos que se encontraban en fase de descomposición”, informó Aguilera.

Su accionar se ampara en el Artículo 216 del Código Penal, incisos 5 y 9 que hablan de privación de libertad de uno a 10 años a “quien cometiera actos contrarios a disposiciones sobre higiene y sanidad; así como a quien realizare cualquier acto que afecte la salud de la población”.

“Ya iniciamos las pesquisas respectivas con las autoridades educativas y con la Gobernación que ha instruido un examen orgánico de los componentes alimenticios que han sido suministrados a estos menores”, informó.

Horas más tarde, el fiscal departamental Mirael Salguero ordenó una investigación y él en persona llegó al centro de salud 10 de Octubre (a donde inicialmente fueron llevados los niños) y a la guardería Primavera para recibir información de primera mano.

La Defensoría de la Niñez y Adolescencia aseguró que está haciendo seguimiento y fiscalización al tema. “Aquí se ha desplegado todo un equipo multidisciplinario de trabajadores sociales y sicólogos para brindar toda la contención necesaria tanto a los padres como a los niños”, precisó la directora Roxana Ortiz.

Aseguró que están actuando de oficio y pedirán informe pormenorizado a la Gobernación y al programa de Políticas Sociales que está a cargo de las guarderías sobre el estado de los alimentos y la cadena de frío que tienen.

Por último, tranquilizó a la población diciendo que los pequeños están estables y que recibieron atención médica oportuna.

Son 150 guarderías

La Gobernación cruceña es la única en Bolivia que tiene estos centros o guarderías autonómicas que, en palabras del gobernador, “nadie conoce” que vienen funcionando desde el 2007 y fueron hechas con una inversión de más de Bs 120 millones. “Tenemos 150 guarderías, el 40% está en la ciudad y el 60%, en provincias, con 600 educadoras. A estas asisten 7.000 niños para que las madres puedan ir a trabajar y no los dejen solos en su cuarto pegados con llave. En estos años nunca había pasado algo así”, lamentó Costas.



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