Cadex dice que las restricciones solo le ponen freno a la recuperación. IBCE, CAO y Anapo optaron por el silencio

15 de octubre de 2021, 4:00 AM
15 de octubre de 2021, 4:00 AM

El Gobierno boliviano restringe las exportaciones de productos agrícolas desde 2008. ¿La razón? durante décadas las autoridades justificaron que lo hacen para precautelar el mercado interno y la seguridad alimentaria de los bolivianos. Sin embargo, ayer el exvicepresidente Álvaro García Linera, admitió que las razones son políticas, no económicas.

“Se trata de cruzarle el camino a los sectores empresariales que tienen demasiado poder de veto. No necesariamente estatizas todo, pero sí cortas la cadena, los debilitas, y eso hicimos con la soya; ya nunca más volvió a ser un problema. Desde 2009 hasta el 2020 ese mecanismo de chantaje que existía con la soya nunca más volvió. Y si molestan un poco más, les suspendes las exportaciones, porque como Gobierno tienes el monopolio de decidir si se exporta o no se exporta”, indicó en una entrevista con la revista Jacobin América Latina.

García, que renunció el 10 de noviembre de 2019, fue presentado como “uno de los más destacados intelectuales latinoamericanos” y se le consultó respecto al “viejo debate sobre cómo los gobiernos populares deben enfrentar la reacción de las clases dominantes”.

Precisó que el Estado puede implementar un conjunto de políticas económicas que “rompan el poder de veto empresarial”.

Y recordó que “allí donde el poder de veto es demasiado fuerte, simplemente lo quiebras: te metes y construyes una empresa del Estado”.

Como ejemplo puso el caso de la soya en el país, y que cuando gobernó con Evo Morales debilitó al sector empresarial soyero cortándole las exportaciones.

Daño de $us 4.000 millones

Las restricciones a las exportaciones de soya provocaron una pérdida de $us 380 millones por año desde 2008, por lo que desde esa gestión a 2018 se estiman en $us 4.000 millones.

El año pasado José Luis Parada, el entonces ministro de Economía del Gobierno de transición, explicó la importancia de liberar la economía, dejando de lado la política de cupos impuesta por la administración del Movimiento Al Socialismo desde 2008.

“Por ejemplo, en Santa Cruz, el 20% de la producción de soya cubre el mercado interno y el 80% necesitaba cupo para exportarse; y por eso se perdieron, casi $us 380 millones por año. Entre 2008 y 2018 se perdieron más de $us 4.000 millones por trabas burocráticas”, dijo Parada.

La política de cupos también alcanzó este año a los ganaderos que lograron abrir los mercados de China y Rusia para exportar, pero ante el reclamo de los carniceros, el Gobierno impuso restricciones.

En criterio del presidente de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz, Osvaldo Barriga, es lamentable que haya primado una gestión política por sobre la económica, afectando no solo al sector si no al país. “Estas políticas de restricciones solo le ponen un freno a la recuperación económica. Demostramos que el mercado estaba abastecido y no había un daño al consumidor final, pero nada cambió”.


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