Opinión

Ganan indecisos

10 de septiembre de 2020, 5:00 AM
10 de septiembre de 2020, 5:00 AM

Estamos a 6 semanas del verificativo electoral y, formalmente al menos, no habrán cambios ya en las candidaturas, luego de que el 3 de septiembre feneciera el plazo para “renuncias” y “sustituciones” que era el mecanismo para “alianzas atrasadas”.

Empezó el corto tiempo de las propuestas y también de las encuestas.  Y las “mediciones” dan cuenta de liderazgos tan débiles como el entusiasmo de los electores.

En la encuesta de este domingo, coincidente con algunas anteriores, nadie supera el 30%, salvo los indecisos que, por lo mismo, serán el objetivo central de todas las campañas.

La caída del MAS, por los bloqueos de agosto y por las denuncias de estupro, no la ha recogido ningún otro candidato y esos electores que han abandonado el radicalismo destructivo y la degradación moral, no están aún mirando ninguna alternativa.

Ojalá que sea el tiempo breve de las propuestas el que defina quiénes van a la segunda vuelta de noviembre; aunque peligrosamente el panorama ahí también aparece medio sombrío.

El MAS, que ha quedado con su voto militante, intentará en vano volver a su antiguo voto duro, porque lo que propone es recibir un nuevo mandato con una propuesta vieja y agotada. Solo la militancia ciega escuchará consignas vacías como las de “restablecer el proceso de cambio”, cuando eso después de 14 años significa sobre todo corrupción, autoritarismo, despilfarro, extractivismo y fraude ¿Después de la malversación de una larga acumulación histórica, ¿podrá alguien que no sea militante, votar para repetir la frustración y el descalabro?

Y en la vereda “democrática”, el objetivo es lograr el segundo lugar en la primera vuelta, a partir del voto útil, donde el mensaje principal es el de “impedir que vuelva el MAS”. Y, ¿la propuesta?

Es que frente al cinismo anacrónico del MAS de una propuesta vieja para un mandato nuevo, apenas se opone una convocatoria al voto democrático pero sin propuesta, vale decir, un voto sin mandato. Se derrota al MAS y ¿qué de una visión renovada para la economía, la salud, la ética, la justicia, el medio ambiente y la institucionalidad?

Después de una década de malversación de todas las esperanzas nacionales, en medio de la pandemia que ha radiografiado las miserias del país, parece no haber talla política para convocar a un nuevo momento, así sea inicial, de construcción estatal alternativa.

Por ello en la encuesta del domingo todos bajan y nadie sube. Por eso los indecisos “ganamos”, porque la transición electoral no está mostrando liderazgos que encarnen, después de las elecciones, la posibilidad cierta de una renovación gubernamental verdadera y menos aún las bases para la construcción de un ciclo estatal distinto al populismo y al neoliberalismo.

Esperemos las próximas encuestas, pero sobre todo esperemos las propuestas para dar con nuestro voto un mandato claro.

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