La Reina del Carnaval 2008, Gloria Mariana Limpias, abre su corazón y confiesa cómo está lidiando con la depresión posparto por la que atraviesa

11 de mayo de 2024, 15:41 PM
11 de mayo de 2024, 15:41 PM

La Reina del Carnaval 2008, Gloria Mariana Limpias (37), siempre está con una sonrisa plena, pero detrás de ella, se encuentra una mujer luchando por ganar la batalla a la depresión posparto. Desde hace meses su vida dio un giro, cuando sus días se volvieron complicados y sus noches interminables.

Hoy ella abre su corazón, cuenta su experiencia y confiesa cómo está logrando salir de esta batalla, que muchas madres padecen, pero callan, refugiándose en su silencio.
 

_¿Cómo te diste cuenta que estabas sufriendo una depresión posparto?

Soy una mujer bendecida: tengo una familia maravillosa, dos hijos sanos, mis padres vivos, un empleo estable y una vida aparentemente plena. A pesar de todo esto, me encontraba llorando con frecuencia y sufriendo de ataques de ansiedad. Fue en un momento de profunda introspección cuando me di cuenta de que algo no estaba bien. No podía comprender cómo podía sentirme tan abrumada y triste teniendo todas estas bendiciones. Fue entonces cuando comprendí que necesitaba buscar ayuda y apoyo para enfrentar lo que estaba experimentando.

_¿Cuesta sobrellevarlo?

Sobrellevar la depresión posparto es un desafío para mí. Incluso en este momento mientras comparto mi experiencia, las lágrimas fluyen. A menudo siento que sobrevivo a los días en vez de estar viviendo plenamente. Mi trabajo es un escape temporal de mis emociones y preocupaciones, pero al llegar a casa las emociones reprimidas suelen aflorar. Las noches suelen convertirse en un momento difícil de enfrentar, donde las preocupaciones y los pensamientos negativos se intensifican.

Gloria Mariana Limpias y su familia
Gloria Mariana Limpias y su familia. Es mamá de Iván Andrés, de 3 años, y de Mariano, de 4 meses.



_¿Cómo se lidia con una depresión post parto?

Se supera con apoyo, nunca en soledad. Es un proceso que requiere contar con las personas adecuadas en quienes confiar. Es esencial tener un sicólogo o siquiatra de confianza que nos guíe adecuadamente en este camino, especialmente si se requiere medicación. En mi caso, como aún estoy lactando, la situación se vuelve más compleja.

Trabajo en conjunto con mi familia y, sobre todo, con mi persona de confianza, mi esposo Iván, que desempeña un papel fundamental en mi día a día y en mi proceso de recuperación.

Además, mi fe en Dios es un pilar fundamental que me da fuerzas cada día.

_¿Cuál es la sensación de una depresión posparto?

La sensación de depresión posparto puede ser devastadora y está llena de sentimientos de culpa y autoexigencia.

Por ejemplo; siento una profunda culpa cuando estoy en el trabajo y siento que no paso suficiente tiempo con mis hijos, pero al estar en casa, la culpa se invierte y me siento culpable por no poder trabajar tanto como quisiera para rendir lo necesario.

_¿Te sentís con culpa?

Estas cargas de culpa son constantes y me hacen sentir muchas veces insuficiente en todos los aspectos de mi vida. Me lleno la cabeza de muchas culpas y me causa mucha ansiedad. Me encuentro luchando constantemente por cumplir con todas mis responsabilidades, y el hecho de no poder tener un momento de descanso para mí misma solo aumenta mi angustia, mi ‘depre’. A pesar de mis esfuerzos por mejorar, a veces me resulta difícil lidiar con mis propios sentimientos.

_ Pero hay mejores días...

Sí. Mi mayor apoyo indudablemente ha sido mi esposo. Todas las noches, encuentro en él un hombro en el que puedo desahogarme por completo. Él me muestra la belleza y la capacidad que tengo como madre, esposa e hija. Me anima a creer en mis habilidades y a ver mis logros en mi trabajo. A pesar de que no todo es perfecto y enfrentamos desafíos, él siempre se esfuerza por ser el mejor esposo posible. La depresión posparto puede ser devastadora para una relación, pero también puede fortalecerla de manera significativa.

_¿Crees que hay mujeres que callan este mal?

Muchas. Hay mujeres que sienten vergüenza de admitir que tienen una depresión, otras pueden sentir culpa de tener depresión y haber tenido un hijo, otras por miedo al qué dirán, la presión social y hasta por falta de conocimiento. Leí en algún lugar que el 10 al 15% de las mujeres pasa por este mal.

_¿Por qué decidiste contar tu experiencia?

Comparto mi experiencia sabiendo que muchas mamás que me leen se sentirán identificadas. Quiero brindarles apoyo, decirles que no están solas y que siempre hay soluciones. Existen formas de ayudarse a sí mismas y también de buscar ayuda profesional. La vida merece ser vivida plenamente; no debemos limitarnos a sobrevivir cada día, sino a encontrar la felicidad en las bendiciones que Dios nos otorga. Recordemos que todo es un proceso, que los cambios no suceden de la noche a la mañana, pero que hay tratamientos y caminos hacia la recuperación.

_¿Qué le decís a esas mujeres que pasan por lo mismo?

Es crucial contar con un entorno comprensivo, tolerante y dispuesto a abordar estos temas que a menudo pasan desapercibidos en nuestra sociedad actual. Confía en vos misma y en tu capacidad para superar este desafío día a día.


A menudo siento que sobrevivo a los días en vez de estar viviendo plenamente”